Mucho está dando de qué hablar la decisión de Renault de vender las generaciones actuales de Captur y Clio también bajo la marca Mitsubishi, pero con los nombres comerciales ASX y Colt, respectivamente. Lo que podría interpretarse como una muestra de debilidad por parte de la firma de los tres diamantes, lo cierto es que existen 4 grandes razones por las que tiene sentido vender coches Renault bajo la marca Mitsubishi.

Esta técnica, que es tan antigua como la propia industria del automóvil, se denomina remarcar, es decir, vender un coche sin apenas cambios a nivel estético con los logotipos de otra marca. Lo hemos visto en numerosas ocasiones entre fabricantes tan variopintos como Stellantis y Toyota, diversas marcas del Grupo Volkswagen, o Toyota con Suzuki y Mazda, por poner solo unos ejemplos.

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Hoy nos vamos a centrar en el caso concreto de Renault y Mitsubishi, dos marcas de coches que operan bajo el mismo grupo, la Alianza Renault-Nissan-Mitsubishi, y que desde hace unos meses están compartiendo algunos de sus modelos. Bueno, más bien Renault está vendiendo dos de sus coches con los logotipos de la marca japones.

4 razones por las que tiene sentido vender coches Renault bajo la marca Mitsubishi

Costes reducidos

Renault Clio 2023

La primera de estas razones, y la más evidente de todas ellas, es que los costes de desarrollo son muy reducidos. Basta con invertir en una sola operación y obtener dos coches a cambio. De hecho, las nuevas generaciones del Mitsubishi ASX (prueba) y el Mitsubishi Colt, han salido a “coste cero” a la marca japones, ya que la inversión la llevó a cabo Renault, que desarrolló el Captur y el Clio en los que se basan estos modelos.

Permite a Mitsubishi seguir vendiendo coches en Europa

Mitsubishi Colt 2023

Otra de las razones por las que tiene sentido que Mitsubishi adopte coches de Renault en su gama de productos es que permite a la compañía japonesa seguir vendiendo en Europa. Y es que Mitsubishi llevaba años en horas bajas a nivel de ventas en el mercado europeo, especialmente porque su gama de productos no encaja con los gustos y preferencias de este tipo de conductores.

Sin embargo, comercializar el ASX y el Colt basándose en dos productos consolidados y de gran volumen de ventas como son el Renault Captur (prueba) y el Clio, es un soplo de aire fresco para una marca que estaba a punto de abandonar Europa.

Ataque directo a la competencia

También se puede considerar como un ataque directo a la competencia de Renault, como señala Joan Dalmau en este hilo de Twitter. La firma del rombo puede vender algún Captur o Renault Clio menos si los clientes se decantan por los modelos de Mitsubishi (que se ensamblan en las mismas fábricas), pero a la vez es una venta menos que contabiliza el Peugeot 208, el Opel Corsa o el Volkswagen Polo, por citar algunos utilitarios de segmento B con los que rivaliza.

Llevar Renault a mercados donde tiene más presencia Mitsubishi

La cuarta y última razón por la que tiene sentido vender coches Renault bajo la marca Mitsubishi es que la firma del rombo puede llegar a mercados donde hasta ahora tenía una menor presencia, pero la compañía japonesa solía registrar unos volúmenes de ventas aceptables. Ejemplos de estos mercados donde no se ha consolidado Renault, pero sí lo está Mitsubishi, es el centro y el norte de Europa.

Así, Renault puede expandir su mercado y llevar ejemplos muy fieles de sus productos a clientes que hasta ahora no los consideraban, pero que sí están dispuestos a comprarlos por llevar los tres diamantes de Mitsubishi. Esto permite, al mismo tiempo, captar nuevos compradores que, tras comprobar cómo son los Mitsubishi basados en Renault, puedan acabar interesándose por la marca francesa.

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