En esta prueba del Tesla Model S P85+ creo que el coche en sí no es del todo protagonista. En un coche como este, hay otros factores que pueden ser más decisivos para su compra: ¿la principal? La autonomía y la infraestructura de carga rápida existente en nuestro país. Los supercargadores de Tesla son uno de los pulmones para la expansión de la compañía y que permite a los propietarios de Tesla cargar sus coches de una manera rápida y completamente gratis.
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Lamentablemente, España está todavía muy verde en el desarrollo de una eficiente red de cargadores eléctricos, tanto convencionales como en lo que a Supercargadores de Tesla se refiere: no es de extrañar, hasta ahora, las ventas de la compañía en España han sido mínimas como para invertir en una potente infraestructura de carga. Parece que de cara a 2016 y 2017 esta situación va a cambiar y la empresa capitaneada por Elon Musk va a implementar nuevos Supercargadores en varios puntos de la península ibérica, pero, hasta que ese momento llegue, en España apenas contamos con dos estaciones: en Girona y Tarragona. Hoy, voy a visitar las dos.
El Tesla Model S es un coche atractivo estéticamente, una berlina con un diseño refinado que combina magistralmente elegancia y deportividad. Las llantas de turbina y un frontal bastante afilado le dotan de ese carácter dinámico. El interior es tecnología pura: una gigantesca pantalla domina todo el salpicadero y acoge todos los mandos del coche: desde el espectacular sistema de entretenimiento online hasta el climatizador, la apertura del techo solar o la altura de los amortiguadores: ¡todo!
La calidad y ajustes en el interior rayan a gran altura para venir del gigante americano, y cuando arrancas, rodeado de pantallas (el cuadro de mandos también es digital), la sensación es de estar en un coche diferente a todo y adelantado a su tiempo. Enciendo y la autonomía es de unos 200 km. El silencio propio de los vehículos eléctricos se apoya en un habitáculo bien insonorizado para conseguir un confort sonoro de primera.
Comienzo a rodar en una fría y lluviosa tarde, pero pese a un firme algo mojado, no dudo en sacar a relucir los 421 CV que esconde esta bestia eléctrica. Gracias a su par instantáneo de 600 Nm, es un portento acelerando: sobre el papel anuncia un 0 a 100 en 4,4 segundos, prácticamente mismo tiempo que un BMW M4. Quién haya probado alguna vez un coche eléctrico conocerá la patada que pega este tipo de coches cuando desde parado hundes el pedal derecho hasta la moqueta. Para los que nunca lo hayáis probado, deberíais. En el Tesla esa sensación de empuje inicial es brutal, la pegada al asiento es espectacular y las ruedas luchan en una batalla épica por no perder tracción.
Pocos coches en el mundo son capaces de plantar cara a un Tesla Model S en la salida de un semáforo, al menos en los primeros metros. ¡Y eso que esta versión se ‘conforma’ con 421 CV, no quiero imaginar lo que se siente en la versión de 700 CV y su particular ‘Modo ridículo’.
Pero bueno, en esta prueba del Tesla Model S P85+ no pretendo quedarme tirado en la cuneta a la primera de cambio y decido relajar el uso del acelerador, aunque cuesta, ya que ese nivel de empuje puede llegar a ser adictivo. El sistema de navegación y de entretenimiento es un auténtico ejemplo a seguir. La claridad y cantidad de información son un espectáculo y la rapidez de las órdenes del navegador, instantáneas. Estés donde estés, el Tesla Model S te informa dónde se encuentran los puntos de carga más cercanos: decido probar la tecnología de los supercargadores y decir acudir al punto de Tarragona.
Nada más incorporar el destino, el sistema calcula la energía restante y te hace un mapa gráfico con el modo en el que vas a gastar la energía basándose en la vía por la que se circula, las irregularidades del terreno y tu modo de conducción. Es algo realmente útil, ya que calcula por ti con bastante precisión la autonomía que requieres para realizar un trayecto. En el Tesla Model S los cálculos y las matemáticas están siempre presentes y más en España, donde los puntos de carga brillan por su ausencia.
Los primeros kilómetros por autopista me sirven para comprobar que el Tesla Model S es un coche cómodo. Su suspensión neumática filtra realmente bien las irregularidades del terreno y esto, sumado a las cómodas butacas tapizadas en cuero y su absoluto silencio en el interior, hace que tus viajes alcancen un grado de confort realmente alto: sino fuese por su autonomía, sería un rutero de primer nivel con el que recorrer grandes distancias sin problemas.
Pero es lo que es: un coche eléctrico con una autonomía limitada. Llego al Supercargador Tesla de Tarragona para comprobar qué tal funciona este sistema. Nada más colocar el coche junto a la estación de carga y tomar el mango, al acercarlo al punto de carga del coche una trampilla se abre de manera automática. Entonces, solamente necesitas enchufarlo y al momento sentirás cómo comienza la carga.
Hay que tener en cuenta que estas baterías terminan funcionando como cualquier otra y la rapidez de carga aumenta en los primeros momentos y va decreciendo conforme se va llenando. En apenas 30 minutos, o lo que tardas en tomar un cafe y hojear un periódico, puedes tener el 80% de la batería cargada, lo que equivale a una autonomía de unos 350 km reales. Una cifra más que respetable pero siempre que conduzcas de una manera ‘eco’.
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Sigo mi trayecto hacia el norte, en busca de la primera estación de carga que se abrió en nuestro país: la de Gerona. Hay que reconocer que este es el primer coche eléctrico que conduzco y que me ofrece la tranquilidad de viajar por autopista sin tener que sufrir demasiado. Como te decía antes, tienes que hacer matemáticas para no quedarte tirado, pero incluso en vías rápidas, donde generalmente más sufren los coches eléctricos, este Tesla Model S P85+ te ofrece una autonomía importante.
Otra de las cosas que me han impresionado del Model S es su contenido tecnológico en el interior. El sistema de audio está permanentemente conectado a internet y puedes elegir las canciones que deseas escuchar directamente en ‘la nube’ y reproducirlas siempre que quieras. La navegación también está permanentemente conectada y es capaz de actualizarse constantemente para evitar incidentes o atascos. Tiene otras cosas que realmente te dejan alucinado: en los badenes, puedes subir la suspensión para que el coche no roce; cuando lo haces, el sistema reconoce que es un badén y lo guarda en el sistema de navegación: cada vez que pases por allí, automáticamente y sin hacer nada la suspensión subirá para sortearlo. ¡Espectacular!
Llego hasta Gerona sin sufrir por la autonomía. Durante la prueba, el Tesla Model S se comporta de una manera noble y refinada, un eléctrico pensado para salir de la ciudad con un auténtico arsenal de herramientas para proporcionarte bienestar a bordo. No es un coche pensado para estar constantemente haciendo largos viajes, sino más bien pensado para moverte a diario con él, cargando el coche en casa y utilizando los supercargadores en ocasiones especiales cuando decides viajar con el coche.
Lamentablemente, España no ofrece, a día de hoy, una infraestructura suficientemente potente como para que el Tesla Model S se sienta cómodo. ¡Y es una pena enorme! Este coche me ha convencido. El futuro tiene que ser algo parecido a esto: suspensión neumática que ofrece un gran confort y buen dinamismo en curvas, audio en streaming y mucha tecnología de entretenimiento, buen espacio interior, buenos acabados, un diseño moderno y atractivo. Es una gran pena que en España vivamos todavía en la edad de piedra en lo que a coches eléctricos se refiere. Tesla ha prometido dar un cambio a esta situación, instalando nuevas estaciones de carga especialmente a lo largo de los principales ejes de comunicación: eje del Mediterráneo y eje Barcelona-Madrid-Lisboa. Veremos si los planes se cumplen y los entes públicos no solo lo permiten, sino que apoyan la mejora de las instalaciones de carga.
En países avanzados en esta materia, el Tesla Model S es uno de los coches más vendidos. ¡Y no me extraña en absoluto! Es un gran coche, aunque sin ayudas no es barato: la versión básica supera ligeramente los 74.000 euros, mientras que el Tesla Model S P90D supera los 100.000. La cuestión es que con las ayudas estatales, en muchos países el Model S se encuentra en el rango de precios de un BMW Serie 5 o un Audi A6 básico. A día de hoy, España no quiere al Tesla Model S, pero ojalá en un futuro cercano, se den las circunstancias para que se pueda popularizar.
Fotos: Raúl Salinas y Tesla