En 1978 daba comienzo la primera edición del Rallye Dakar, una aventura más que una competición, en la que pilotos y simples aficionados al motor se inscribían con sus todoterrenos y coches para vivir la experiencia de cruzar media África. El tiempo y la fama de la prueba atrajeron como siempre a grandes marcas, que pronto empezaron a pasar de modificar coches de serie para competir, a directamente crear versiones de competición que poder homologar. Así nace esta gema oriental de la que solo hay 2.500 unidades, el Mitsubishi Pajero Evolution de la prueba, un auténtico “homologation special”.

Dicho término está hoy en día muy de moda por culpa de coches como el Toyota GR Yaris (prueba), pero era en los 90 cuando más fuerza tenían. Mitsubishi no era ajena al Dakar, y para otorgar una mejor herramienta a sus pilotos en 1997 presentó su “EVO” en formato todoterreno sobre el Pajero, renombrado como Montero en los países hispanohablantes por cuestiones obvias.
Puro estilo “manga”
El resultado es impresionante y muy imponente cuando lo ves por primera vez en persona. Por aspecto es sin duda un hermano todoterreno de los famosos Lancer Evolution, pues la marca de los tres diamantes creó un kit de carrocería que no solo mejoraba su imagen deportiva, sino que daba cabida a las grandes ruedas todoterreno, la suspensión nueva y un ancho de vías más generoso.
De fábrica se podía pedir en plata, rojo y blanco como nuestra unidad, incluso había accesorios como vinilos, faldillas en color rojo para el barro, luces de largo alcance, una baca para los esquís o una cubierta para la rueda de repuesto entre otros. Los faldones laterales, el paragolpes con el cubrecarter de metal, el capó con la toma de aire, el alerón trasero con las aletas laterales, todo venía de serie, muestra del compromiso de la marca por enfatizar su ADN de competición.
Subirse al Pajero Evolution requiere energía y agilidad, es muy alto, aunque el apoyo en el prominente faldón lateral ayuda al primer paso. Una vez nos dejamos caer en sus fabulosos asientos Recaro, tenemos una visión plena de lo que nos rodea. Es casi como ir sentado en un camión, ves muy bien el morro, lo que hay a lo lejos y lo que tenemos a los lados. Eso si, no te subas por el lado izquierdo si quieres conducir, esto es un auténtico JDM (Japanese Domestic Market).
Las 2.500 unidades que Mitsubishi tuvo que fabricar para homologar el coche de competición se vendieron en el mercado local, todas con volante a la derecha, todas tres puertas y encontrar una unidad en España es muy difícil, aunque cada vez hay más en Europa. Su cotización oscila según los kilómetros, y en nuestro país te podrán pedir casi lo que quieran, pero ten por seguro que no te va a costar como un Porsche Cayenne (prueba) de primera generación de segunda mano.
Prueba del Mitsubishi Pajero Evolution: un auténtico Evolution al volante
Es hora de arrancar. El V6 atmosférico de 3.5 litros gasolina cobra vida, no hay estruendos, no hay fanfarria, solo un ronroneo profundo, refinado y grave. Cuando aceleras, los 280 CV se perciben perfectamente, incluso nos atrevemos a decir que podría haber algunos más. Los 347 Nm de par tardan en llegar, pero en cuanto cruzamos la zona media del cuentarrevoluciones todo ocurre con más vigorosidad, el sonido empieza a cambiar y ya no parece un camión, sino un elefante pidiendo paso.

Podría parecer torpe por su altura, pero el secreto para no tener miedo a afrontar las curvas a gran velocidad radica en una suspensión soberbia, creada por la división de competición de Mitsubishi, RalliArt, y que sujeta muy bien la carrocería del Pajero Evolution. Es sin duda un todoterreno de competición, y sobre asfalto, a pesar de las ruedas Yokohama de campo que monta, se defiende muy bien, te incita a despertar con ganas su V6 y agarrar con fuerza su volante como si fueras el mismísimo Shinozuka cruzando una pista de tierra africana.
Un juguete en tierra
Nos atrevemos a abandonar el asfalto por un momento, a fin de cuentas, esto es un coche diseñado para correr el Rally Dakar. Pasamos de tracción trasera a total con la palanca secundaria para la tracción, que nos permite también pasar a tracción total con bloqueo central o a las marchas cortas con bloqueo. Lo primero que notas al pisar a fondo en tierra es que casi avanzas igual que en el asfalto en tracción trasera, que manera de empujar. El paso por curva en tierra requiere más anticipación para no deslizar, pero cuando pisas un poco el acelerador, ahí vuelve nuestra amiga la tracción.
Nos habría gustado exprimir a fondo sus capacidades 4×4, pero la Sierra de Madrid es territorio hostil para estos vehículos, y este coche vale mucho como para correr el riesgo de maltratarlo con alguna piedra. Golpear un palier, romper algún brazo de suspensión o rajar un paragolpes puede dejar el coche fuera de servicio una larga temporada, muchos elementos son específicos para esta versión Evolution, así que si buscas una unidad, acuérdate de los recambios.

Volvemos al asfalto para deleitarnos un poco más de esta bestia de los 90. En aquel entonces era tan potente como todos los deportivos japoneses de otras marcas, pero el encanto del Mitsubishi Pajero Evolution reside en que puedes usarlo casi a diario, como coche de campo, o inscribirte en la Baja Aragón con él y solo tener que adoptar las medidas de seguridad necesarias, sin necesidad de tocar su mecánica.
PRUEBA: Hummer H1
Hablando de esta, la mayoría de unidades salían de fábrica con cambio automático, una caja más fiable que la manual, más cómoda y sorprendentemente, bastante rápida para tener más de 20 años a sus espaldas, especialmente en los cambios ascendentes, que son los importantes cuando llegas tarde del tramo de enlace.
Mitsubishi se tomó muy en serio la homologación para la categoría T2 del Dakar, y de serie este coche incluye dos diferenciales LSD, uno por eje. Esto en campo, a baja velocidad o en situaciones difíciles de adherencia será toda una ventaja, un detalle que pocos 4×4 modernos incluyen de serie.

Si te preguntas si es rápido, se siente rápido porque empuja con contundencia y vas sentado muy arriba, pero debido a la escalada de potencia actual sus cifras de prestaciones no son muy imponentes en pleno 2022, si lo eran a finales de los 90, con un 0 a 100 km/h en 8 segundos y 205 km/h de velocidad máxima.
¿Mejor que un todoterreno moderno?
El Mitsubishi Pajero Evolution que he probado no es un coche cómodo, la suspensión firme no filtra muy bien a baja velocidad, pero a alta, se traga lo que haya en la pista. No es sigiloso, el V6 resuena con esos ecos metálicos de antaño y mucho ruido de transmisiones de por medio, pero es adictivo. En cambio si es eficaz y rápido.
Es todo un ejemplo de que Mitsubishi hacía auténticos coches de competición para calle, un Evolution con todas las letras. Además, un Pajero Evolution es toda una pieza exótica, por exclusividad, por filosofía y por haberse vendido solo al otro lado del mundo, un coche, un todoterreno, que hará cada paseo especial, ya sea por carretera o por campo.

Ficha técnica Mitsubishi Pajero Evolution |
Motor |
Cilindrada |
3.497 cc |
Cilindros
Disposición |
Delantero de 4
cilindros en V de fundición de hierro
Cuatro válvulas por cilindro |
Potencia máxima |
280 CV a 6.500 rpm |
Par máximo |
347 Nm a 3.000 rpm |
Alimentación |
Tipo |
Aspiración natural |
Transmisión |
Caja de Cambios |
Automático de 5 velocidades |
Tracción |
Total conectable |
Suspensión |
Delantera |
Independiente de doble brazo |
Trasera |
Independiente Multi-Link |
Frenos |
Delanteros |
Discos ventilados de 310 mm |
Traseros |
Discos macizos de 290 mm |
Dimensiones |
Longitud |
4.075 mm |
Anchura |
1.875 mm |
Altura |
1.925 mm |
Distancia entre ejes |
2.420 mm |
Depósito |
Capacidad |
75 litros |
Peso |
Peso |
1.970 kg |
Prestaciones |
Velocidad máxima |
205 km/h |
Aceleración 0-100 Km/h |
8,1″ |
Consumo |
Medio |
n.d. |
Ciudad |
n.d. |
Carretera |
n.d. |
Producción |
Unidades |
2.500 unidades |
Precio |
Precio en la época |
n.d. |
Fotos: Jaime Sainz de la Maza