Si todavía te da miedo la electricidad en los coches, deberías hacerte un lavado de cerebro. No siempre es mala y esta prueba del MINI Countryman S E, el híbrido de la gama, no solo te va a mostrar eso, también te va a decir que es esa electricidad su principal aliada para convencer. ¿Por qué digo eso? Para descubrirlo tendrás que seguir leyendo un ratito más.
Este vehículo se coloca como una opción, de primeras, muy atractiva. Es uno de los primeros híbridos enchufables con una autonomía decente que encontramos en el mercado. La electricidad se lleva muy bien con los coches que se utilizan en ciudad, con constates paradas y arrancadas que es donde un eléctrico marca la diferencia, ya que se recargan las baterías y evitamos las situaciones donde un motor de combustión más consume. No obstante, hasta nuestros días, la mayor parte de estos vehículos eran berlinas e incluso algún que otro SUV: ¡hacen falta más compactos y utilitarios híbridos con autonomía eléctrica!
MINI Electric Concept: a un paso de la electrificación total
El color verde de mi MINI Countryman híbrido de pruebas le viene como anillo al dedo; un verde inglés que homenajea la historia del modelo y su carácter ‘british’, y a su vez el color más ‘eco’ que también encontramos en la imagen corporativa de los MINI híbridos, aunque en este caso con un acabado fluorescente. Estéticamente el nuevo MINI Countryman es interesante: se queda un poco en tierra de nadie. No es un SUV, pero tampoco me atrevería a decir que sea un compacto al uso. Si tengo que catalogarlo, sería más bien como un monovolumen compacto con ganas de convertirse en crossover. Esta particularidad ya hace que sea diferente y prácticamente no tiene rivales en el mercado. Su sistema híbrido todavía le hace ser más especial.
En el interior me encuentro con un habitáculo amplio y, de primeras, con una calidad intachable. Asientos tapizados con cuero y costuras a rombos; detalles chulos como la Union Jack en el volante y una iluminación ambiental que hace que desde el primer instante te sientas en una atmósfera premium. No obstante, no todo va a ser una cara bonita.
Hay algo que no me gusta: el salpicadero es muy grande e invade ligeramente el espacio para las piernas. En el asiento del copiloto no molesta, pero aquellos que utilicéis una posición de conducción elevada de la banqueta corréis el riesgo de tocar con las rodillas; es el único ‘pero’ a nivel de ergonomía. La pantalla central domina la parte alta del salpicadero y destaca por su buena interfaz y nitidez; como la de cualquier otro BMW moderno.
Las plazas traseras son bastante amplias y el techo panorámico (partido en dos) hace que entre mucha luz y se sientan bastante desahogadas. No tengo duda: el interior de este MINI gustará y muchos a aquellos (y especialmente a aquellas) que busquen una imagen moderna, lujosa y muy ‘chic’. En cuanto a equipamiento de confort, tecnológico o de seguridad no se echa nada en falta, destacando un buen equipo de audio Harman Kardon, unos faros full-LED que iluminan muy bien o un arsenal de sistemas de ayuda a la conducción, como el control de crucero adaptativo o el avisador de ángulo muerto.
Pero vayamos a lo que verdaderamente os interesa. ¿Cuántos kilómetros reales puede realizar en modo 100% eléctrico, sin gastar ni un centavo de gasolina? Para ello decido llenar a tope las baterías, un proceso que no tarda demasiado: en un par de horas las tienes prácticamente a tope; lo que tardas en comer y hacer la siesta. El objetivo es cargarlo cada día por la noche, como tu teléfono móvil, aunque si tienes puesto de carga en tu trabajo, entonces ya no tienes de qué preocuparte.
Para realizar la prueba eléctrica utilizo todo tipo de vías, desde la típica autopista de circunvalación como puede ser la M40 o la Ronda Litoral en Barcelona, hasta las calles más estrechas y sinuosas. Una cosa que me gusta es su capacidad y efectividad para recargar las baterías en marcha: si te vas a mover solamente por ciudad, aunque se descargue del todo, al ir frenando en los semáforos tendrás suficiente para arrancar en modo eléctrico, que es cuando más consume un motor de combustión.
¿Y bien? Pues tras este recorrido siendo muy cauteloso con el pedal derecho, pero también intentando simular una conducción normal (sin ir con los cuatro intermitentes y a 20 km/h) el MINI híbrido de esta prueba ha conseguido realizar 30 km en modo 100% eléctrico. ¡No está nada mal! Seguro que esta cifra se puede mejorar algo, pero tampoco mucho: calcula que en el mejor de los casos puede rondar los 35 km.
Así pues, se me antoja un coche ideal para aquellos que realicen menos de 40 km en una jornada, principalmente por ciudad o por un entorno urbano. Te puedes mover en el día a día en modo eléctrico y, cuando tienes que hacer un viaje, poder recurrir al pequeño motor de tres cilindros y 136 CV que se encarga de mover las ruedas delanteras. Te recuerdo que este Countryman S E cuenta con tracción integral electrónica: el motor de combustión mueve el eje delantero mientras que el propulsor eléctrico hace lo propio con el trasero. ¿Qué pasa si no hay electricidad? Pues que eminentemente estás ante un coche de tracción delantera.
Pero la pregunta clave no es esa, la pregunta clave es: ¿qué pasa cuando se termina la electricidad? Es de esperar que un motor tan pequeño mueva a este pequeño gran coche con cierto apuro, especialmente teniendo en cuenta que las baterías hacen que su peso se dispare hasta más allá de los 1.700 kg. Ahora bien, ese no es el problema: el motor de combustión es voluntarioso y la verdad es que no mueve tan mal al conjunto: en una conducción normal será más que suficiente.
Lo que no me ha gustado tanto han sido los consumos. Aquí este tricilíndrico lo pasa mal cuando circulas por autopistas a velocidades legales. Los 1.735 kilos son un lastre demasiado grande y sus consumos se disparan más de lo que esperas. En un trayecto de autopista de unos 200 km, con un desnivel acumulado de unos 300 metros, el consumo se ha ido hasta rozar los 9 l/100 km. Una cifra que no mejora demasiado en el sentido opuesto, marcando un consumo medio de más de 8 litros; eso sin grandes lujos, siendo muy cauteloso con el pedal derecho.
Además, para viajar, este MINI 'eléctrico' no me parece un coche especialmente confortable: los asientos son buenos, pero el conjunto es algo seco y tienes la sensación de estar ante un coche menos estable que un compacto. Echo de menos una pisada algo más refinada. Creo que si estás buscando un coche para hacer muchos kilómetros fuera de la ciudad, esta no es tu mejor opción: cualquier compacto con un motor de gasolina moderno le supera en prácticamente todo, especialmente en consumos.
Ahora bien, en ciudad la cosa mejora y mucho. Sin duda esta prueba del MINI Countryman S E All4 me ha dejado muy clara una cosa: es una opción fantástica si buscas un coche para diario, respetuoso con el medio ambiente y con la posibilidad de poder circular en episodios de alta contaminación. Su imagen es muy potente, su interior de calidad y tiene todo el equipamiento que se espera de un coche del Grupo BMW del año 2017. En ciudad puede llegar a ser un verdadero chollo, más que cualquier híbrido tradicional al estilo del Prius o del Lexus CT200h (prueba). Además, se carga rápido y cuando viajas con los dos motores dando lo mejor de sí, los resultados salen solos.
Lo malo sale a relucir si tu objetivo es hacer muchos kilómetros en autopista o en carretera nacional, en viajes largos, vaya. Si lo haces de manera ocasional puede seguir siendo una opción muy atractiva, pero si es el objetivo final del coche, no te lo recomiendo: ese extra de peso y ese motor tan pequeño pasan factura al consumo. ¡El rey pijo de la ciudad!
A destacar | A mejorar |
Imagen | Peso |
Autonomía eléctrica | Consumos sin apoyo eléctrico |
Calidad general | Salpicadero algo intrusivo |
Raul, muy buena prueba que coincide con mis sensaciones al probarlo en un concesionario. Es la prueba que mas se parece a la realidad. Yo le pude hacer 33 km en electrico callejeando e intentando conducir anticipando. Las sensaciones al conducir son increibles, tanto por la suavidad y silencio, como por el conjunto dirección - suspensión. Pero lo peor es cuando vuelves a tu coche diesel de última generación... de pronto te parece un tractor prehistórico. Creo que es el mejor coche que he probado.