Dicen que para lograr grandes cosas, no sólo debemos actuar, sino también soñar. Y de un sueño, de uno gestado en un bar de Londres, ha surgido el modelo que vamos a probar: el INEOS Grenadier. Un modelo que no pega con la situación actual del mercado porque no es un SUV y, ya te digo yo, que no está electrificado. Todo lo contrario, hablamos de un 4x4 a la vieja usanza que disfruta más de una jornada de barro que de un bocata de kilovatios. Y en esta prueba que aquí te traemos vamos a demostrarte por qué este tipo de coches no debería de extinguirse nunca.
Te hace sentir pequeño
El Grenadier toma su nombre del pub londinense en el que un magnate británico, Sir Jim Ratcliffe, junto a su cuadrilla de amigos decidió, entre pinta y pinta y tras un viaje a Bostwana del propio Ratcliffe, que era el momento de sacar al mercado el todoterreno total. Más cuando consideraban que los (prueba) Jeep Wrangler y, sobre todo, (prueba) Land Rover Defender de nueva generación habían perdido la esencia con la que fueron construidos hace más de medio siglo.
Así, tras dos años de desarrollos, pruebas y validaciones, las primeras unidades ya están siendo entregadas a sus dueños, quienes tendrán aparcado una auténtica bestia off-road. Decimos esto porque si en las imágenes te parece grande, en vivo impresiona aún más. Estamos ante un coche que mide 4,92 metros de largo por 1,93 de ancho y 2,03 metros de alto, con unas formas cuadradas que, sí, es evidente, recuerdan al del Defender clásico.
Dicho esto, tiene su personalidad propia determinada por detalles como:
- Las bisagras y los tornillos de las puertas expuestos.
- Los neumáticos de tacos firmados por BF Goodrich.
- Los faros redondeados, la calandra estrecha y con lamas verticales o un paragolpes delantero extremadamente grande en el que incluso te puedes sentar a mirar el paisaje.
- El Snorkel situado en esa zona con el que, como dice la canción, no habrá río lo suficientemente profundo que te impida seguir.
- O una zaga que a mí me tiene enamorado y que combina la rueda de repuesto, un portón dividido en dos y una práctica escalera para subir al techo.
La gama se estructura en dos niveles de acabado en el caso de la versión ‘de pasajeros’ (hay otra destinada al uso comercial): Fieldmaster Edition, con un toque más elegante y sin algunos de los elementos descritos antes, o Trialmaster, para quienes aman de verdad la aventura y las situaciones más extremas que es, además, la que nosotros hemos escogido -ambos equipan componentes españoles-.
Independientemente de ello, el público objetivo es todo aquel que necesite un 4x4 de trabajo, duro y sin concesiones y que en estos momentos solo puede adquirir un pick-up. Y hablando de pick-up, este Grenadier con carrocería todoterreno no será el único que llegue, pues la firma inglesa ya ha confirmado la llegada de un Ineos Grenadier Quartermaster e incluso una de batalla extendida con tres filas de asientos.
Un mar de comandos
Ya que hablamos del interior, nos metemos de lleno en la cabina, que tiene un aspecto más propio de una aeronave que de un coche; también destapa el gusto de Sir Ractliffe por la aeronáutica. Una vez te acostumbras a la cantidad de botones que hay repartidos por el salpicadero y por el techo, ves que la robustez es su máxima, con materiales duros, firmes y que pueden lavarse con un manguerazo de manera sencilla, para lo cual también dispone de varios desagües.
Como te decía antes y te confirmo aquí, este coche va a contracorriente, porque en una era digital como la actual, el puesto de conducción apenas ofrece pantallas. Por no haber no hay ni la del cuadro de instrumentos para así, según la firma, ver mejor lo que tenemos delante. En cuanto a la central ofrece muchos menús y muy bien trabajados con, sobre todo, un montón de información off road.
En lo relativo a la habitabilidad del INEOS Grenadier, no hay demasiados peros, y la verdad es que la zona trasera es apta para ocupantes adultos, tanto por hueco para las rodillas como, sobre todo, para la cabeza. El único pero es quizá la posición demasiada erguida de los respaldos, pero a quien le guste ir dando botes detrás no tendrá quejas.
En cuanto al maletero, una de sus grandes virtudes es que puede llegar a cubicar hasta 2.035 litros si abatimos los respaldos posteriores, perfecto para cargar un europallet, para lo cual cuenta igualmente con 10 anillas de anclaje. En el caso de que quieras viajar con más gente, no desesperes, porque el Grenadier propone 1.135 litros que es una cifra gigantesca que, por ejemplo, duplica a la del Wrangler 4xe.
Prueba del INEOS Grenadier Station Wagon Trailmaster Edition
En marcha, el principal cometido de su creador es que el Grenadier dure para toda la vida, independientemente de por donde le metas, que ya te digo que va a ser por donde quieras. Para ello el coche cuenta con todo lo que puedes imaginar. Desde su construcción, con un chasis de largueros y travesaños, hasta el uso más básico de la electrónica. Igualmente tenemos la posibilidad de bloquear los tres diferenciales, el delantero, el central y el trasero con los comandos del techo, mientras que la reductora puede conectarse sin necesidad de bloquear los diferenciales lo cual le dota de mayor practicidad de uso.
Ni que decir tiene que contamos con un control de descenso de pendientes excelente, al tiempo que los ángulos de ataque, salida y ventral son de lo mejor del mercado con 35,5 36,1 y 28,2 grados, respectivamente, a lo que se suma una altura libre al suelo de 26,4 cm y una profundidad de vadeo de 80 cm.
Durante la prueba del INEOS Grenadier te puedo asegurar que me da la sensación de no haberle exprimido ni un 25% de su potencial, no porque el terreno preparado fuera sencillo, sino por la facilidad con la que el Grenadier consigue absorber todo, desde una trialera hasta una subida o un descenso pronunciados, pasando por piedras, cruces de puentes (solo nos ha faltado el comentado vadeo), pero en cualquiera de las situaciones, incluso si eres hábil, lo puedes subir con el menor agarre, sin tener que bloquear los diferenciales.
En lo relativo al motor, como en otras partes del coche, echa mano de su colaboración con marcas especializadas, y aquí los bloques son de origen BMW. Y sí, hablamos en plural porque llegará con dos, y lógicamente sin nada de electrificación partiendo de un diésel de 249 CV o de un gasolina de 286 CV, ambos a través de un bloque de seis cilindros en línea y 3,0 litros que suena tan bien como empujan. Lo más llamativo de ambos es, sin duda, el par máximo, de 450 Nm en el gasolina y nada menos que 550 Nm en el de gasóleo. Cifras que ayudan, lógicamente, a que la conducción off-road sea mucho más efectiva todavía.
Quizá el único pero que podemos sacarle sea el del peso, pues hablamos de taras de más de 2,7 kilos y rozando los 2,9 en el caso del diésel. Eso se deja notar en circulación on-road, donde, además, la dirección tampoco acompaña demasiado en lo que a comunicación se refiere, pero claro, quien nace en libertad ¿por qué ha de ponerse zapatos? Dicho esto, del consumo mejor ni te hablamos, aunque sí he de decirte que me ha sorprendido la gran insonorización que ha ofrecido, incluso circulando a velocidades altas.
En definitiva
A contracorriente. Esta es la principal conclusión a la que llegamos cuando nos bajamos por primera vez del Grenadier. En un mundo electrificado, y en el que el uso de los coches es cada vez menos interesante, va un apasionado de los mismos como Sir Ractlife y se saca de la chistera tras una conversación con pintas de por medio este INEOS Grenadier. Un modelo que llega para cumplir su máxima de ser el mejor 4x4 del mundo. De momento, podemos asegurar que si no lo es ya, está rozando el cetro.
Si no por rendimiento, que seguro, al menos por precio, porque estos parten de los 73.243 para el Utility Wagon (el comercial) de dos plazas, sube 1.000 euros en los de cinco y pasa ya a los 93.930 euros de los Wagon, ya sea en la edición Trialmaster o Fieldmaster -aquí tienes todos los precios del INEOS Grenadier-. Por cierto, si te parece caro, la realidad es que su tarifa es algo más elevada que la de los Defender y Wrangler básicos, pero no mucho más alta de las versiones más off-road. Respecto al Clase G, es otro cantar y este Grenadier es infinitamente más barato.
Tres contendientes de renombre a los que se pueden sumar otros como el Land Cruiser o el nuevo Ford Bronco para disputar quién es de verdad el mejor 4x4 de la Historia. Aunque para ello, al Grenadier le queda aún recorrido. Pero ojo, porque aunque sea un coche analógico y más propio del pensamiento de comienzos del siglo XX, la realidad es que INEOS está trabajando igualmente en el futuro, y así ha confirmado que tendrá listo una alternativa tanto eléctrica como impulsada por hidrógeno. Toda una declaración de intenciones.
Ficha técnica INEOS Grenadier Station Wagon Trailmaster Edition | ||
Motor | Cilindrada | 2.993 cc |
Cilindros | 6 en línea | |
Potencia máxima | 249 CV / 3.250 - 4.200 rpm | |
Par máximo | 550 Nm / 1.250 - 3.000 rpm | |
Alimentación | Tipo | Inyección directa. Admisión variable. Turbo geometría variable |
Transmisión | Caja de Cambios | Automática, 8 velocidades Convertidor de par |
Tracción | Total | |
Suspensión | Delantera | Eje rígido Resorte helicoidal |
Trasera | Eje rígido Resorte helicoidal |
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Frenos | Delanteros | Discos ventilados / 316 mm |
Traseros | Discos / 305 mm | |
Dimensiones | Longitud | 4.896 mm |
Anchura | 1.930 mm | |
Altura | 2.036 mm | |
Distancia entre ejes | 2.922 mm | |
Maletero | Volumen | 1.135 / 2.035 litros |
Peso | Peso | 2.819 kg |
Prestaciones | Velocidad máxima | 160 km/h |
Aceleración 0-100 Km/h | 9,9 seg | |
Consumo | Combinado | 12,1 l/100 km |
Velocidad baja | N.D. | |
Velocidad media | N.D. | |
Velocidad alta | N.D. | |
Velocidad muy alta | N.D. | |
Emisiones | Emisiones de CO2 | 310 g/km Euro 6 - Etiqueta C |
Precio | Precio oficial | Desde 93.930 euros |