¿Cuáles son los mejores coches deportivos Ford que han existido a lo largo de la historia de la marca americana? No te pienses que solo está el Mustang. Durante su larga historia, la firma originaria de Michigan ha lanzado modelos capaces de emocionar a cualquiera. Vehículos que sorprenden incluso décadas después de haber sido presentados. Estos son nuestros favoritos, ¿y los tuyos?
Ford Mustang
El (prueba) Ford Mustang no solo es uno de los mejores coches deportivos Ford que han existido (y existen), sino también uno de los más aclamados en la historia de la automoción. El pony car por excelencia. Sus décadas de vida le han convertido en mito, símbolo y leyenda. A día de hoy es un privilegio poder seguir escuchando rugir su motor atmosférico V8.
Ford GT
El (prueba) Ford GT es un hiperdeportivo de tomo y lomo. Radical hasta no poder más. La última generación de este norteamericano cuenta con un motor EcoBoost de seis cilindros en V y 3,5 litros que eroga 647 CV de potencia y un par motor máximo de 745 Nm. Acelera de 0 a 100 km/h en solo tres segundos. Un coche hecho por y para la competición... pero homologado para circular por la vía pública.
Ford Sierra RS Cosworth
Los coches deportivos Ford han sido míticos, pero hay una berlina que ha sobresalido por encima de todas: el Sierra RS Cosworth. Tan solo se produjeron algo más de 5.000 ejemplares de este Ford para homologar la versión de competición. Un modelo muy radical con un kit estético y aerodinámico de lo más agresivo. Y con un rabioso motor de 2,0 litros.
Ford Escort RS Cosworth
Podría decirse que el (prueba) Ford Escort RS Cosworth era el hermano pequeño del Sierra RS Cosworth. El abuelo del Focus tuvo esta versión deportiva disponible en su gama, aunque no por mucho tiempo. Únicamente se construyeron unas pocas miles de unidades y nosotros pudimos de tener entre manos un ejemplar con 300 CV de potencia y mucho nervio.
Ford GT40
¿Quién no recuerda la historia de Ford contra Ferrari y de cómo los americanos quisieron conquistar Le Mans? El Ford GT40 nace de esa rivalidad. Un superdeportivo que consiguió hacerse con el trono en el mítico circuito durante cuatro años consecutivos. Solo han existido algo más de 100 ejemplares y montaba un poderoso propulsor V8 con diferentes cilindradas a lo largo de su trayectoria.
Ford RS200
El Ford RS200 es otro de esos coches que se sienten extraños en la vía pública: su hábitat natural es el circuito. La firma yanqui fabricó algo más de 100 iteraciones de este coche para homologar la versión encargada de competir en el Grupo B. Un modelo hecho por y para correr con 255 CV de potencia, 291 Nm de par motor máximo, cambio manual de cinco velocidades y una solvente tracción a las cuatro ruedas.
Ford Puma
Lo que ahora entendemos como un (prueba) Ford Puma está bastante alejado de lo que era la primera generación de este modelo. Un vehículo con aspecto deportivo, una línea de coupé y un comportamiento dinámico muy bueno, sobre todo por su bajo peso y centro de gravedad. Tuvo dos motores, uno con 90 y el otro con 125 CV, este último de origen Yamaha.
Ford Probe
No suelen verse muchos Ford Probe por la calle, al menos en España. Sin embargo, hay que reconocer que se trata de un modelo muy atractivo. Sus sugerentes líneas de coupé y sus faros escamoteables llaman mucho la atención. Eso sí, sus motores eran bastante gastones, mientras que sus prestaciones tampoco eran nada del otro mundo. Pero molaba mucho, tenía un punto excéntrico muy interesante.
Ford Focus RS
El último en la lista de los mejores coches deportivos Ford es el (prueba) Ford Focus RS de anterior generación. Lo que conquistaba a todo el mundo era su perfecto comportamiento dinámico y un motor al que le gustaba mucho estirar. Sus 350 CV de potencia se dejan notar en una melodía espectacular, y la guinda del pastel la pone su modo drift para ir de costado.