Audi Sport es la división de vehículos deportivos de la firma de los cuatro aros. Audi está orgulloso de su trayectoria, con más de 25 años de experiencia en el desarrollo y producción de coches de alto rendimiento con especificaciones de calle que, en la actualidad, ofrece una gama con hasta 10 modelos diferentes adaptados a las necesidades de sus clientes. Y, recientemente, hemos pasado un día probando la gama RS en un Audi Driving Experience celebrado en el Circuito de Navarra, en Los Arcos.
Los Audi Driving Experience son cursos de conducción deportiva que el fabricante organiza anualmente en diversos circuitos españoles. Están abiertos al público, es decir, tanto si eres cliente de Audi como si no, puedes inscribirte y participar para vivir una experiencia donde no solo disfrutarás de miles de caballos de potencia en la pista de carreras, sino que también aprenderás técnicas de conducción segura y de altas prestaciones.
Acudimos al evento organizado en el Circuito de Navarra, en Los Arcos, en calidad de invitados junto a otros medios y prensa especializada. Durante una jornada completa conoceríamos de primera mano las características de una gama de modelos Audi RS compuesta por hasta 10 vehículos diferentes, divididos a su vez en 14 carrocerías.
En la pista navarra tendríamos la oportunidad de pilotar todos los modelos de la gama RS junto a un equipo de instructores especializados que nos descubrirían los secretos del circuito y cómo mejorar nuestra técnica de conducción deportiva. Y el resultado, como podrás leer en esta crónica, no nos defraudó.
Una jornada probando la gama RS en un Audi Driving Experience
La oferta incluía todos los modelos disponibles en la gama Audi Sport. Desde los coches compactos, como el nuevo Audi RS 3 (prueba), el Audi TT RS (prueba) o el Audi RS Q3 (prueba), hasta grandes y potentes superdeportivos como el Audi R8 (prueba) o el eléctrico Audi RS e-tron GT (prueba). Los coches disponibles se dividían en grupos de tres, junto a un instructor asignado a cada grupo que se encargaría de orientarnos, ilustrarnos y, en algunos casos, corregirnos.
Tras un breve briefing sobre seguridad y otras cuestiones, llega el momento de salir a pista. El primer grupo incluye modelos de la gama compacta de Audi, como el nuevo RS 3 y el TT RS. Me pongo a los mandos del RS 3 Sedán, ajusto el volante y el asiento a mi posición, y me preparo para seguir al pie de la letra todas las indicaciones de Yago, nuestro instructor.
Haciendo uso de un walkie-talkie, Yago nos irá mostrando en primer lugar cuál es la trazada correcta que debemos seguir para circular por el Circuito de Los Arcos. En cada curva encontramos unos conos situados en el punto exacto en el que debemos frenar o acelerar, o al que dirigir el vehículo. Lo primero que nos explica el instructor es que debemos aprovechar en todo momento el ancho de la pista. Esto nos permite orientar mejor el vehículo para tomar las curvas y salir de ellas con mayor velocidad.
Cómo un compacto deportivo puede ser suficiente
Tras la primera vuelta de reconocimiento, memorizando las trazadas y averiguando cómo se comporta el coche, es el momento de aumentar el ritmo. El RS 3 Sedán se muestra ágil y dinámico en curva, con aplomo y una gran patada gracias al motor 2.5 TFSI de cinco cilindros y 400 CV. La transmisión S tronic de doble embrague y siete velocidades, y el sistema de tracción quattro, facilita tanto las aceleraciones como la capacidad de tracción y el paso por curva.
Poco a poco me voy sintiendo más cómodo, tanto con el coche como con la configuración del Circuito de Navarra. Es una pista rápida, con curvas amplias en subida y algunas más técnicas donde es necesario llevar al máximo la capacidad de frenado de los Audi RS. Tres vueltas, y una cuarta de refrigeración, y de vuelta a boxes para hacer un descanso, compartir impresiones y nuevas indicaciones de Yago para seguir evolucionando.
El familiar con el que todos soñamos
Segundo turno. Esta vez subimos de nivel y pasamos a conocer a los modelos más potentes de la familia. El Audi RS 6 Avant (prueba), un enorme familiar de segmento E con un motor V8 4.0 biturbo de 600 CV y un equipo de frenos carbocerámicos opcional (12.570 euros), es el elegido. El salto es abismal. No solo en términos de potencia y capacidad de aceleración, si no también en peso, dinámica y aplomo. A pesar de su considerable tamaño, no se percibe como un coche lento o pesado.
Es rápido, es ágil y se muestra tremendamente estable. Solo logro escuchar el chirrido de los neumáticos del RS 6 Avant cuando freno con contundencia. La potencia de frenado del equipo cerámico es impresionante, con una capacidad pasmosa para reducir la velocidad en pocos metros.
Además, el V8 empuja endiabladamente y la capacidad de tracción, incluso en curvas largas abriendo gas, permite al RS 6 seguir la trayectoria que le dicto con el volante. No hay inercias ni subviraje. Como único punto a mejorar, echo en falta algo más de agarre lateral en los asientos delanteros, que no terminan de sujetar bien el cuerpo en curva, lo que obliga a agarrarte al volante con firmeza.
La joya de la corona: Audi R8
Vuelvo a boxes con la sensación de haber conducido el mejor coche familiar deportivo y que pocas cosas quedan en la parrilla para mejorar la experiencia. Hasta que mis ojos se posan en el Audi R8 V10 Decennium terminado en gris Daytona con unas llantas exclusivas en bronce mate. Es espectacular desde cualquier ángulo desde donde lo contemples, y el V10 de 5.2 litros es la joya de la corona de la gama Audi Sport.
Lo elijo para dar las siguientes tres vueltas al circuito sabiendo que es uno de los solo 222 ejemplares fabricados. El R8 en cuestión es una versión RWD, por lo que su motor de diez cilindros rinde 570 CV de potencia. He de reconocer que el R8 era el que más dudas me generaba por su configuración, pero también que se convirtió en el que logró plasmar una sonrisa permanente en mi cara para el resto de la jornada probando la gama RS en un Audi Driving Experience.
El sonido, la respuesta del motor, su noble chasis, la comunicativa dirección o su capacidad de aguantar y aguantar todo lo que le exijas en el circuito hicieron del R8 V10 Decennium el modelo que más disfruté. Con él me sentí realmente cómodo, uno solo con el coche, exprimiendo cada recta y pasando a toda velocidad por las curvas. Incluso sientes cómo el eje trasero quiere bailar al salir de la curva y cómo la electrónica lo mantiene todo bajo control para que nada enturbie la experiencia.
Ese propulsor casi infinito, capaz de estirar cada marcha hasta superar la barrera de las 8.000 rpm, va acompañado de una banda sonora espectacular. Además, el R8 es un coche dócil, fácil de conducir a pesar de ser un superdeportivo, bien aislado y con cierto grado de confort.
¿Y con un SUV deportivo?
Y en la última ventana en pista, escojo el Audi RS Q3. Es un salto importante, especialmente si tenemos en cuenta los dos modelos que he podido probar anteriormente. El puesto de conducción elevado, la aerodinámica o la puesta a punto de la suspensión es radicalmente diferente. Y eso requiere de cierta valentía a la hora de afrontar las curvas. No es tan fácil de llevar al límite como otros modelos de la gama, y hay ciertas limitaciones a tener en cuenta.
A pesar de ello, siguen siendo 400 CV de potencia gestionados por un sistema de tracción quattro. Me sorprende su desempeño en circuito. Cómo, aunque es un coche más grande, puede aguantar un buen ritmo y me ayuda a ir puliendo aquellos pequeños errores que he cometido en vueltas anteriores gracias, también, a los consejos de Yago
Acaba la jornada y me llevo un buen sabor de boca a casa. Primero, porque he podido disfrutar de casi 2.000 CV de potencia en circuito. Segundo, que he aprendido mucho acerca de las trazadas, a tomar puntos de referencia, a frenar en circuito y a disfrutar de la conducción deportiva en un entorno seguro. Y tercero, que la gama Audi RS es amplia y que cualquiera puede encontrar el modelo que más se adapte a sus necesidades.
Gama Audi RS 2022