El predecesor del Audi RS Q3 de la prueba fue el primer SUV de Audi que hizo gala del apellido RS, allá por 2013, y sigue siendo, tras su renovación a finales de 2019, uno de los más rabiosos del mercado gracias a su ajuste deportivo y los 400 CV de su motor de 5 cilindros. Súbete con nosotros para saber qué se siente al volante de esta fiera.
Audi nomina a sus modelos con rasgos deportivos con la sigla S, y reserva las RS para aquellos que de verdad presentan una personalidad en la que el dinamismo es el protagonista, con amortiguaciones duras, sonido majestuoso y en general tacto muy directo. Los que queremos que las siglas RS las lleven hasta los carricoches de bebé sabemos que la altura y el peso de los SUV (en este caso, 1,85 metros y 1.800 kilos respectivamente) no son buenas cartas de presentación para un deportivo, pero hay que darle la vuelta a la tortilla: ¿Te gustan los SUV y la conducción dinámica? Pues entonces este es tu coche. Además, para un SUV de este tamaño, un peso de 1.800 kilos no está nada mal.
Y ello se debe sobre todo a que hay pocos SUV de la potencia de nuestro protagonista en un carrocería tan compacta (4,5 metros), todos los que tienen el mismo nivel de potencia o superior son más grandes, y por ello más pesados. Así que el Audi RS Q3 es, junto con el Porsche Macan, uno de los SUV más ágiles del mercado.
Por fuera
El nuevo RS Q3 que pruebo se basa en el Audi Q3, que se diferencia de los Q3 Sportback (prueba) en versión normal y RS por que estos últimos tienen una carrocería más afilada. Con ella resultan más agradables a la vista si nos gusta el dinamismo, ya que garantiza rasgos más deportivos, ayudada por los 45 mm menos de altura. Eso sí, tales líneas roban algo de capacidad interior.
Y los Audi RS Q3 en particular se distinguen por detalles como la parrilla de mayor tamaño, defensas con tomas de aire más grandes, o dos salidas de escape ovaladas flanqueando el difusor de la defensa trasera. Además, los pasos de rueda han sido ensanchados 10 milímetros en concordancia con vías más anchas, y dejan la carrocería otros 10 mm más cerca del suelo, datos que anuncian un reajuste de la amortiguación y no solo su endurecimiento.
En el interior la calidad es de coche premium, con perfectos acabados y pespuntes, a los que se han añadido destacables asientos tipo bacquet que pasan a ser los protagonistas en la cabina. Como no puede ser de otra manera, la postura de conducción es perfecta para viajar y para los atascos, por su altura, pero no demasiado deportiva para pilotar. Además, Audi ofrece amplias posibilidades de personalización, con cuero vuelto o superficies en fibra de carbono que incrementan de manera notable el aspecto racing.
La mecánica
El motor, de 400 CV entre 5.850 y 7.000 rpm, y 480 Nm a menos de 2.000 rpm, ha sufrido una importante evolución frente a de su predecesor, prácticamente ya solo comparten la cilindrada, 2,5 litros, los cinco cilindros -una arquitectura tradicional en la historia de Audi-, y la sobrealimentación por turbo. Así dotado, es casi idéntico al que monta el actual Audi TT RS (prueba). Ahora fabricado en aluminio, ha ahorrado con ello 18 kilos de peso, tiene cigüeñal hueco, y emplea inyección mixta directa e indirecta, esta última en momentos puntuales en los que la solicitación de potencia es baja. Con ello se optimizan prestaciones y consumos.
Sus prestaciones se resumen en una velocidad máxima de 250 km/h -280 en opción-, y un paso de cero a cien en 4,5 segundos. Mientras, su consumo medio es de 9,8 litros, etiqueta C de la DGT.
La fuerza del motor es entregada a las rueda delanteras mediante una caja de cambios de doble embrague, y como buen Quattro, el ordenador se encarga, en los momentos en los que es favorable, de enviar fuerza al eje trasero mediante un embrague multidisco. Te recordamos que Audi siempre denomina Quattro a sus modelos de tracción total, aunque el sistema en sí sea muy diferente según versiones y nuevas generaciones.
Ponemos a prueba el Audi RS Q3
Comenzamos encendiendo el coche y pulsando el “botón sport”. Audi lo ha configurado en los modos Confort, Auto, Dynamic, Efficiency, Individual, RS1 y RS2, y lo cierto es que su eficacia es notable, y sobre todo si añadimos a la lista de deseos la recomendable amortiguación de dureza variable opcional (1.310 euros). Nada más pulsarlo hacia los modos deportivos, el motor ruge con más poderío, entrega la fuerza más instantáneamente, y la dirección se hace más firme. Ah, y si estás en movimiento, la caja baja alguna marcha, para colocar la aguja en donde haya potencia de sobra. ¡Emociona nada mas pulsarlo!
La salida del Audi RS Q3 de la prueba es fulgurante, espectacular, pone los pelos de punta. Y más porque a ese comentado 0-100 en 4,5 segundos se suma que te sientes como Aníbal en sus elefantes de guerra en plena carga contra los romanos, rodeado de un rugido épico. Los más puristas notarán su melodía algo algo artificial... al resto de los aficionados le parecerá mucho mejor que el de cualquier deportivo de hace diez años.
Pronto comprobamos que la enorme calidad del motor no solo la pone su potencia, también cómo la entrega: tiene bajos contundentes, a unas 2.000 rpm ya entrega todo su par motor, pero lo más llamativo es que a 7.000 rpm es cuando entrega la potencia máxima, no es de esos turbos que se acaban a 6.000. Así que en conducción serena tenemos bajos para aburrir, y en conducción deportiva querrás ir al corte para disfrutar de toda la cuadra, aunque lo cierto es que no es necesario apuntar tan alto, pues encuentras fuerza en todo momento ¡lo harás por pura pasión! En definitiva, me ha sorprendido esta capacidad de aunar bajos y altos tan llenos de fuerza.
Caja y frenos
En en avance, la caja de cambios de doble embrague resulta perfecta para pilotar, y emula a los coches de carreras “gordos”. Podemos cambiar con las levas, y gracias a que preselecciona la marcha siguiente con un embrague mientras el otro sigue funcionando, el cambio se produce un parpadeo.
El potente equipo de frenos funciona a la perfección, con nada menos que discos de 375 mm delante. Eso sí, en conducción deportiva, por el peso del conjunto, hay que tener cuidado en descensos pronunciados o carreteras con fuertes frenadas, tanto por el calentamiento como porque llegas a ellas con mucho peso en movimiento, y eso no se detiene fácilmente. Si piensas hacer este tipo de conducción a menudo quizá puedas pensar en los frenos de carbono que se ofrecen como opción (6.350 euros), que no frenan más, pero aguantan mejor las altas temperaturas.
En la cocina con el RS Q3
Llegamos a las curvas. Como esperas, esa carrocería de 1,85 metros de alto balancea más que un deportivo de 1,40, y presenta un ligero subviraje, pero llama la atención lo bien contenidos que están esos balanceos, y la calidad de los cambios de apoyo: el coche ofrece una gran agilidad y seguridad.
Una vez en la cocina, hemos comprobado en nuestra prueba que el Audi RS Q3 se comporta de una manera muy neutra, más cercana a los tracción delantera que a los trasera. Al soltar gas la trasera no se insinúa, y al acelerar notamos el empuje delante, aunque enseguida la zaga colabora a entregar fuerza y la salida de los giros buscando la recta resulta brillante, es posible acelerar bien pronto. Al contrario que las berlinas deportivas de Audi con autoblocante trasero, el RS Q3 no marca la trasera de forma contundente en aceleración, si lo hace es muy moderadamente, de forma que es muy difícil sobrevirar por acelerar demasiado.
Para terminar, cuando volvemos a casa después de los tramos la calidad de marcha es notable, aunque sin la amortiguación variable lo cierto es que puede resultar demasiado dura. Además, el doble embrague, tan perfecto para pilotar, puede resultar algo brusco al aparcar o iniciar la marcha.
En definitiva, solo el Porsche Macan es un SUV más ágil que el RS Q3, aunque evidentemente un Audi RS 3, con el mismo motor y menos peso y altura, va notablemente mejor. Así que para los que deseen un SUV, y el tacto deportivo y la diversión al volante sean importantes, sin olvidar un posible uso cotidiano o para viajar, nuestro protagonista es uno de los modelos más señalados.
A destacar | A mejorar |
Tacto deportivo | Consumos |
Motor potente y fácil de exprimir |
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Calidad general |
Ficha técnica Audi RS Q3 | ||
Motor | Cilindrada | 2.480 cc |
Cilindros | 5 en línea | |
Potencia máxima | 400 CV / 5.850-7.000 rpm | |
Par máximo | 480 Nm / 1.950-5.850 rpm | |
Alimentación | Tipo | Inyección directa e indirecta. Turbo, intercooler |
Transmisión | Caja de Cambios | Automática doble embrague 7 velocidades |
Tracción | Total | |
Suspensión | Delantera | Independiente McPherson Muelles helicoidales Barra estabilizadora |
Trasera | Independiente por doble triángulo Muelles helicoidales Barra estabilizadora |
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Frenos | Delanteros | Discos ventilados 375 mm |
Traseros | Discos ventilados 310 mm | |
Dimensiones | Longitud | 4.506 mm |
Anchura | 1.851 mm | |
Altura | 1.602 mm | |
Distancia entre ejes | 2.681 mm | |
Maletero | Volumen | 530 litros |
Peso | Peso | 1.790 kg |
Prestaciones | Velocidad máxima | 250 km/h |
Aceleración 0-100 Km/h | 4,5 seg | |
Consumo | Combinado | 9,8 l/100 km |
Velocidad baja | n.d. l/100 km | |
Velocidad media | n.d. l/100 km | |
Velocidad alta | n.d. l/100 km | |
Velocidad muy alta | n.d. l/100 km | |
Emisiones | Emisiones de CO2 | 222 g/km Euro 6 – Etiqueta C |
Precio | Precio oficial | Desde 73.750 euros |
Imágenes: Álex Aguilar para Periodismo del Motor.