En Periodismo del Motor, a menudo, hablamos de prototipos raros. Nos gusta descubrir esas extrañas criaturas que salen de la mente de los diseñadores y que se materializan en coches únicos que, por lo general, nunca llegan a producción, aunque en muchos casos sirven de inspiración para otros modelos, o simplemente para demostrar al mundo la línea que va a seguir un determinado fabricante en cuanto a diseño se refiere. Y si hablamos de rarezas, no podemos pasar por alto el Italdesign Michimoto de 1986.
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Italdesign asegura que “no es un coche y no es una moto”, y lo define como “la síntesis perfecta entre ellos”. Nos remontamos al Salón del Automóvil de Turín de 1986 para descubrir un concept car basado en la plataforma y el motor de un Volkswagen Golf de segunda generación -conoce su historia- con un interior de hasta nueve plazas.
Italdesign Machimoto (1986): el extraño concept con base de Golf y hasta nueve plazas
Machimoto surge de la combinación de las palabras italianas “MACHIna” y “MOTOciclo” en una clara referencia a la fusión de los conceptos coche y motocicleta. Tomaba como base el chasis de un Golf Mk2 al que Italdesign añadió una futurista carrocería con un interior basado en la ciencia ficción. Se creó pensando en un público juvenil, en una época, además, donde el bajo precio del combustible animaba a los fabricantes a crear vehículos recreativos.
El Italdesign Machimoto de 1986 lucía formas redondeadas en el frontal, con faros enrasados y un gran parabrisas delantero. En los perfiles, las llantas integraban una extraña cubierta que carenaba parcialmente las ruedas. Del eje trasero brotaba una especie de puerta/larguero contra impactos laterales que basculaba 90 grados para dar acceso al interior. Además, una sobredimensionada barra antivuelco trasera se encargaba de proteger a los ocupantes en caso de accidente, aunque cuestionamos su efectividad.
Un interior para hasta nueve pasajeros
Pero más raro es aún el interior del Machimoto Concept. En la cabina es donde realmente se aprecia el concepto de motocicleta agregado a este futurista prototipo. Dentro, se instalaron dos hileras paralelas de asientos longitudinales con seis plazas bien definidas. Los pasajeros se sentaban a horcajadas como si estuvieran en una moto, con la diferencia de que se añaden cinturones de seguridad con dos puntos de anclaje.
Como puedes apreciar en las fotos que ilustran este artículo, el habitáculo podía albergar hasta a nueve pasajeros si estos no eran demasiado grandes y utilizaban el tercer asiento trasero, ubicado delante del compartimento portaequipajes. El puesto del conductor también resulta llamativo. En el salpicadero del Italdesign Machimoto se integraron todo tipo de relojes y medidores, incluyendo el cuadro de instrumentos tradicional y una brújula, entre otros.
El mando que controla la dirección es una mezcla entre un manillar y un volante convencional. Cuenta con dos perillas horizontales que pueden variar su posición para configurar la postura del conductor. Había tres posibles opciones: reposo (dentro de los radios), vertical (90 grados con respecto a al volante) y abierto (paralelo al volante).
El motor del Golf GTI
Bajo el capó, la compañía italiana adoptó el bloque de 1.8 litros, cuatro cilindros y 16 válvulas del Volkswagen Golf GTI Mk2. Este propulsor podía desarrolla hasta 139 CV de potencia y un par máximo de 168 Nm, y estaba gestionado por un cambio manual de cinco velocidades que se controlaba mediante una palanca de cambios convencional.
Por razones obvias, este prototipo no llegó jamás a la fase de producción. Además, creó bastante revuelo cuando se presentó en Turín en 1986. Mientras unos felicitaron a la marca por su innovación, otros directamente cuestionaron este concepto. Aun así, Italdesign se atrevió a fusionar dos de los vehículos más opuestos que existen, y eso es, sin duda, de admirar.