El Salón de Frankfurt de 1985 no fue un evento cualquiera: echaba a rodar la historia del BMW M3, uno de los coches más queridos por los aficionados a los coches de altas prestaciones y altas sensaciones. El BMW Serie 3 era un coche clave para la marca: formaba parte de la gran evolución que había empezado en el Serie 5 en 1972. No obstante, el BMW Serie 3 debía ser el coche de mayor volumen: la primera generación fue lanzada en 1975, en una época golpeada por la Crisis del Petróleo.
Historia del BMW M3: la competición, germen del proyecto
En 1982 se presenta el BMW Serie 3 E30 y los años 80 ya lucen un aspecto mucho más saludable en cuanto al coche como un elemento de altas emociones. En 1984 arranca una competición clave: el DTM (Deutsch Tourenwagen Meisterschaft). Para ser consciente de la pasión por la competición a nivel de turismos también es importante decir que el Grupo B arrancó en 1982. La gente sigue estas competiciones con entusiasmo, más allá de la clásica Fórmula 1, más alejada de la gente llana.
Las marcas son conscientes de la popularidad de este tipo de pruebas y todas se lanzan de cabeza hacia ellas con un claro objetivo de marketing detrás. BMW lo tiene claro y decide apostar por el DTM: para ello desarrolla el BMW 635 CSI que se llevaría la victoria en la primera edición. El DTM se consolida rápidamente como el escenario perfecto en el cual batirse las marcas alemanas de referencia: Audi, BMW y Mercedes se pelean en la pista junto con marcas extranjeras como Volvo, Alfa Romeo o Ford, que también quieren su trozo del pastel.
BMW Motorsport era la encargada de modificar los vehículos utilizados en la competición y en 1982, cuando se presenta el BMW Serie 3 E30, todos parecen estar de acuerdo en apostar por este vehículo para el desarrollo de una versión potenciada para el DTM y que sirva también para crear una versión especial para la calle: ¡el mercado lo está demandando! La historia del BMW M3 arranca aquí.
Historia del BMW M3: el E30 es el único cuatro cilindros de la saga
Este departamento se puso a trabajar con varias premisas, una de ellas es que debía ser un coche fiable para que la versión homologada para la calle no tuviera problemas. Se apuesta por un motor de cuatro cilindros al que se instala la culata con cuatro válvulas por cilindro derivada del motor M88 de seis cilindros. El cigüeñal también se refuerza para soportar hasta 10.000 vueltas: fiabilidad por encima de todo.
A finales del verano de 1985 el coche está prácticamente listo y el Salón de Frankfurt de 1985 es la cita escogida para mostrar las novedades de BMW, con el M3 al frente. La carrera por tener una berlina de altas prestaciones es importante y Mercedes también está manos a la obra desarrollando su 190 2.3 16v que, en su versión de carreras, también lucharía en el DTM, aunque le costaría algo más llegar a lo más alto del podio.
El BMW M3 E30 luce un diseño discreto pero espectacular. Sus vías ensanchadas, su menor altura al suelo y los diferentes detalles estéticos específicos hacen que su espíritu racing sea palpable con tan solo un vistazo. El público parece estar encantado con este nuevo modelo deportivo y en su presentación dinámica, ya en 1986, las críticas de la prensa especializada no pueden ser mejores.
Historia del BMW M3 E30: 195 CV y una estética y comportamiento único
El motor de cuatro cilindros alcanza los 195 CV (200 CV sin catalizador) y su puesta a punto resulta convincente: es un coche rápido, ágil y divertido, pero con reacciones predecibles y un comportamiento noble. El éxito llega también a la competición, demostrando el buen trabajo de BMW Motorsport: Eric van de Poele consigue la victoria en el DTM de 1987 con el BMW M3. ¡Lo tiene todo para triunfar!
Todo aquel que busca un coche deportivo pero también práctico acude al BMW M3. Ha dominado el DTM desde su llegada y la versión de calle es tremendamente apetecible. BMW planea fabricar 5.000 coches de calle para poder homologar la versión de carreras. Finalmente, la demanda es tan grande que terminan fabricando casi 18.000 coches. Por supuesto, el BMW M3, como cualquier coche pasional, va sufriendo diferentes mejoras a lo largo de su vida: estas son las versiones especiales del BMW M3 E30.
BMW M3 Evolution y Evolution II
La historia del BMW M3 es una historia de éxito y buena parte de culpa la tiene la evolución del concepto original. Primero BMW evolucionó ligeramente su modelo sin considerar un aumento de la potencia, mejorando la culata de su propulsor pero sin aumentar la potencia o par. Poco después aparece la versión conocida como Evo2 o Evolution II, a partir de 1988, con modificaciones más serias, entre ellas un incremento de la potencia hasta los 220 CV y 245 Nm de par e incorpora otras novedades importantes como unas llantas más grandes, un labio frontal algo más grande y un alerón trasero: solamente se fabricarán 500 ejemplares, siendo la segunda versión más exclusiva del M3.
BMW M3 Sport Evolution
El título lo deja claro: el BMW M3 Sport Evolution fue la evolución más importante sobre el M3. La potencia aumentaba hasta los 235 CV gracias a un motor de mayor cilindrada (2.467cc) y contaba con elementos específicos, como unos cristales más finos, un maletero más ligero o un alerón regulable. Estaba homologado para el reglamento FIA y contaba con elementos personalizables según la puesta a punto requerida en cada momento.
Solamente se fabricaron 600 ejemplares y solamente se podía comprar en dos colores: Negro Jet y Rojo Misano. La fórmula utilizada era evidente y la que siempre se suele utilizar en este tipo de versiones: reducir el peso y aumentar la potencia. El escape de titanio, además de proporcionar un sonido más salvaje, también ayudaba a reducir el peso.
BMW M3 Cabrio
El éxito fue tal que BMW incluso desarrolló una versión descapotable, algo sin mucho sentido para quienes buscaban un deportivo eficaz pero sí interesante para aquellos que querían un coche deportivo para disfrutar a cielo abierto: en la historia del BMW M3 hemos visto otros ejemplos como este. A nivel mecánico estaba basado en la versión básica de 195 CV o bien en la versión de 215 CV: por supuesto contaba con refuerzos estructurales para minimizar la pérdida de rigidez debido a la ausencia de techo. Fue una versión mucho menos popular que la versión coupé equivalentes: solamente se fabricaron 786 coches, convirtiéndose en una de las versiones más exclusivas del BMW M3 E30. ¡Aunque para exclusividad el único ejemplar fabricado del Sport Evolution Convertible!
BMW M3 Europameister
Para celebrar la victoria del BMW M3 en el DTM de 1989, BMW lanzó esta versión especial. Pese a celebrar una victoria en competición, se basó en la versión menos potente de 195 CV, luciendo elementos vistos en versiones más deportivas como el alerón o unas llantas multiradio. Quizás lo más interesante de este BMW M3 Europameister es que contaba con la firma del propio Roberto Ravaglia. Solamente se fabricaron 148 ejemplares: este modelo hoy supera los 80.000 euros en el mercado de ocasión.
BMW M3 Cecotto
El modelo que sí contaba con una importante mejora mecánica fue el BMW M3 Cecotto, con 215 CV y una estética muy racing derivada de la versión Evolution. Tenía las llantas en color negro, detalles en el interior y el ‘spliter’ en el alerón trasero. Por supuesto, contaba con la firma de Cecotto y de esta versión se llegaron a fabricar 505 ejemplares (25 de las cuales también contaba con la firma de Ravaglia). Johnny Cecotto es un piloto venezolano polifacético: dos veces campeón del mundo de motociclismo y piloto de Fórmula 1, aunque está en el nombre de este BMW M3 por su participación en el campeonato italiano de turismos y en el DTM desde 1988 hasta 1992, acumulando 14 victorias.
Historia del BMW M3 E36: el primero con seis cilindros
En 1992 el BMW M3 E36 se presentaba en febrero pero no llegaría a los concesionarios hasta noviembre. Sin duda, la principal novedad de esta segunda generación de la historia del BMW M3 fue la incorporación de un motor notablemente más grande: el motor S50 de seis cilindros y 286 CV hizo que el coche cambiara de personalidad. Para algunos, perdía parte de la gracia del modelo original, para otros, se trataba de una evolución lógica, en busca de más prestaciones y a su vez más refinamiento.
Y es que la sencillez y ligereza del BMW M3 E30, que tanto se aprecia a día de hoy, se echó de menos desde el primer momento. El BMW M3 E36 era más grande, más potente, más pesado y también mejor equipado. No perdía la deportividad o radicalidad, pero sí que era más burgués. También fue relevante por el hecho de contar con una versión de cuatro puertas, una necesidad ya que el BMW M5 no estuvo presente en la gama de BMW desde que se dejó de fabricar el M5 E34 en 1995 y el lanzamiento del M5 E39 en 1998.
Pese a que el vehículo no era tan ‘purista’ como el E30, el chasis del BMW M3 E36 era uno de los mejores de la categoría y sin duda desde el primer momento se convirtió en uno de los coupé más eficaces y deportivos del mercado. El motor arrancó con 286 CV, aunque como te puedes esperar, el propulsor fue evolucionando progresivamente para ir mejorando su rendimiento: en 1994 ya se lanzó una versión especial ‘GT’ con 295 CV, mientras que a finales de 1995 llegó el motor S50B32, una evolución con 317 CV y 350 Nm de par.
El BMW M3 E36 fue un coche popular, con una producción de más de 70.000 ejemplares entre las tres carrocerías. Por supuesto, también se crearon versiones especiales para los más entusiastas, a continuación algunas de las más interesantes.
BMW M3 Lightweight
El BMW M3 Lightweight E36 fue una edición especial creada para participar en las categorías de ‘coches de producción’ en diferentes pruebas. Fue una versión aligerada hasta el extremo (se restaban 91 kg respecto al modelo de serie) y contaba con una puesta a punto del motor específica: por ejemplo, se eliminó el limitador de velocidad. Estéticamente, el BMW M3 Lightweight solamente se puso a la venta en color ‘Blanco Alpino’ y con una bandera a cuadros con los colors de BMW Motorsport en la zaga y el frontal. También contaba con llantas específicas y un paquete aerodinámico especial que se instalaba en el ‘Prototype Technology Group Racing’ en Virginia. BMW nunca dio datos oficiales de producción, pero se cree que se entregaron 116 ejemplares.
BMW M3 Evolution Imola Individual
Este BMW M3 fue una herramienta de marketing para el lanzamiento de las opciones de personalización de BMW Individual, presentando al espectacular color Imola Red con un interior especial tapizado en cuero Nappa. Una combinación muy lujosa que combinaba con elementos racing como el kit aerodinámico derivado de los BMW M3 GT. El coche fue equipado con una caja automática SMG y solamente se fabricaron 200 ejemplares para europa, 50 para Reino Unido.
BMW M3 GT
El BMW M3 GT es probablemente la versión más especial del BMW M3 E36. Fue creado para poder homologar al BMW M3 E36 en la clase II del campeonato FIA-GT, IMSA GT y otros campeonatos de resistencia. Contaba con una evolución de motor hasta los 300 CV mientras que se consiguió reducir el peso en 30 kg y se delimitó la velocidad máxima. Quizás una de las cuestiones más curiosas de esta versión es que solamente estaba disponible con una peculiar combinación de color formada por el color British Racing Green en el exterior mientras que el interior el verde también era protagonista. Solamente se fabricaron 356 ejemplares para el mercado europeo, 50 de los cuales tuvieron el volante a la derecha.
Historia del BMW M3 E46: casi 350 CV y un diseño atemporal
El BMW M3 E46 está considerado ya como un clásico moderno. Un coche con una imagen bastante atemporal que tiene líneas modernas pero que ya empieza a verse de otra época. Normal, por otra parte, teniendo en cuenta que se trata de un modelo que vio la luz en el año 2001. Pero sus formas redondeadas y aerodinámicas hacen que siga siendo atractivo tras haber cumplido la mayoría de edad.
Mucha gente coincide en catalogarlo como el mejor BMW M3 de siempre. Esto se corrobora nada más echar un vistazo a los diferentes portales de coches de segunda mano, pues su cotización es probablemente la más alta entre todas las versiones de esta berlina deportiva alemana. Y eso que a lo largo de su vida comercial llegaron a matricularse más de 80.000 unidades, una auténtica barbaridad para un vehículo de este tipo.
Cuenta con rasgos exclusivos que le permiten diferenciarse de un BMW Serie 3 normal. Y lo mejor es que se han mantenido con el tiempo, pues todavía los integran las nuevas generaciones del M3. De ahí que se haya conservado tan bien con el paso del tiempo. Hablamos de detalles como las branquias laterales o las dos salidas de escape dobles de su parte trasera. Señas de identidad.
De todas formas, si por algo se ha convertido en un mito ha sido por su motor. Un bloque de gasolina de 3,2 litros y seis cilindros en línea que entregaba 343 CV de potencia. Pero es que la potencia máxima se alcanzaba rozando las 8.000 rpm, una cifra que pocos coches que no sean de competición pueden alcanzar sin llegar al corte de inyección. Sobre todo si no son japoneses, quienes son especialistas en estas lides.
Por supuesto, su par motor máximo también ayudaba. Estaba cifrado en 365 Nm y llegaba a tal número con la aguja del cuentavueltas marcando las 4.900 rpm. Era mucho más ligero que todos sus predecesores, lo que hacía que con él la báscula se parase en 1.570 kg. Así que de este cóctel salían una aceleración y una velocidad máxima de escándalo: 5,2 segundos era lo que tardaba en pasar de 0 a 100 km/h.
Algo más adelante, sobre un año después del lanzamiento del E46 original, se incluyó en su gama la carrocería descapotable. Contaba con un techo de lona de accionamiento automático y el peso se incrementó en algo menos de 100 kg con respecto a la variante coupé. El resultado en prestaciones fue una aceleración 3 décimas más lento y una velocidad máxima de 250 km/h, con una limitación electrónica.
Estrenó varios avances
El BMW M3 E46 fue el encargado de dar a conocer nuevos elementos, como la caja de cambios SMG II. Una transmisión automática capaz de realizar los cambios de marcha hasta en 80 milisegundos. Asimismo, sus frenos eran potentísimos. Podían parar al BMW M3 E46 desde los 100 km/h en 35 m. Por otro lado, incluyó de serie el control dinámico de estabilidad y un diferencial autoblocante variable firmado por M.
El BMW M3 CSL fue la guinda a esta generación
Sin embargo, es posible que la inclusión que más llamó la atención, y que se sigue utilizando en superdeportivos a día de hoy, fuese el plástico reforzado con fibra de carbono. Pero eso ya fue cosa del BMW M3 CSL, una de las versiones más increíbles y cotizadas de toda la historia del BMW M3. Era más potente y con un peso también más contenido. Un cóctel explosivo.
Esta variante vio la luz en el año 2003 y sus siglas procedían de las palabras Coupé, Sport y Lightweight. Es decir, coupé, deportivo y ligero. Su uso, claro, estaba pensado principalmente para los circuitos. Extraía 363 CV de potencia a 7.900 rpm y su par motor máximo crecía hasta los 370 Nm. Pero lo verdaderamente importante es que rebajaba 110 kg el peso del BMW M3 E46 estándar. Así que también mejoró su aceleración: de 0 a 100 km/h en 4,9 segundos.
Historia del BMW M3 E90/E92/E93: tres carrocerías y el primero con motor V8
En 2007 irrumpe en escena la cuarta generación en la historia del BMW M3. Lo hace acompañado de tres carrocerías diferentes y un estilo deportivo, aunque sutil en comparación con el Serie 3 estándar. El BMW M3 E92 (coupé) se presenta en el Salón de Frankfurt de 2007 y rápidamente atrae la atención de todos los presentes gracias a sus parachoques específicos, los guardabarros delanteros ensanchados, el abultado capó, las branquias laterales y las dos salidas de escape dobles ligeramente más centradas. Todo ello estaba acompañado de un juego de llantas de aleación M de 18 pulgadas en doble medida.
El nuevo M3 había nacido y, con él, llegaban otras dos opciones de carrocería adicionales. La que hasta ese momento era una variante anexa a cualquier M3, la versión descapotable, que recibe el código E93; y una variante sedán de cuatro puertas identificada como E90.
Tres opciones de carrocería donde elegir
La razón que lleva a BMW a configurar esta tercera versión, que no vería la luz hasta octubre de 2009, se debe estrictamente a las demandas del mercado. Al otro lado del Atlántico, el siempre floreciente mercado de Estados Unidos esperaba un nuevo M3 Sedán con los brazos abiertos. Y, al mismo tiempo, sus rivales directos, el Audi RS 4 (prueba) y el Mercedes-AMG C 63, ofrecían esta opción de carrocería, lo que dejaba en desventaja a los de Múnich.
No sería hasta mayo de 2010, cuando BMW presentaría la versión Cabrio del M3. Esta variante introducía una importante novedad con respecto a sus predecesores. Por primera vez, el techo no era de lona, sino más bien una configuración de techo rígido retráctil por accionamiento eléctrico. Esto, a pesar de suponer un incremento de peso (derivado del techo fraccionable en tres piezas y todo el mecanismo de accionamiento), añadía un plus de confort y estilo premium al deportivo descapotable. Solo requería de 20 segundos plegar o desplegar el techo, y podías disfrutar de la conducción más pura de BMW M a cielo descubierto.
El motor V8, la clave del éxito del M3 E90/E92/E93
La otra gran novedad en la historia del BMW M3 que introdujo el E90/E92/E93, fue su mecánica. Por primera vez, con la salvedad del raro y exclusivo BMW M3 GTR Strassenversion de 2001, el M3 equipaba un motor V8. Esta decisión, aunque muy discutida por entendidos y fans del modelo, se debió principalmente a que el motor de seis cilindros en línea había llegado a su límite (sin recurrir a la sobrealimentación), y sus rivales ya equipaban motores de mayor capacidad.
Por ello, BMW M desarrolla el conocido V8 S65 B40, un bloque de ocho cilindros de aspiración natural y alto régimen de giro derivado del legendario motor S85 V10 de 5.0 litros de los BMW M5 E60 y M6 E63/E64. En gran medida, era el motor S85, pero con dos cilindros menos. En esta ocasión, ofrecía una cilindrada de 3.999 cc, con una potencia de 420 CV que entregaba a nada menos que 8.300 rpm, cuando su régimen máximo de giro estaba limitado a 8.400 rpm. El par motor, en este caso, se situaba en los 400 Nm disponibles a 3.900 rpm.
Tecnología derivada de la Fórmula 1
Estas cifras de rendimiento fueron posibles gracias a la asociación del fabricante alemán con el equipo Sauber de Fórmula 1. BMW motorizaba los monoplazas de Sauber y, a cambio, el equipo les facilitaba el acceso a tecnologías puntas como el sistema doble-VANOS de regulación variable de los árboles de levas, mariposas individuales, lubricación de aceite por cárter húmedo y los sensores anti-detonación con tecnología de flujo de iones, así como un sistema de escape optimizado. Y todas estas mejoras y cifras de rendimiento se lograron manteniendo el peso del enorme motor a raya. Frente al seis en línea del M3 E46, el motor V8 era 15 kg más ligero para un total de 202 kg.
El motor estaba asociado de serie a un cambio manual ZF Tipo G de seis velocidades. Sin embargo, la clientela siempre exigente del BMW M3 demandaba una transmisión automática de alto rendimiento. Esto llevó al fabricante alemán a desarrollar una caja de doble embrague y siete relaciones con Drivelogic, denominada en nuestro país como M DKG (Doppelkupplungsgetriebe). A pesar del incremento de peso del conjunto respecto al E46, los E90/E92/E93 eran capaces de pasar de 0 a 100 km/h en 4,8 segundos, con una velocidad máxima limitada electrónicamente a 250 km/h.
El DTM como tal aún no se definía como “Deutsche Tourenwagen Meisterschaft” en 1984.