El Ranger Raptor (prueba) es sin lugar a dudas el pick-up más especial de cuantos se comercializan en nuestro mercado. Un vehículo que ofrece unas capacidades 4×4 brutales gracias a sus características técnicas, especialmente por su increíble suspensión. Pues bien, la firma norteamericana ha presentado una edición especial de este vehículo, el Ford Ranger Raptor X, que añade una serie de elementos estéticos exclusivos. Eso sí, por ahora solo está previsto que se comercialice en Australia.

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Y es que mientras que el Ford Puma (prueba) es el modelo más vendido de Ford en España, en Australia ese lugar lo ocupa el enorme Ford Ranger. En ese país los vehículos todoterreno, y en particular las pick-up, gozan de una tremenda popularidad y dominan las listas de matriculaciones. La primera posición de los modelos más vendidos la ocupa el Toyota Hilux con autoridad desde hace tiempo, seguido de cerca siempre por el Ranger.

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Con tal demanda no es de extrañar que la gama del pick-up de Ford sea extremadamente extensa, sumando más de 40 variantes diferentes entre motores, tipos de cabina, sistemas de tracción y acabados disponibles. En el escalón más alto de esta extensa la familia se sitúa el nuevo Ranger Raptor X, que tiene un precio de 79.390 dólares australianos, el equivalente a unos 51.052 euros según el tipo de cambio actual.

El Ford Ranger Raptor X reemplaza al Ranger Raptor convencional, si es que se puede decir eso de este 4×4. Básicamente ambos son idénticos salvo por los detalles estéticos, tanto exteriores como interiores, que te detallamos a continuación. Por fuera, se diferencia del Raptor normal gracias a los adhesivos que luce sobre su capó, techo, portón de carga y laterales. También presenta unas llantas de aleación que están rematadas en color ‘Asphalt Black’ con acabado mate.

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Los cambios continúan con la adición de unas nuevas barras sobre la caja de carga, que reemplazan el arco aerodinámico que montaba hasta ahora. Otras novedades son los puntos de remolque delanteros, que ahora están pintados en rojo; el acabado mate de la parrilla, paragolpes, aletas o tiradores de las puertas; o el logotipo de Ford que luce sobre el portón, que ahora tiene fondo negro.

En el habitáculo hay nuevos apliques decorativos en color negro tanto en el salpicadero como en las puertas. Y el tapizado luce unas costuras en rojo a modo de contraste en lugar del color azul empleado hasta la fecha, típico de los productos de Ford Performance. Donde no hay novedades es en el apartado mecánico, pues mantiene el conocido motor 2.0 biturbo diésel con 213 CV de potencia y 500 Nm de par motor.

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