La historia de Alpine es extensa. Con un vacío de algunas décadas como marca y rescatada acertadamente por Luca de Meo, ahora, sigue cogiendo fuerza ampliando su portfolio. Al Alpine 110 -la próxima generación será 100% eléctrica- y Alpine A290 se une el novedoso Alpine A390.

Se trata de un fastback de cinco puertas -las traseras con los tiradores escondidos- y cinco plazas que ha sido desarrollado sobre la plataforma eléctrica Ampere. Por sus medidas, con una longitud de 4.615 mm, una anchura de 1.885 mm y una altura de 1.532 mm es el Alpine más grande creado hasta la fecha.

parte frontal del Alpine A390

Su imagen es muy parecida a la del prototipo A390_β, con una parte frontal con una firma luminosa que según la marca "evoca un cometa atravesando la atmósfera". Se han servido de las del concept Alpenglow y el Hypercar del WEC y están formadas por triángulos iluminados denominados 'Cosmic Dust'. Por su parte, los paragolpes delanteros tienen formas triangulares "inspiradas en las montañas".

La zaga también es bastante novedosa, con una "luneta trasera en forma de visera", que finaliza en un pequeño alerón negro y las letras Alpine iluminadas. También incorpora un difusor inspirado en los prototipos LMDh.

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Cabe mencionar también que puede montar llantas de 20 o 21" y que su imagen se completa con unos pasos de rueda negros y un techo descendente, flotante, que junto con el pilar c me recuerda enormemente al del A110.

El gusto por el detalle se ve en el logotipo Alpine A en el lateral, la bandera tricolor en el pilar C, que es opcional, o el huevo de pascua o Easter egg que esconde la luna del parabrisas: la silueta del Alpine A110 clásico, del que te dejo aquí la prueba.

El puesto de mandos del Alpine A390 es menos novedoso, porque es bastante parecido al del A290. Todo está orientado hacia el conductor, y eso merece ser mencionado. Como su espectacular volante achatado por la parte inferior, tapizado en cuero Nappa azul, con guía central y dos botones satélites que recuerdan a los de los coches de competición. Uno es para la regeneración y el otro para el Boost, u OV, como lo llaman en Alpine, que es, ni más ni menos que un chute de potencia durante 10 segundos.

También los asientos deportivos con soportes en los laterales y tapizados en piel vuelta. Son eléctricos y tienen calefacción. Pero los mejores son los opcionales de la marca Sabelt con tapicería de cuero Nappa azul y gris e inserciones de fibra de carbono en la zona posterior.

Se suman dos pantallas, una de 12", que es la que hace de cuadro de instrumentos, y la otra de 12,3, la del sistema de infoentretenimiento. Un sistema que, por cierto, tiene unos gráficos con una muy buena resolución.

Esteban Ocon vuela en Nürburgring con un prototipo del Alpine A110

Si de espacio hablamos, con mi 1,78 metros, son cuatro dedos los que separan mi cabeza de rozar con el techo, que está muy bien siendo un fastback. El hueco de las rodillas es más amplio aún. Además, el piso es totalmente plano, por lo que facilita mucho las cosas, sobre todo al pasajero de la plaza central. El maletero cubica 532 litros, y de forma opcional se puede equipar un doble fondo.

El sistema de propulsión está compuesto por tres motores eléctricos. Uno, el de rotor bobinado, va en el eje delantero. Los otros dos, de imanes permanentes, en el trasero. Estos son los que permiten disfrutar de la función Active Torque Vectoring, dando más par o menos a una rueda para poder deslizar a pesar de tratarse de un coche de tracción total.

maletero del Alpine A390

Dependiendo de la versión, GT o GTS, rinde 400 o 470 CV, respectivamente. El primero es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 3,9", calcando el tiempo del Alpine A110 R. Su velocidad máxima es de 220 km/h. El segundo alcanza los 100 km/h desde parado en 4,8" y su velocidad punta es de 200 km/h.

Lo que no varía es la batería que equipa, que es de iones de litio de 89 kWh, con lo que, según la marca y a falta de una homologación, estará entre 520 y 555 km, dependiendo de los neumáticos. Puede ser cargada a 11 kW en CA, 22 como opción, o 190 kW en CC.

Como decía aquel anuncio de neumáticos de los 90, si sabes cuál te digo, como yo, peinas canas: "La potencia sin control, no sirve de nada". Para ello, Alpine ha equipado al A390 con suspensiones específicas con topes hidráulicos, frenos con discos de 365 mm con pinzas de 6 pistones y un reparto de pesos casi perfecto: 49% en la parte delantera y un 51% en la trasera.

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Además, la batalla es de 2,71 m, ganando agilidad; la dirección tiene una relación muy corta y el tacto del pedal del freno se ha cuidado. Esto habrá que comprobarlo en marcha, porque ya se sabe que en la gran mayoría de coches eléctricos o electrificados, es un aspecto que falla.

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