Durante mucho tiempo, las marcas chinas fueron famosas por hacer imitaciones de modelos europeos y estadounidenses. La cosa ha cambiado mucho en China, hasta convertirse en una industria puntera, pero todavía siguen existiendo fabricantes que réplicas de modelos populares, aprovechando la laxitud de las leyes locales en términos de derechos de autor. Seguidamente, te mostramos las últimas copias más descaradas y cutres que vienen de China.
Hay una marca bastante reciente que realiza numerosas copias de SUV y todoterrenos eléctricos que casi parecen caricaturas de modelos conocidos. Este fabricante cuenta con una gama tana amplia que hay que organizarla en tres categorías diferentes: SUV de lujo; todoterrenos robustos y pick-ups; y modelos convencionales.
En general, todas las copias chinas que verás a continuación son muy compactas, oscilan entre los 3,05 y 3,80 metros de longitud, mientras que algunos pick-ups llegan hasta los 4,80 metros de largo. Todos son coches eléctricos y llevan motores cuyas potencias se mueven entre los 14 y 27 CV, unas cifras modestas que los equipara a algunos cuadriciclos eléctricos que se comercializan en Europa, como el Citroën Ami. Están equipados con frenos de disco en las cuatro ruedes, aunque dadas sus limitaciones, no resultan muy confortables.
En cuanto a la batería, la web de la compañía china especifica que los modelos montan paquetes de baterías de 360 Ah a 72 V, lo que significa una capacidad de 26 kWh que proporciona una autonomía de entre 300 y 800 kilómetros, dependiendo de la versión. Mecides no publicado los precios, pero ya acepta pedidos.
Las últimas copias más descaradas y cutres que vienen de China: SUV de lujo
El grupo más nutrido es el que conforman los SUV de lujo basados en modelos como el Mecides MBJD, que está inspirado claramente en el Bugatti 16C Galibier Concept de 2009, un espectacular prototipo de coupé de cuatro puertas que nunca llegó a producción y que montaba un motor de 16 cilindros en W, con cuatro turbos y 8.0 litros de cilindrada. Se decía que superaba los 1.000 CV y podía alcanzar una velocidad máxima cercana a los 380 km/h.
En la copia china destaca la gran parrilla frontal en forma de herradura cromada, marca de la casa francesa, enmarcada por sofisticados faros LED. Pero no es el único, ya que la marca china cuenta con réplicas inspiradas en el Porsche Cayenne, en el Aston Martin DBX (prueba) o el Maserati Grecale (prueba). Eso sí, ninguna de estas copias es tan prestacionales como las originales.
Todoterrenos robustos y pick-ups
En la siguiente categoría, la estrella es el Ford Bronco. El parecido es claro, sobre todo, si lo miras desde el frontal, aunque tiene una parrilla y faros sobredimensionados que contrastan con las diminutas ruedas. Eso sí, tiene una distancia entre ejes mucho más reducida que el Bronco, casi parece que lo hubiesen aplastado por los extremos.
Más conseguida está la copia del Mercedes Clase G, especialmente, en la zaga, aunque por tamaño casi podría pasar por un Suzuki Jimny. Mecides también ha hecho interpretaciones del Ram 1500 y del Toyota tundra. Ambos son más grandes que los mencionados anteriormente, dispone de doble cabina y una superficie de carga con cubierta.
Curiosamente, Mecides no sólo hace copias de modelos populares europeos y americanos, sino también de algunos chinos, como el BYD Dolphin (prueba), así como modelos de Tank, Dongfeng y Wuling, entre otras. Podría decirse que el Saic GM Wuling Bingo es la réplica más convincente y la única que no parece un coche de juguete, al menos cuando se mira desde lejos.
Modelos convencionales
Por últimos, tenemos las copias más descaradas y cutres de China en modelos convencionales, tanto SUV como turismos. Aquí destaca la réplica del Mini Countryman John Cooper Works (prueba). Es más pequeño, tiene un capó corto y unos faros más grandes. También destacan los clones del Volkswagen ID.4 y el Smart #1 que, al igual que los originales, son eléctricos.
Bajo esas carrocerías copiadas, estos modelos albergan lo que parece un interior espacioso para cinco pasajeros. Cada modelo imita también el habitáculo de su equivalente original, aunque con una calidad de acabados mucho peor, por supuesto.