La firma española EBRO está de vuelta, y lo hace utilizando coches chinos, los Chery Tiggo7 y Tiggo 8. Y es que EV Motors, que es la compañía fundada en España que se ha encargado del regreso de este mítico fabricante, ha llegado a un acuerdo con el gigante chino Chery para vender sus modelos bajo la marca EBRO. En esta prueba del EBRO S700 tienes toda la historia de EBRO, cómo desapareció y cómo renació de sus cenizas hace dos años.
Recientemente he estado en Wuhú, en China, en la planta donde se fabrican los EBRO, entre otros coches, y he podido ver cómo estos salen de la línea de montaje prácticamente hechos, salvo por los ejes, que se ensamblan en la Zona Franca -por cierto, te dejo el origen del nombre, que, probablemente, no es el que crees-. Pero, próximamente, todo se hará en Barcelona, con proveedores locales, para ahorrarse los aranceles.
Pero ahora vamos a centrarnos en la prueba del EBRO S800, el buque insignia de la gama, por el momento, porque dentro de poco estará formada por dos integrantes más, el EBRO S400 (Chery Tiggo4), el de acceso, y el EBRO S900 (Chery Tiggo9), el tope del portfolio.
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Comenzando por su exterior. Su aspecto, para nada, exhibe elementos propios de algunos coches que se venden en la República Popular, véase, aditamentos horteras o logotipos de gran colorido y tamaño. No. El S800 tiene un diseño muy europeo.
La parte frontal exhibe unos faros más afilados que el S700, una gran parrilla octogonal con un patrón de estrellas, como dice la marca, con la firma de EBRO en el centro.
De su perfil destacan las llantas multirradio de 19" que vienen de serie, la línea de cintura ascendente, los tiradores enrasados y escamoteables y el pilar C, que con una moldura en cromo y otra en negro brillante parece flotante.
Y de la zaga, unos pilotos unidos con función de bienvenida bastante llamativa y sugerente. Pero, para sugerente la parte inferior de la trasera con sus cuatro tubos de escape reales. Es cierto que tiene las colas, pero son reales. Por ejemplo, el Omoda 9 SHS, que también es de Chery, no. Por no hablar de muchos coches europeos.
El interior del EBRO S800 está presidido por un cuadro de instrumentos digital de 10,25", pantalla del sistema de infoentretenimiento de 15,6" y un volante tapizado en piel achatado. Este tapa parte de la zona inferior izquierda de la pantalla, donde se hallan algunos 'botones', como el de volver al menú principal. Por cierto, trae botones hápticos, que son los mismos que los del Jaecoo 7, otra marca del Grupo Chery.
Y hablando de los botones, los de los elevalunas me siguen recordando a los de Mercedes. ¿Se los fabricaba? ¿Se los copiaba? No lo sé. Pero tanto estos como los embellecedores de los altavoces del equipo de sonido Sony, con ocho o doce, dependiendo del acabado, son iguales.
El selector de marcha está en la columna de la dirección, por lo que en la zona baja de la consola central hay mucho espacio portaobjetos.
Es un puesto de mandos que está muy bien hecho. Además, el 79% de la superficie del salpicadero, de la consola y de los paneles de las puertas está recubierto con materiales gomosos.
Y un detalle que también pone de manifiesto si un coche es bueno o no es el sonido. Este EBRO S800 pasa con nota, tanto al abrir o cerrar las puertas como con el de los botones del volumen y la ruleta de los modos de conducción.
Por su parte, los asientos, que están tapizados en polipiel, son muy cómodos. Sí echo en falta un mayor agarre lateral. Por cierto, el del acompañante tiene reposapiés regulable. Todo un lujo.
En las plazas traseras hay mucho espacio para las rodillas y para la cabeza. Ambos son enormes. Tienes calefacción y un piso casi plano para que el pasajero de la plaza central no vaya incómodo. Siempre y cuando el respaldo no le incomode, porque es duro al esconder un apoyabrazos con reposabebidas. La banqueta sí es cómoda.
Y detrás de la segunda fila se halla una tercera con dos plazas con un espacio bastante bueno. Para acceder a ellas de forma más sencilla, la segunda se puede correr 40 mm. Aun así, no se consigue un hueco amplio.
El maletero, con las tres filas desplegadas, cubica 117 litros. Si solo están las dos, según la marca, 889 litros, que a mí me parece menos. Y si están las tres abatidas, 1.930 litros.
Me pongo en marcha. Como el S700, el EBRO S800 de la prueba equipa un cuatro cilindros, 1.6 turbo de inyección directa capaz de rendir 147 CV a 5.000 y de entregar un par máximo de 275 Nm entre las 1.750 y 2.750 vueltas.
A pesar de ser más pesado que su hermano pequeño, no me da la sensación de faltarle empuje. Eso sí, en modo Normal o Sport, porque en el Eco escasea la pegada. La pega se la vuelvo a poner a la transmisión de doble embrague y siete velocidades, que a pesar de ser fabricada por Getrac, no me gusta su funcionamiento.
No se adapta del todo a mi conducción, y eso que creo que trabaja mejor que en el S700, o por lo menos me da a mí esa sensación. Pero lo peor es que no me dé la opción de controlarla, ni con la palanca de cambios ni con unas levas en el volante, porque carece de ambas opciones.
El otro hándicap del S700 era la dirección. En este S800 está más conseguida. Me gusta más ese tacto, el feeling, es más directa, pero creo que sigue siendo un punto a perfeccionar.
Y también como el S700, destacaría la suspensión, que absorbe muy bien las irregularidades de la calzada. Es verdad que la carrocería balancea y cabecea, pero es el precio que tienes que pagar. Igual que en un Citroën C5 Aircross. Aquí prima la comodidad, y se ha conseguido.
El consumo ponderado oficial es de 7,8 l/100. Yo me he movido con uno que ha variado entre 8 y 10 l/100 km de media.
¿Tienen que temer los rivales europeos este desembarco chino-español? Sí. Si además le sumas el precio de partida de 36.990 euros, el del acabado Premium, y 38.990 euros el del Luxury, poco tienen que hacer. Y si te digo que el equipamiento de serie del primero incluye llantas de aleación de 19", cuadro de instrumentos digital de 10,25", pantalla de 15,6", sistema de sonido Sony y asientos con climatización, y el del segundo, techo panorámico, asiento del copiloto con calefacción, ventilación, función masaje y reposapiés y portón trasero eléctrico, entre otros, no encuentras un SUV con esa relación calidad precio en el mercado.
Además, se suma los 7 años de garantía o 150.000 km y su centro logístico de repuestos en Guadalajara con el 98% de las piezas del coche, pues poco más hay que decir.
La vuelta de la marca Ebro ha sido un acierto. Porque han cogido coches chinos con la calidad de los europeos. Por ello, sí, algo tienen que temer las marcas del Viejo Continente. Por diseño, comodidad, espacio a bordo, calidad interior, equipamiento, precio y servicio posventa. Casi nada.
Ficha técnica del EBRO S800 Luxury 1.6 TGDI 147 CV Luxury | ||
Motor | Cilindrada | 1.598 cc |
Cilindros | 4 en línea | |
Potencia máxima | 145 CV / 5.000 rpm | |
Par máximo | 275 Nm / 1.750 - 2.750 rpm | |
Alimentación | Tipo | Inyección directa. Turbo e intercooler |
Transmisión | Caja de Cambios | Automática, 7 velocidades Doble embrague |
Tracción | Delantera | |
Suspensión | Delantera | Tipo McPherson Resorte helicoidal Barra estabilizadora |
Trasera | Paralelogramo deformable Resorte helicoidal Tipo McPherson |
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Frenos | Delanteros | Discos ventilados |
Traseros | Discos | |
Dimensiones | Longitud | 4.725 mm |
Anchura | 1.860 mm | |
Altura | 1.705 mm | |
Distancia entre ejes | 2.710 mm | |
Maletero | Volumen | 177 litros 889 litros 1.930 litros |
Peso | Peso | N.D. |
Prestaciones | Velocidad máxima | 180 km/h |
Aceleración 0-100 Km/h | N.D. | |
Consumo | Combinado | 7,8 l/100 km |
Velocidad baja | 9,4 l/100 km | |
Velocidad media | 7,5 l/100 km | |
Velocidad alta | 6,8 l/100 km | |
Velocidad muy alta | 8,3 l/100 km | |
Emisiones | Emisiones de CO2 | 177 g/km Euro 6 - Etiqueta C |
Precio | Precio oficial | Desde 38.990 euros |