Junto con Global Bioenergies S.A., Audi ha creado e-gasolina, una partida inicial de 60 litros de combustible sintético que utilizará para realizar test de motores en banco de pruebas. “Al igual que todos los e-combustibles de Audi, la nueva e-gasolina tiene muchas ventajas, No depende del petróleo, es compatible con la infraestructura y ofrece la perspectiva de un ciclo de carbono cerrado”, explica Reiner Mangold, Director de Desarrollo de Productos Sostenibles de Audi AG.
Científicos japoneses consiguen biocombustible a partir de naranjas
La e-gasolina es esencialmente un iso-octano líquido que actualmente se produce a partir de biomasa en un proceso de dos pasos, uno inicial en el que Golbal Bioenergies produce isobuteno gaseoso (C4H8) en la planta de demostración, mientras que, en segunda instancia, el Centro Fraunhofer de Procesos Biotecnológicos Químicos (CBP) en Leuna, Sajonia-Anhalt, utiliza hidrógeno adicional para transformarlo en iso-octano (C8H18). El carburante resultante está libre de azufre y benceno, por lo que es bajo en contaminantes cuando se quema.
e-gasolina, una alternativa sintética
Mediante los test que va a realizar Audi junto a sus socios, los ingenieros tratarán de averiguar cómo la e-gasolina responde a la combustión y el comportamiento de las emisiones del combustible renovable en un banco de motores. Entre las ventajas que supone este combustible sintético encontramos la de aumentar la compresión del motor incrementando la eficiencia del mismo.
El compromiso de Audi con los combustibles alternativas, como el e-gas para los coches impulsados por Gas Natural Comprimido (GNC) que lleva en activo desde el año 2013, o el Audi e-diesel que se crea a base de agua y aire. El objetivo a corto plazo de los ingenieros de la firma de Ingolstadt es el de modificar el proceso de producción de la e-gasolina con el fin de que no requiera biomasa. En este caso, el CO2 y el hidrógeno producidos a partir de fuentes renovables deberían ser suficientes materias primas.