Ante los cambios, a menudo surgen diferentes creencias que condicionan nuestra predisposición ante una novedad. Ya sea el coche eléctrico o el vehículo híbrido, todos conllevan una serie de cambios que debemos entender para poder aceptar. Un claro ejemplo de esta tendencia, ya sea por desconocimiento por novedad, son los siete principales mitos que rodean a los coches de gas natural comprimido (GNC) y que son completamente falsos. Desmontamos estas creencias y explicamos cómo funcionan estos automóviles impulsados por una fuente alternativa de combustible.

COMPARATIVA: SEAT León Cupra vs León TGI

Vivimos en una época de transición donde los coches de gasolina y diésel pierden terreno lentamente hacia nuevas fuentes de energía. Hidrógeno o electricidad serían los más avanzados, mientras que un híbrido entre gasolina y eléctrico, o los coches impulsados por el gas licuado del petróleo (GLP) o el ya mencionado GNC representan una solución a corto y medio plazo en la movilidad personal.

Actualmente existen más de una veintena de modelos que ofrecen una variante de GNC o GLP dentro de la gama. Tenemos los SEAT Ibiza o SEAT León (prueba), también el Peugeot 208 o el Fiat Tipo GLP (prueba), así como modelos más grandes como los Audi A3, A4 Avant y A5 g-tron, o el Volkswagen Golf TGI y el Volvo V60 Bifuel, por mencionar unos cuantos. Pero, por el momento, aún existen muchas dudas que limitan a algunos compradores que podrían decantarse por estos modelos.

Sensaciones al volante

7 mitos coches GNC

Un coche impulsado por GNC no presenta sensaciones al volante diferentes a las de un vehículo con un motor de gasolina o diésel de idéntica potencia. Debes tener en cuenta que se trata del mismo motor, a diferencia de que en este caso emplean un depósito adicional con un combustible alternativo.

Seguridad del depósito de GNC

7 mitos coches GNC

Los depósitos de gas natural comprimido son absolutamente seguros ya que han sido diseñados, fabricados y homologados según los más altos estándares de la industria. Éstos incluyen una válvula de seguridad para que, en caso extremo, se pueda evacuar el gas a la atmósfera de manera controlada, aunque los depósitos están testados para soportar presiones máximas de unos 200 bars, aunque han sido diseñamos para poder aguantar más del doble.

También se habla de una posible congelación del gas a bajas temperaturas, aunque este mito de nuevo es falso debido a que el GNC se licuaría sometiéndolo a temperaturas inferiores a los -160 grados.

Restricciones en escenarios de alta contaminación

7 mitos coches GNC

Un coche impulsado por GNC está clasificado con la etiqueta ‘ECO’ de la Dirección General de Tráfico, lo que condiciona que pueda circular incluso en escenarios de alta contaminación. Junto a los coches de GNC o GLP, también pueden circular vehículos híbridos y eléctricos. Otra ventaja para los propietarios de coches de gas es que podrán optar a una bonificación del 75% en el impuesto sobre vehículos de tracción mecánica y a la exención del pago de impuesto de matriculación, así como descuentos en aparcamientos y peajes.

Circular SIN gas

7 mitos coches GNC

Una vez se acaba el GNC almacenado en el depósito, el coche pasa automáticamente a emplear la gasolina del depósito tradicional. Este proceso se realiza de forma automática y sin necesidad de parar, con la única salvedad de que un testigo avisa en el cuadro de instrumentos de que en ese momento el coche pasa a funcionar con gasolina. Por otro lado, la autonomía es muy elevada, llegando a ser de hasta 1.300 kilómetros en modelos de SEAT, mientras que el repostaje se puede realizar en los países europeos ya que se utiliza una boquilla universal.

Circular SOLO con gas

7 mitos coches GNC

Los coches impulsados por GNC están diseñados para funcionar con gas por defecto, lo que implica no tener que circular con el otro depósito. Se aconseja, por el contrario, llevar siempre gasolina ya que, en el momento de arranque, si la temperatura exterior es muy baja, la gasolina ayudará a ganar calor al motor, o justo después de repostar gas natural. Esta gasolina debe consumirse en un período de unos seis meses.

Precio de los coches de GNC

7 mitos coches GNC

El precio de un coche de GNC es muy similar al de uno con motor diésel o gasolina, aunque conlleva una serie de beneficios a largo plazo. Llenar el depósito cuesta algo más de 13 euros y supone un ahorro de un 30% con respecto a un diésel y de un 55% respecto a un gasolina.

Mantenimiento

7 mitos coches GNC

El mantenimiento de un vehículo de GNC no es más elevado y/o riguroso que el de un coche de gasolina o diésel. Es falso que las bujías o filtros tengan que cambiarse con mayor frecuencia. La única diferencia en términos de mantenimiento se encuentra en la revisión de la ITV, antes de la cual se debe certificar la estanqueidad del sistema de gas y, cada 4 años, se debe realizar una inspección visual de los depósitos en un taller especializado.

1 Comentario

  1. La duda con respecto a la seguridad de este tipo de motores es uno de los mayores mitos con respecto a los coches de GNC.

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