Gracias a la mezcla de este biocarburante y gasolina, los científicos han logrado que un vehículo de cerca de 14 kg funcione. Para tal fin fueron utilizadas naranjas pasadas o dañadas y los restos que quedan al producir zumo; todo ello es mezclado con una bacteria (clostridium cellulovorans) obtenida a partir de virutas de madera -descompone las fibras de celulosa y produce un azúcar que, al fermentar junto a otro microorganismo añadido, produce este biocombustible de naranja en unos 10 días-.
Esta bacteria descompone las fibras de celulosa y produce un azúcar que, al fermentar junto a otro microorganismo añadido, produce este biocombustible de naranja en unos 10 días.
El equipo logró extraer unos 20 mililitros de biocombustible de unos 3 kilos de naranjas descartadas y desechos de naranja. Yutaka Tamaru, profesor de bioingeniería de la Universidad de Mie, ha explicado: "Este biocombustible podría ser utilizado para tractores y segadoras agrícolas con motor de gasolina".
El equipo científicos japoneses que han conseguido biocombustible a partir de naranjas lleva un año con este proyecto que trata de aprovechar el excedente de naranjas que se da en Mihama, Japón.