Lejos quedaron los diseños cuadrados, de líneas rectas y proporciones cúbicas, de los clásicos Volvo. Ahora, en posesión del grupo chino Geely, la compañía sueca está viviendo una segunda juventud, una reinvención del concepto premium nórdico, con coches tan elegantes como el Volvo XC90 (prueba). Cuatro décadas atrás, la marca apostaba por otro tipo de vehículos, como el Volvo 245 Transfer que te muestro a continuación.
En 1964, el rey Gustavo VI Adolfo de Suecia inauguró la planta de Volvo en Torslanda, una fábrica situada cerca de Gotemburgo que no ha cesado su actividad desde entonces. La Serie 240 de Volvo se produjo mayoritariamente en Torslanda, aunque algunos también fueron ensamblados en Kalmar y en la ciudad belga de Gante. Durante 19 años, el icónico 240, que se ofrecía con carrocería sedán y familiar, con las famosas variantes 240 Turbo e incluso con modelos de carreras del Grupo A y el DTM, vio salir hasta 2.862.573 unidades de las diferentes fábricas de la compañía.
Volvo 245 Transfer, un taxi de siete plazas
Volvo sabía que contaba con un vehículo polivalente basado en una plataforma que podía ser un veloz coupé de dos puertas en circuito y un práctico y capaz familiar. Pero, ¿por qué no experimentar un poco más con su polivalente carrocería? En 1979, la firma sueca lanza el Volvo 245 Transfer, un taxi de siete plazas basado en un Volvo 245 Kombi.
Tomando como base la carrocería de un 245 Kombi, los ingenieros de Volvo añadieron un extra de distancia entre ejes para aumentar la capacidad interior del modelo. De este modo, el 245 Transfer ganaba una sección extra de la carrocería destinada al nuevo maletero, mientras que, la zona que antes se empleaba para transportar el equipaje, ahora ganaba una nueva pareja de asientos.
Desde el lateral se aprecia cómo la carrocería gana un pilar D, unos voladizos largos y mantiene su carrocería de cinco puertas. Para acceder a la sexta y séptima plaza, los asientos traseros se abatían, como en cualquier coche de siete plazas actual, con la diferencia de que sus ocupantes podían disfrutar de espacio de sobra para las piernas. Tras ellos, el equipaje también contaba con espacio suficiente de transporte. El Volvo 245 Transfer fue utilizado como transporte de pasajeros y taxista durante años. Fue producido entre 1979 y 1981.
Y esto no fue todo. El chasis y la carrocería de la Serie 240 era tan polivalente que Volvo vio una nueva oportunidad de negocio en una versión shooting brake de batalla larga. Denominado Volvo 245 Hearse, esta carrocería fue creada en 1976 con una enorme zona de carga y una configuración de dos asientos. Sus utilidades fueron múltiples, incluyendo la de servicio de ambulancia, gracias a una altura al techo en su interior que se había visto incrementada.
Volvo 240 Korta Ledtider: del más largo, al más corto
Cuando la producción del 240 llegó a su fin, Volvo había producido su última unidad el 5 de mayo de 1993. Fue entregado a su nueva propietaria, una mujer sueca, de la mano del CEO Pehr G Gyllenhammar. Se trataba de un Volvo 245 regular que pasaría a los libros de historia de la marca por ser el último producido de la serie. Las llaves fueron entregadas en un acto especial que simbolizaba el final de una época.
The very last Volvo 240 built was a shortened version made 'a thank you for the efforts done by the entire 240 crew and symbolized shortened production leadtimes.' pic.twitter.com/9O4aY0wLwO
— Reilly Brennan (@reillybrennan) 20 de marzo de 2019
Sin embargo, éste 245 no fue el último producido. En la planta de Torslanda se fabricó otro Volvo 240 Kombi de carrocería familiar con un enfoque más divertido para agradecer a sus empleados tantos años de dedicación. El modelo en cuestión fue bautizado como Volvo 240 Korta Ledtider, que hacía referencia a los plazos de entrega cortos, y acortado entre ejes significativamente, tanto, que las puertas y ventanas traseras fueron eliminadas de la ecuación para disponer de un familiar de distancia corta entre ejes, tres puertas y dos asientos en su interior.
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Fuente: Road&Track | Foto: Reilly Brennan (Twitter)