El Volvo 850 celebra su 25 aniversario: repasamos su historia

Uno de los modelos más especiales de la historia de Volvo está de celebración. Y es que el próximo 11 de junio el Volvo 850 celebrará el 25 aniversario desde su introducción en 1991, cuando fue presentado ante el público y la prensa especializada en el Globe Arena de la capital sueca. Para celebrar este cumpleaños, hacemos un repaso a la historia del vehículo que en su momento, supuso una de las mayores inversiones industriales de Suecia y un cambio de rumbo radical para la marca.

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Con la introducción del Volvo 850, la firma apostó por una configuración mecánica nada común hasta entonces en los modelos de Volvo: tracción delantera con un motor de cinco cilindros colocado transversalmente. Vale que no es el primer automóvil de producción de la marca que recurrió a esta disposición mecánica, ese título corresponde al Volvo 480 ES, que debutó el 15 de octubre de 1985, pero el 850 fue el modelo que marcó un punto de inflexión, pues poco después de que dejaran de construirlo (desapareció en 1996), en 1998, todos su modelos tenían ya tracción delantera o integral.

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Y eso a pesar de que desde 1927, el año de fundación de Volvo, todos sus coches de producción estaban equipados con sistemas de propulsión. El 850 se presentó con el siguiente eslogan: “Un vehículo dinámico con cuatro novedades mundiales”. Esas novedades a las que se refería Volvo eran el propulsor transversal de 5 cilindros en línea, el eje trasero Delta-Link desarrollado por la marca, el sistema de protección contra impactos laterales (denominado SIPS) y el cinturón de seguridad autoajustable en las plazas delanteras.

Aunque el Volvo 850 debutó el 11 de junio de 1991, el proyecto Galaxy, que es como llamó al nuevo modelo en sus inicios, comenzó mucho antes, concretamente, en 1978. Fue entonces cuando, en una reunión celebrada aquel año, decidieron que había que dar rienda suelta a la imaginación y llegar a las estrellas. Por este motivo eligieron el nombre Galaxy para el proyecto que posteriormente, derivaría en dos automóviles diferentes: la serie 850 y la serie 400.

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El primer modelo de la gama que desvelaron fue el Volvo 850 GLT, con un motor atmosférico de 20 válvulas que desarrollaba una potencia máxima de 170 CV y una carrocería berlina con cuatro puertas y un amplio maletero. Durante la fase de desarrollo, la marca centró todos sus esfuerzos en conseguir que este vehículo fuera capaz de ofrecer una dinámica de conducción excepcional sin por ello renunciar a un habitáculo y a un comportamiento confortable.

El siguiente vehículo de la gama debutó en febrero de 1993, que fue cuando hizo su primera aparición ante el público el Volvo 850 Station Wagon, la variante con la icónica carrocería familiar. Introdujo una seña de identidad que desde entonces ha formado parte de prácticamente todos los modelos de la marca: las grandes luces traseras verticales que cubrían el montante D. Pero no sería hasta el Salón de Ginebra de 1994 cuando debutó la que sin duda es la variante más famosa de la gama: el Volvo 850 T5-R. Apareció sobre el escenario con su inconfundible color amarillo y sorprendió a los allí presentes por sus extraordinarias prestaciones.

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No es el primer familiar deportivo de la historia, pero casi (ese título corresponde al Audi RS2 Avant que probamos). Su motor de cinco cilindros recibió un turbocompresor y un intercooler, lo que le permitía desarrollar 240 CV de potencia y un par máximo de 330 Nm. Estéticamente, se diferenciaba por su imagen más agresiva, por su tubo de escape cuadrado y por las características llantas de aleación de 17 pulgadas, denominadas ‘Titan’.

La producción del 850 T5-R estaba limitada a 2.500 unidades en un principio, pero como el modelo despertó tanto interés que esas 2.500 unidades de color amarillo se agotaron en un par de semanas, la firma decidió fabricar el mismo número de unidades en negro. Es más, el éxito de esta segunda serie fue tal que todavía hubo que fabricar una tercera serie de 2500 T-5R en color verde oscuro. Ese mismo año, en 1994, Volvo reapareció en los circuitos de carreras en el British Touring Car Championship (BTCC).

1994 British Touring Car Championship.

Y para sorpresa de todos, entró en el esta prestigiosa serie con un Volvo 850 Station Wagon de competición, una versión de carreras de la variante con carrocería familiar pilotados por el sueco Rickard Rydell y el holandés Jan Lammers. En 1995, los modelos familiares quedaron prácticamente excluidos por un cambio en las normas y Volvo se pasó al sedán. Aquella temporada, Rickard Rydell quedó tercero en el campeonato.

En 1996, el año en el que finalizó la producción del Volvo 850, la firma sueca introdujo el primer vehículo de la marca con tracción a las cuatro ruedas: el 850 AWD. Su propulsor de cinco cilindros turbo desarrollaba 193 CV de potencia y supuso el germen de lo que posteriormente serían los modelos XC. Cuando acabó la fabricación de su sucesor, el V70 (y S70) basados ambos en el 850, Volvo había vendido nada menos que 1.360.522 vehículos.

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