A partir de esas Navidades, las de 1990, las siguientes fueron diferentes. Los Reyes Magos me trajeron el circuito de Scalextric que había pedido. Bueno, realmente en mi carta aparecía el de Imola, con su puente, vallas, estrechez de carriles y peraltes, pero, o no debí ser lo suficientemente bueno, o los tres hombres de oriente decidieron que merecía el de Calafat.

Quizá fue la decisión más acertada, porque la diferencia de precio entre uno y otro, podría ser parecida al del incienso y la mirra. También porque así, las siguientes Navidades, podría ir ampliando el trazado, poco a poco, hasta hacerlo a mi gusto.

Ese circuito de Calafat de Scalextric (te cuento la historia de Scalextric) tenía unas medidas de 152x82 centímetros y 3,23 metros, e incluía dos Porsche 959 -por ello, creo yo, el deportivo de Stuttgart, actualmente, es mi coche favorito-, uno en rojo con el número 160 y otro en blanco con el 180, ambos con luces frontales -me alucinaba cómo se iluminaban dependiendo de la intensidad que apretabas el gatillo- pilotados por los franceses Claude Ballot-Léna, y Rene Metge, ganadores de las 24 Horas de Le Mans de 1996 con un Porsche 961, el coche de carreras que tomaba como base el (prueba) Porsche 959.

Y desde entonces, cada Navidad, los Reyes Magos, en casa de mi primo Daniel me traían coches, uno por año (Toyota Celica Carlos Sainz, Ford RS200 blanco con librea azul, BMW M1 verde...) hasta que, ya de adolescente y de mi bolsillo, amplié la colección hasta sumar 20 piezas. También traían complementos para el circuito hasta que completé un ocho gigante.

Mucho ha pasado desde entonces, y ahora he tenido la oportunidad de viajar en el tiempo, sin el (prueba) DeLorean DMC-12, gracias al Scalextric Advance. Como ha ocurrido con los monoplazas de Fórmula 1, solo tienes que ver el volante de un bólido de 1980 y uno de 2024, la tecnología ha cambiado la forma de conducir, y en el caso del slot, permite un mayor disfrute.

La pista puede tener conexión a Smartphone y Tablet para poder configurar el setup de los vehículos gracias a que ambos tienen Bluetooth. Además, se pueden contar las vueltas, cronometrarlas, controlar la carga y el consumo de combustible, configurar la carrera y ver las estadísticas de los pilotos, coches y circuitos.

Scalextric Advance GT World

Y todo ello con los últimos coches, porque puedes pilotar desde un Audi RS 3 o un Cupra Leon Competition en los Scalextric Advance Touring Series hasta un Corvette C6R, un Audi R8 LMS GT3 o el Mercedes AMG GT3 en el Advance GT World. Y lo mejor de todo es que pueden participar hasta nueve jugadores.

Pero también están disponibles coches tan míticos como el Renault 5 de Ragnotti, el 5 Turbo de Puras o el Lancia Delta Integrale de Serviá, así como los actuales WRC o algunos tan particulares como el Ford Escort Cosworth de Lia Block.

Además, la mítica marca de slot también tiene en su portfolio la línea Scalextric Compact, con coches a una escala menor, 1:43, pensada para que desde los cuatro años, los niños se puedan iniciar en este tan entretenido como bonito mundo.

Scalextric Compact

Sin duda, Scalextric es el juguete ideal para fomentar la interactividad entre padres, hijos y abuelos; el regalo perfecto, que no ha pasado de moda, para niños -y no tan niños- con el que fomentar algunos valores como el trabajo en equipo o la competición sana, mientras que desarrollan habilidades psico-motrices, reflejos y capacidad de concentración.

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