Steve Jobs, el genio de la electrónica y la informática, falleció en 2011 con mucho aún por mostrar al mundo. También era una persona muy particular con algunas excentricidades que los simples mortales no solemos cometer. Una de ellas era que la razón por la que Steve Jobs cambiaba de coche cada 6 meses y ninguno de estos vehículos estuvo nunca matriculado.
El cofundador de Apple e inventor, entre otras cosas, del iPhone, nunca tenía en propiedad un coche más de 6 meses. De hecho, siempre escogía el mismo modelo, pero debía ser nuevo y nunca lo conduciría más de 180 días. Hay una razón de peso que justifica esta extraña conducta, aunque no es del todo oficial y ni tan siquiera figura en su biografía.
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El coche en cuestión que conducía Steve Jobs era el Mercedes-Benz SL 55 AMG de la generación R230. Este modelo, que no era el más prestacional de la gama (ese honor correspondía al SL 65 AMG de 612 CV), equipaba un motor V8 de 5.4 litros con compresor que desarrollaba entre 476 CV y 517 CV en función del año de fabricación, con un par motor que oscilaba entre los 700 Nm y 720 Nm.

El SL 55 AMG que Steve Jobs conducía durante seis meses antes de cambiarlo por uno completamente nuevo, equipaba un cambio automático de cinco velocidades y enviaba toda la potencia al tren trasero. En su última actualización recibida en 2006, podía pasar de 0 a 100 km/h en 4,5 segundos y su velocidad máxima estaba limitada electrónicamente a 250 km/h.
La razón por la que Steve Jobs cambiaba de coche cada 6 meses
Pero esta no es el motivo por lo que has empezado a leer este artículo. En realidad, quieres saber porqué Steve Jobs cambiaba de coche cada 6 meses y nunca lo conducía con matrícula. Para poder disfrutar del privilegio de renovar coche dos veces al año, el fundador de Apple llegó a un acuerdo con una empresa de leasing que era la encarga de proveer los vehículos.
Durante el sexto mes de alquiler, Jobs entregaría el Mercedes SL 55 AMG plateado y lo cambiaría por otro idéntico. En ningún momento, el vehículo estaría matriculado y, por supuesto, no lo conduciría ni un día más de esos 6 meses.
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Al parecer, Steve Jobs encontró una laguna en las leyes de vehículos de California por la cual no estaba obligado a matricular un vehículo durante los seis primeros meses. Esto era aplicable a todos los ciudadanos, y el genio de la electrónica decidió aprovecharse de este vacío legal y circular siempre con un coche sin matricula.

Algunas voces cercanas a Jobs argumentan que esta decisión la tomó como medida para preservar su intimidad. Al conducir un coche sin matrícula, Steve Jobs pasaría desapercibido por las carreteras de California y sería casi imposible identificar el vehículo que conducía. A pesar de esta afirmación, no existe ningún documento donde se refleje que esta es la razón por la que Steve Jobs cambiaba de coche cada 6 meses.