¿Te imaginas que tu jefe te regala un deportivo por hacer bien tu trabajo? Pues eso era, precisamente, lo que hacía Steve Jobs, que premiaba a sus empleados con un Porsche 944 en la lejana década de los 80.
Han pasado ya muchos años, 11, para ser exactos, desde la muerte de Steve Jobs, el gurú de Apple y uno de los personajes más influyentes de las últimas décadas. No en vano, creó algunos de los aparatos que ha cambiado la vida de millones de personas en todo el mundo, desde el Macintosh, pasando por productos como el iMac, el iPod y el iPad, hasta el teléfono móvil más famoso del mundo, el iPhone.
Steve Jobs premiaba a sus empleados con un Porsche 944
Steve Jobs fue capaz de crear algo más que una empresa. Creó un estilo de vida y una serie de valores que transmitía (y sigue todavía) a través de la imagen de marca de Apple, haciendo que millones de seguidores se identifiquen con ella. Pero no es se trata ahora de recordar el legado del fundador de la “manzanita”, sino de hablar de un particular detalle que tenía con sus trabajadores.
La magia de los Porsche olvidados que esconden hermosas historias y momentos felices
Sabemos que a Jobs le gusta mucho conducir su Mercedes SL 55 AMG, entre otros coches que tuvo. También era un amante de las dos ruedas y acostumbraba a ir en su antigua BMW R 60 cuando podía. Pero también premiaba a sus empleados con la entrega de un coche. Y no un coche cualquier, un Porsche 944.
Una manera de incentivar a los trabajadores
Es cierto que, actualmente, no es de los modelos más valorados de Porsche. De hecho, se puede encontrar una unidad por ahí más o menos en buen estado a un precio relativamente asequible. Pero en los 80 era un coche bastante apreciado y Steve Jobs regalaba uno a los comerciales que conseguían cumplir sus objetivos.
Era una manera de incentivarlos para conseguir que su empresa creciera y superase a IBM que, en aquel entonces, era una de las tecnológicas más potentes, mientras que Apple aún no gozaba del prestigio que tiene hoy.