La década entre 2020 y 2030 supondrá una importante revolución para la industria del automóvil y el transporte privado. No será un cambio natural, sino más bien una transformación forzada por las grandes instituciones que dará lugar a la total electrificación del sector en el año 2050, cuando inicialmente no estará permitido circular con coches de combustión interna.
A lo pronto, uno de los primeros cambios que experimentaremos será en el precio de los combustibles, que en España subirá hasta un 70% antes de 2030. Este incremento no estará condicionado por la inflación, sino por la nueva directiva de fiscalidad energética en la que está trabajando la Unión Europea. Esto supondrá la llegada de nuevos impuestos que se aplicarán a los hidrocarburos y que veremos reflejados en los próximos años a la hora de repostar.
Según la consultora Deloitte, la subida de los precios de los combustibles en España alcanzará el 70% antes de que acabe la década. “La propuesta de la nueva directiva de fiscalidad energética y la de incluir el transporte en el sistema ETS a partir del año 2026 anticipan un incremento de los precios de los combustibles fósiles para el transporte del 20% al 70%”.
El precio de los combustibles subirá en España hasta un 70% antes de 2030
La nueva fiscalidad energética elevará la tasa impositiva por distancia. En el caso del diésel, esta tasa impositiva pasará de 1,9 a 3,2, lo que supondrá, según la consultora, una subida del precio del gasóleo del 70%. Mientras tanto, la gasolina pasará del 3,3 al 4, lo que supondrá un incremento del precio de este combustible de un 20%. También se incluirá el biometano dentro de los nuevos impuestos, que pasará del 0,3 al 0,8 en los próximos años.
El hidrógeno no se verá afectado por la tasa impositiva por distancia, pero la tasa impositiva por contenido energético sí incluirá el diésel y la gasolina. En este caso, el gasóleo pasará de una tasa impositiva mínima por contenido energético de 10,3 a 18,2, mientras que en el caso de la gasolina sería del 14,2 al 17,7.
La gasolina sigue siendo el combustible preferido para los españoles
Aunque el objetivo de la Unión Europea es descarbonizar el transporte ligero, el informe de Deloitte expone que, a pesar de la subida de los precios de los carburantes en los próximos años, la mayoría de los ciudadanos europeos seguirán utilizando vehículos impulsados por combustibles fósiles.
“El análisis del transporte se ha centrado en el transporte rodado, que supondrá el 23% de las emisiones y el 24% del consumo energético en el año 2030 de acuerdo con los diferentes PNIEC. Estos planes tienen un gran foco en el impulso del vehículo eléctrico, aunque, a pesar de ello, en 2030 el 82% del consumo del sector seguirá basado en combustibles fósiles en el total de la Unión Europea”, expone la consultora.