El Volkswagen Polo Life 1.0 TSI 95 CV DSG de la prueba es la mejor versión de la gama del utilitario de la marca alemana. Es el más básico y el menos potente de la familia, pero su comportamiento y prestaciones apenas varían con respecto a sus hermanos mayores. Un coche que demuestra que a veces menos es más.
Es considerablemente más barato que el Polo 1.0 TSI de 110 CV (prueba) y la diferencia de potencia entre ambos no es determinante. La prueba objetiva de esto está en los datos de aceleración (11,3 segundos frente a 10,4 en el 0 a 100 km/h), pero es que en la práctica es casi imperceptible. Especialmente con la transmisión automática DSG de doble embrague, que es muy efectiva.
Y como no hay variaciones en aspectos como la comodidad de uso, la habitabilidad, la practicidad… Tiene todo lo bueno de cualquier Polo, que es uno de los utilitarios más completos en este sentido del mercado. Donde sí hay cambios es en el equipamiento, pues el que nos ocupa (el acabado Life) tiene una dotación más simple y una imagen exterior e interior más ‘sosa’ que el de 110 CV (que solo se ofrece con terminación R-Line). Pero esto es evidente.
Un coche válido para (casi) todo
El Polo Life 1.0 TSI 95 CV DSG que pruebo se beneficia de todos los cambios introducidos tras la última actualización que sufrió la gama del Polo hace casi un par de años. Esta generación, la sexta, aterrizó en el mercado en 2017 sobre la base de la plataforma MQB A0 del grupo y en abril de 2021 recibió un lavado de cara con el que se acercó todavía más a su hermano mayor, el Volkswagen Golf, en imagen y equipamiento.
Ya que menciono al Golf, tengo que decir que el tamaño exterior e interior de este Volkswagen Polo me ha recordado mucho al de un Golf Mk4. De hecho, su habitabilidad es claramente superior e incluso ofrece un maletero más capaz (351 litros) a pesar de que no llega a ser tan largo como este. Una prueba de las bondades de dicha plataforma; y de su amplia distancia entre ejes.
La calidad general de los acabados del interior no llega a estar a la altura de un Golf, pero sí está por encima de la media del segmento de los utilitarios. Todo lo que tengo al alcance de la mano tiene un tacto sólido y agradable; y gracias a las amplias posibilidades de regulación del asiento y del volante, es fácil encontrar una postura de conducción ideal.
Todos los mandos están colocados de forma que resulta muy intuitivo usarlos. No tendrás que pensar pues todo está donde esperas que esté. Además, gracias a la presencia de botones físicos, ni siquiera tendrás que apartar la vista de la carretera para ajustar, por ejemplo, la temperatura o la velocidad del sistema de climatización manual que monta esta unidad. Esto es algo que no se puede decir del Golf, en el que tienes que recurrir a una pantalla o pulsadores táctiles un tanto engorrosos.
Por habitabilidad y capacidad de carga, este es un coche que vale para casi todo. Me han sorprendido sobre todo las plazas traseras, donde no solo hay espacio para que dos adultos viajen holgadamente sino que también podrás colocar un par de sistemas de retención infantil voluminosos. El maletero, además de ser grande para el tamaño del coche, tiene unas formas regulares que hacen que sea aprovechable y un piso que se puede ajustar en dos alturas.
Un motor suficiente y eficiente
Debajo del capó del Volkswagen Polo de la prueba está el conocido tricilíndrico de 999 centímetros cúbicos de la marca. Una mecánica con bloque y culata de aluminio, cuatro válvulas por cilindro, doble árbol de levas, inyección directa, turbo e intercooler; un propulsor que en este caso entrega 95 CV de potencia a 5.000 revoluciones por minuto y un par motor de 175 Nm entre 1.600 y 3.500 vueltas.
Es decir, 15 CV menos de potencia y 25 Nm menos de par que el Polo 1.0 de 110 CV que probé justo antes que este Volkswagen Polo Life 1.0 TSI 95 CV DSG. Una diferencia muy sutil, pues hablamos de un 13% menos de potencia máxima y de un 12% menos de par, una disminución que en la práctica es casi imperceptible. Eso sin contar con la diferencia de precio que hay a favor del de 95 CV, que cuesta un 10% menos con el mismo cambio (aunque eso sí, viene menos equipado).
Porque como podrás deducir por la denominación del coche de la prueba, Volkswagen Polo Life 1.0 TSI 95 CV DSG, esta unidad está equipada con la transmisión de doble embrague y siete velocidades. Con esta combinación de motor/caja de cambios, tiene un funcionamiento muy agradable gracias a la combinación de elasticidad del motor y de la velocidad con la que cambia de relación la caja.
No es que sea rápido, pero sí ofrece un rendimiento adecuado para casi cualquier circunstancia, incluso cuando vas cargado. Y gracias a ese binomio, es posible conseguir consumos de combustible realmente bajos con facilidad. Durante la semana que he pasado probando este coche, he obtenido una media en uso mixto de 5,7 l/100 km, casi calcando el dato oficial (que es de 5,6 l/100km).
El pero que se le puede poner en este sentido es que, a diferencia de rivales como el Toyota Yaris Electric Hybrid (prueba), no tiene etiqueta ECO al carecer de cualquier sistema de hibridación. Esto le penaliza también al circular en entornos urbanos, donde el consumo sube por encima de los 7 l/100km por muy cuidadoso que seas.
Conclusión de la prueba del Volkswagen Polo Life 1.0 TSI 95 CV DSG
Es un coche práctico, perfecto para el día a día. Porque es muy maniobrable gracias a sus dimensiones exteriores; tiene una postura de conducción muy acertada y es fácil entrar y salir de él; cuenta con multitud de huecos portaobjetos donde podrás dejar todo lo que lleves encima; posee un maletero sorprendentemente amplio para tratarse de un utilitario; y cuenta con unas plazas traseras mucho más versátiles que las de, por ejemplo, el Yaris que mencionaba en el párrafo anterior.
A nivel dinámico, este Polo Life es un coche que apuesta por el confort de marcha y eso se nota en la capacidad que tienen las suspensiones para filtrar las irregularidades de la calzada. En esto también contribuyen sus neumáticos, que tienen un perfil generoso que ayudan a aislarlo aún más (de serie calza unos 185/65 R15) de los baches.
Lo que no aporta mucho en este sentido es el motor, que como buen tricilindrico, se deja notar en determinadas circunstancias con ligeras vibraciones. Pero a cambio es muy económico -tanto en lo referente a los consumos como a impuestos- y además ofrece una respuesta más que suficiente para cualquier situación.
En definitiva, puede que este sea el Volkswagen Polo más básico que puedes comprar, pero posiblemente eso hace que sea el más interesante de la gama. Porque ofrece todo lo bueno de sus hermanos mayores de gama, con una motorización con un rendimiento muy similar y todo ello con un precio más atractivo.
A destacar | A mejorar |
Habitabilidad | Cambio brusco en alguna circunstancia |
Equilibrio general | Resolución del Digital Cockpit de 8" |
Maletero |
Ficha técnica Volkwagen Polo Life 1.0 TSI 95 CV DSG | ||
Motor | Cilindrada | 999 cc |
Cilindros | 3 en línea | |
Potencia máxima combinada | 95 CV / 5.000 - 5.500 rpm | |
Par máximo combinado | 175 Nm / 1.600 - 3.500 rpm | |
Alimentación | Tipo | Inyección indirecta, turbo, intercooler |
Transmisión | Caja de Cambios | Automática DSG, 7 velocidades |
Tracción | Delantera | |
Suspensión | Delantera | McPherson Resorte helicoidal Barra estabilizadora |
Trasera | Rueda tirada con elemento torsional Resorte helicoidal |
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Frenos | Delanteros | Discos ventilados |
Traseros | Tambores | |
Dimensiones | Longitud | 4.074 mm |
Anchura | 1.751 mm | |
Altura | 1.451 mm | |
Distancia entre ejes | 2.552 mm | |
Maletero | Volumen | 351 litros |
Peso | Peso | 1.274 kg |
Prestaciones | Velocidad máxima | 187 km/h |
Aceleración 0-100 Km/h | 11,3 seg | |
Consumo | Combinado | 5,5 l/100 km |
Velocidad baja | 7,3 l/100 km | |
Velocidad media | 5,4 l/100 km | |
Velocidad alta | 4,8 l/100 km | |
Velocidad muy alta | 5,5 l/100 km | |
Emisiones | Emisiones de CO2 | 125 gr/km Euro 6 Etiqueta C |
Precio | Precio oficial | Desde 24.710 euros |