No sé si habrás tenido la oportunidad de conducir un smart fortwo de las generaciones anteriores, si es así seguro que te acuerdas de su peculiar caja de cambios. Y si no, debes saber que montaban una transmisión manual robotizada que aunque cumplía con su cometido, resultaba excesivamente lenta, lo que penalizaba apartados como la comodidad o las prestaciones. Pero con la llegada del nuevo smart fortwo (y de su hermano de cinco puertas, el smart forfour), también lo hace una nueva transmisión automática de doble embrague con seis velocidades, conocida como ‘twinamic’. He viajado hasta Colonia (Alemania) para poner a prueba el smart fortwo turbo twinamic, la versión con motor de 90 CV equipada con este nuevo cambio.
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La anterior caja de cambios, denominada softip, tenía como principal ventaja que era más barata que un cambio de convertidor de par tradicional, más ligera y compacta, pero sus atributos se acababan ahí. La elección de la nueva transmisión por parte de smart, en mi opinión, ha sido todo un acierto, pues un coche de este tipo se utilizará principalmente en ciudad, que es donde más uso daremos al cambio. Desde los primeros metros, el smart fortwo turbo twinamic de la prueba deja claro que su funcionamiento es mucho más agradable que el de sus antecesores.
En entornos urbanos lo que demandamos es agilidad, una respuesta rápida que nos permita movernos con facilidad entre el tráfico. Y aunque las generaciones anteriores cumplían en este sentido por sus dimensiones compactas y por su maniobrabilidad, fallaban principalmente en la respuesta a causa de su caja de cambios, tan lenta que en algunos momentos podía llegar a desesperarte. Pero eso ya no sucede, el cambio twinamic soluciona de golpe ese problema con unas transiciones entre velocidades prácticamente imperceptibles. Y además, tampoco puedo decir que sea cara, pues el coste de esta transmisión asciende a 980 euros en el caso del fortwo y a 1.175 euros en el forfour.
He convivido durante mucho tiempo con sus antecesores y quizá por este motivo la respuesta del nuevo cambio de doble embrague del smart fortwo me ha sorprendido tanto. Transforma el coche por completo, convirtiéndolo en el ‘arma’ definitiva para la ciudad. Se acabaron los tirones y los cambios que se prolongaban una eternidad. Ahora son tan fluidos que si no estás mirando el cuentarrevoluciones es probable que no te des cuenta de que ha insertado otra marcha. La única pega en este sentido es que, al igual que le sucede a otras transmisiones de este tipo, sí que hay cierto retraso cuando demandamos más aceleración y tiene que reducir, pero aun así sigue siendo superior a la anterior.
Acceder al habitáculo del smart fortwo es tremendamente sencillo, no sólo por las grandes dimensiones de las puertas, la altura del techo y la posición del asiento también facilitan las cosas. Introduzco la llave (que por cierto, estrenará nuevo diseño a partir del mes de septiembre) y pongo en marcha el motor de tres cilindros en línea y 898 centímetros cúbicos, que gracias a la sobrealimentación, produce 90 CV de potencia y 135 Nm de par. Basta con seleccionar la ‘D’ con la palanca y tan pronto como soltemos el pedal del freno, el coche comenzará a moverse con suavidad y sin que se produzcan tirones o vibraciones, más que las provenientes del motor, que como todos los tres cilindros, no es especialmente sedoso en su funcionamiento.
La elección de Colonia para realizar la presentación internacional del nuevo cambio twinamic de smart no ha sido casual. Esta ciudad alemana tiene la mayor densidad de smart por habitantes de todo el mundo (hay un smart por cada 100 personas), lo que tiene su explicación en la dificultad que hay para encontrar plazas de aparcamiento y para maniobrar en sus estrechas calles. Y es que es precisamente en eso en donde el fortwo de la prueba saca pecho frente a sus competidores, no hay ningún otro coche con el que resulte tan sencillo moverse por la urbe.
Para que te hagas una idea, el diámetro de giro del smart fortwo es de tan solo 7,3 metros (6,9 metros entre bordillos). Un SEAT Mii (prueba), por ejemplo, necesita 9,8 metros para completar la misma maniobra. Parte de la culpa está en su reducida batalla -1,87 metros-, pero también ayuda su disposición mecánica, ya que al tener colocado el propulsor en posición trasera, las ruedas delanteras tienen ‘más espacio’ para alcanzar ángulos de giro mayores. Todo esto se traduce en una facilidad de uso extraordinaria, cuanto más angosto sea el lugar por donde pases, más te sorprenderá.
La caja de cambios de doble embrague se puede manejar manualmente desde la propia palanca o desde unas levas ubicadas en el volante (estas últimas disponibles siempre que selecciones el ‘Paquete deportivo’ opcional). Tiene dos modos de funcionamiento, por defecto arrancará en el denominado como ‘ECO’, que busca los mínimos consumos y por tanto, relaciones más largas. Desde una pequeña tecla ubicada junto al selector podemos pasar al modo ‘Sport’, que me ha parecido mucho más agradable ya que cuando está activado la respuesta es más briosa, aunque penalice los consumos. También tiene Start/Stop, pero me ha parecido que tardaba demasiado en detener el motor en los semáforos, hay otros más efectivos.
Y ya que hablamos de los consumos, el smart fortwo turbo twinamic anuncia un gasto medio de 4,1 litros por cada cien kilómetros, una décima menos que el mismo coche equipado con el cambio manual de cinco marchas. Sorprendentemente, este debe de ser uno de los pocos coches del mercado que es más lento con cambio de doble embrague que con el manual, pues el tiempo de 0 a 100 km/h pasa de 10,4 segundos a 11,3 segundos. No es nada preocupante, difícilmente notarás diferencia en este sentido, pero me ha llamado la atención.
Equipamiento de serie y opcional del smart fortwo
En cuanto al equipamiento del smart fortwo, todos incorporan una larga lista de elementos que se pueden complementar en función del acabado escogido (hay tres: passion, prime y proxy) y tirando de la lista de opciones. Destaca especialmente el ESP, el asistente de viento lateral, la ayuda de arranque en pendientes, el control de presión de los neumáticos, el limitador de velocidad, multitud de airbags (incluido uno de rodilla para el conductor) o el cierre centralizado, entre otros.
Los acabados disponibles, como decía, son tres. El básico, que es de serie en la versión de 90 caballos que he probado y que se denomina passion, incluye todo lo anterior. El siguiente nivel se llama prime (que es el que puedes ver en la galería de imágenes) y por 1.170 euros añade llantas de aleación de 15 pulgadas con radios dobles, tablero de instrumentos y paneles de las puertas forrados con tela negra, asientos tapizados con cuero negro y calefactables y el detector de cambio de carril con advertencia óptica y acústica. Por encima de este último está el conocido como proxy y que por 1.875 euros añade llantas de aleación de 16 pulgadas con radios dobles, techo panorámico de cristal, parrilla delantera en color blanco, célula de seguridad tridion en color blanco, tablero de instrumentos y paneles de las puertas forrados con tela azul, tapicería mixta de tela y cuero y el detector de cambio de carril.
En referencia al equipamiento opcional, veamos los seis paquetes que están disponibles para el smart fortwo de la prueba. Empezamos con el ‘Paquete deportivo’, que cuesta 560 euros (de serie en el acabado proxy) e incluye tren de rodaje deportivo con suspensiones rebajadas 1 cm, volante deportivo multifunción con levas de cambio integradas, salida de escape cromada o los pedales de aluminio. El ‘Paquete LED & Sensor’, por 515 euros, incorpora luces diurnas y pilotos traseros de LED, faros antiniebla y sensores de luz y lluvia.
El ‘Paquete confort’ cuesta 275 euros y quizá sea el más necesario de todos, pues añade la regulación en altura para la dirección (ojo, no en profundidad), el asiento del conductor regulable en altura y retrovisores exteriores con ajuste eléctrico. Otro de los más interesantes es el ‘Paquete Cool & Media’ que suma el sistema smart Media System con pantalla táctil de 7 pulgadas con conectividad Bluetooth y audio streaming y el climatizador automático por 850 euros.
Y llegamos a los dos últimos, el ‘Paquete City’, que por 363 euros incluye el mencionado ‘Paquete confort’ y añade un depósito de combustible de mayor capacidad (35 litros) y el cuentarrevoluciones con reloj integrado y el ‘Paquete Premium’, que cuesta 726 euros y a lo anterior añade el techo panorámico de cristal y los faros de LED.
Precio smart fortwo turbo twinamic:
- smart smart fortwo turbo twinamic passion: 14.230 euros
- smart smart fortwo turbo twinamic prime: 15.400 euros
- smart smart fortwo turbo twinamic proxy: 16.105 euros
En definitiva, tras haber realizado la prueba del smart fortwo turbo twinamic, puedo decir si este coche ya era la mejor opción para aquellos que necesitaran un coche de corte urbano con solo dos plazas, con el nuevo cambio es todavía más interesante. Y si necesitas más espacio, siempre puedes recurrir al forfour, que ofrece las mismas bondades que su hermano de dos puertas con ventaja de contar con dos puertas y dos plazas traseras adicionales. Una última cosa, si te gusta disfrutar del sol, debes saber que la versión descapotable está al caer. Aprovechando el viaje hasta Colonia, me mostraron un prototipo de esta futura versión y aunque no puedo ensañarte ninguna foto por ahora (hasta finales agosto nada), sí que puedo decirte que será muy parecida a las versiones cabrio de sus antecesores.