Rezvani Motors fue fundada en 2014 por el descendiente de un piloto militar iraní. Tienen su sede en Estados Unidos, en California, y la inspiración son los temas militares. Sus diseños son extremadamente radicales, pero al mismo tiempo son vehículos muy funcionales. Hoy pongo a prueba el Rezvani Tank, un vehículo todoterreno de inspiración militar construido sobre la base del Jeep Wrangler (prueba).
Estilo militar para el día a día
Empezando por la parte superior del frontal, lo primero que llama la atención es la barra de luces que está integrada en el techo, y que de alguna forma debería ser funcional en el aspecto aerodinámico. El parabrisas es uno de los pocos elementos que nos indica que está construido sobre la plataforma de un Jeep Wrangler.
Bajamos un poco más y vemos el capó. Bastante agresivo. Obviamente, está destacando la musculatura del coche, que fue una de las prioridades a la hora de diseñarlo. Tiene una parte que se parece a la zona superior de un motor, de un ocho cilindros de gran tamaño. Pero es funcional y hay varios motores que se pueden adaptar a esta bahía. Y colaboran con Mopar, así que lo lógico es que cada vez haya más opciones.
La parrilla representa su identidad visual, con la X de Rezvani. Es un elemento que evolucionará en un futuro pero que siempre se mantendrá con esta filosofía. El fondo es simple, pero deja pasar mucho aire, porque normalmente son coches que necesitan respirar, mucha refrigeración. Otra cosa que hay que destacar es que hay espacio para poner elementos opcionales. Por ejemplo, luces adicionales, una cámara térmica o faros de tipo patrulla.
El grupo óptico delantero es delgado y alargado. Su diseño está algo adelantado al resto de fabricantes ya que cada vez más las otras marcas tienden hacia faros así gracias a las últimas tecnologías, como los LED. En el paragolpes destaca por su aspecto agresivo y funcional, se nota que está inspirado en lo militar. Tiene luces LED integradas y hay una distancia con respecto al suelo considerable para pasar por encima de cualquier tipo de obstáculo.
El diseñador de este coche ha trabajado en proyectos especiales para Lamborghini y para Ferrari, así que experiencia tiene un rato. Los pasos de rueda son muy exagerados, pero claro, las ruedas son especiales y tienen unas llantas de 20 pulgadas. El diseño del neumático también es bastante agresivo, pero todo en este coche lo es, porque el equipo de frenos también está a la altura de un coche que pesa más de tres toneladas. Eso sí, cuestan más de 4.000 euros extra.
La suspensión es muy importante y hay dos opciones, ambas desarrolladas por Fox. La primera cuesta unos 5.000 euros, mientras que la segunda, diseñada exclusivamente para hacer off-road extremo, se va a más de 12.000 euros.
De todas formas, lo que más me ha llamado la atención en su diseño es una línea que comienza en su rueda delantera y que va hacia el pilar A. Le da mucha armonía. Las puertas son muy anchas, mucho más que en el Wrangler. Tienen que adaptarse a los pasos de rueda y ayudan a darle un aspecto muy musculoso. Los espejos, por su parte, son los mismos que en el Wrangler JK.
Avanzando un poco más en el Rezvani Tank vemos una nervadura en el lateral que resalta mucho los pasos de rueda traseros. No tiene tiradores al uso, ya que cada puerta pesa más de 225 kg por el blindaje. Así que hay un espacio en el pilar B para meter la mano, tanto para adelante como para atrás, lo que hace que las puertas traseras tengan una apertura de tipo suicida (invertida). Como curiosidad, dentro hay un botón del pánico que impide que nadie pueda entrar.
La línea de cintura se une en el pilar C con el techo y le aporta dinamismo al conjunto. En la zaga están los faros posteriores, situados en el lateral y con solo dos líneas. Se encuentran bien integrados dentro de una pintura opaca, de acuerdo con la agresividad del resto del coche. La luneta forma parte del portón trasero y no puede ser blindada debido al peso, que dañaría las bisagras. Pero hay un cristal blindado por dentro, al acabar el maletero.
En el interior hay varios tipos de luces, incluidas unas cegadoras, y en la parte inferior nos encontramos con dos salidas de escape, una en cada lado. Pero hay un par de dispositivos extra de seguridad: una cortina de humo y una caja que contiene 40 pinchos para soltarlas en caso de emergencia y destrozar los neumáticos a quien nos venga persiguiendo.
Un interior que combina exclusividad y sistemas de seguridad
La llave es igual que la de Jeep, pero está recubierta de metal. Aunque sea un Wrangler retocado -muy profundamente- se han tomado la molestia de que sea muy reconocible. El sistema de navegación se gestiona a través de una pantalla de 10 pulgadas, y el infoentretenimiento es diferente al de los coches de FCA. Desde la pantalla se pueden utilizar todas las cámaras.
La calidad de materiales es notable en el Rezvani Tank de la prueba, con muchos elementos forrados en cuero, un detalle a través del cual también se diferencial del Wrangler. En el volante se puede leer Rezvani en el centro y está recubierto con diferentes tonos, mientras que en el techo hay Alcantara y le da un toque deportivo. Y al arrancarlo se nota que tenemos 500 CV debajo del capó; suena muy bien.
Los asientos pueden ser personalizados al gusto del cliente y la superficie acristalada es muy ancha ya que están fabricados a prueba de balas. Pero claro, no puedes escuchar nada desde el exterior, ni te pueden escuchar a ti. Por eso Rezvani ha instalado un sistema de comunicaciones basado en varios micrófonos que permite comunicarte con el exterior.
La parte trasera es la misma que el Wrangler con algunas diferencias. La primera son los materiales, con Alcantara en el techo, por ejemplo. Eso sí, han sacrificado algo de espacio en la cabeza debido al diseño. Los asientos son personalizados y, un detalle importante, teniendo en cuenta que va destinado a estrellas de la música, el sistema de sonido está muy cuidado. Son ‘solo’ casi 5.000 euros, pero inunda el habitáculo de un sonido de mucha calidad.
Dos motorizaciones disponibles
Se ofrecen dos motorizaciones con el Rezvani Tank. La primera es la formada por el propulsor D8 de 6.4 litros y 500 CV de potencia. Y luego está la versión Supercharged con 607 CV, que es el mismo que el empleado en el Hellcat. Conociendo a FCA y a Mopar seguro que saldrán más opciones mecánicas, y más potentes. Así que quizás pronto podamos ver el famoso motor de 1.000 CV. En cuanto a modificaciones, cuenta con un filtro de aire de alto rendimiento, así como con algunas protecciones.
Prueba Rezvani Tank: me pongo al volante
Si mal no recuerdo, este es el vehículo más pesado que he conducido nunca. Casi 3,2 toneladas. Se siente el esfuerzo del motor, pero está todo bastante bien aislado. Al fin y al cabo, los neumáticos hacen que el coche sea alto y está blindado hasta el extremo. Con el centro de gravedad a esta altura no espero una maniobrabilidad grandiosa, pero este vehículo ha sido concebido para hacer off-road.
Pero, ¿cuál es el público objetivo? ¿Gente que tema por su vida? ¿Mafiosos? Pues resulta que el mercado más importante para Rezvani es el de los músicos. Primero porque es una forma de destacar. Alguien que compra un coche así lo tiene todo. La mansión, el Ferrari… necesitan algo de otro nivel. A un nivel que, cuando lleguen a un lugar, se conviertan en la envidia de la zona conduciendo algo que nadie más tiene. Y este es un buen coche para conseguir eso. Sobre todo, por el precio.
Aun siendo un coche tan pesado, la aceleración es brutal. De hecho, una de las mejores decisiones de Rezvani fue instalarle unos frenos muy potentes, ya que se necesita mucha fuerza para detener a esta bestia. Otro acierto fue la ubicación de los controles encima del espejo retrovisor interior, desde donde se activan todas las luces… y una cortina de humo.
El Rezvani Tank que he puesto a prueba está disponible en tres versiones: Tank, Tank X y Tank Military Edition. Los precios comienzan en unos 150.000 euros, pero puede superar los 350.000 euros.