No nos engañemos, el segmento de los SUV pequeños acabará, más tarde o más temprano, saturándose hasta el punto al que ha llegado actualmente el de los todocaminos compactos. Es el siguiente mercado en el que todas las marcas quieren tener su modelo, y por eso hay que buscar maneras de diferenciarse y destacar. En esta prueba del KIA Stonic 1.6 CRDi Drive me ha quedado claro cuáles son las principales armas del coreano.
La más clara es su diseño. En KIA saben que, aunque todo el mundo sea susceptible de hacerse con un B SUV, es un mercado orientado principalmente a un público joven/adulto, de ahí que se dé mucha importancia a la imagen.
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El Stonic es fácilmente reconocible como miembro de la familia, pero aporta un toque muy fresco y desenfadado al lenguaje de diseño de la marca. El frontal es muy visual, formando un conjunto interesante entre los faros y la parrilla ‘tiger nose’ con forma de sonrisa, a lo que hay que sumar un paragolpes dominado por una enorme entrada de aire. Otro detalle que ayuda mucho es que las protecciones inferiores de plástico se han reducido al mínimo para que no “ensucien” el conjunto.
A pesar de los puntos positivos, a pesar de esas notas de color, entiendo que se hable más en este plano, en el de la diferenciación, de su primo, el (prueba) Hyundai Kona, puesto que ha roto todavía más con la estética de sus hermanos mayores. Eso sí, también es innegable que KIA ha acertado en este punto, como demuestra que con la unidad de pruebas del KIA Stonic 1.6 CRDi 110 CV Drive, de un vistoso amarillo, mucha gente gire la cabeza para observarlo con detenimiento.
Es personalizable
Las marcas se han dado cuenta de la importancia de este aspecto y este caso no es la excepción, siendo, además, uno de sus puntos fuertes. Con 20 posibles combinaciones cromáticas para la carrocería, también se puede elegir entre varias llantas y diversos colores para el habitáculo. Por ejemplo, el KIA Stonic que he probado adopta unas molduras en color naranja, misma tonalidad que las costuras del volante y los elementos decorativos de los asientos.
Un tamaño en la media
El Stonic entra dentro de lo que cabe esperar en el segmento: con una longitud de 4.140 mm, una anchura de 1.760 mm y una altura de 1.520 mm, cuenta con unas dimensiones compactas. Cabe prácticamente en cualquier lado y es bastante fácil de maniobrar y aparcar con él. Lógicamente, esto repercute en un interior que cumple pero sin alardes. Pueden entrar en él cinco adultos, pero irán más cómodos si sólo son cuatro. Además, si piloto y copiloto rondan o superan el metro ochenta de altura, los que ocupen las plazas traseras irán un poco justos.
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También es algo a tener en cuenta a la hora de viajar, ya que el maletero tiene una capacidad de 332 litros, suficiente para dos o tres personas, pero que puede quedarse corto si tiene que acomodar el equipaje de cinco ocupantes; algo lógico al hablar de un B SUV y no de un KIA Sportage.
Equipamiento muy completo
Sorprende gratamente la configuración de su gama, porque desde el nivel de acabado básico, el Concept, cuenta con una cantidad enorme de equipamiento: luces diurna LED, faros antiniebla delanteros, control de crucero, limitador de velocidad, retrovisores exteriores eléctricos y calefactables, luces automáticas y sistema de audio con pantalla de 7″ con USB, Android Auto, Carplay y Bluetooth. El Drive, el intermedio y el del coche de la prueba, incluye: ópticas traseras LED, lunas oscurecidas, climatizador automático, sensor de lluvia, cámara y sensores de aparcamiento trasero, reposabrazos delantero central, navegador y servicios de conectividad TomTom.
Además, también contaba con el ‘Advanced Driving Assistance Pack’, un extra que por 650 euros añade una pantalla LCD de 3,5” al cuadro de instrumentos, lo que facilita ver diversa información, sobre todo relativa consumos y autonomía restante; y varios asistentes de conducción que son muy bien recibidos, como el de frenada de emergencia, el de mantenimiento de carril o el de las luces en carretera.
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Prueba dinámica del KIA Stonic 1.6 CRDi Drive
El acceso es fácil, y acomodarse en el asiento no supone ningún problema (mido algo más 1,80). Éste recoge bastante bien el cuerpo con unos pequeños apoyos laterales, tanto en las piernas como en el tronco, y el hecho de que el reposabrazos se pueda regular en longitud es un punto a favor importante.
Desde el puesto de conducción la visibilidad de la información tanto en el cuadro de instrumentos como en el navegador es buena. Además, no cuesta mucho hacerse a los controles de las piñas del volante y de la consola central para alternar entre los distintos displays disponibles. Las calidades, sin destacar en exceso, son bastante decentes, con una tapicería de tela mixta y un volante con buen tacto. Lo mismo que se puede decir de la palanca de cambios, de recorridos cortos y que permite meter marchas de manera suave y concisa.
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Entrando en materia, la unidad de pruebas adopta el motor diésel de acceso que ofrece el KIA Stonic en su gama: un bloque 1.6 CRDi de 110 CV y 210 Nm de par máximo. A priori se trata de un propulsor más que suficiente para mover un coche de este tamaño, pero es algo que confirma y con creces una vez en marcha. Cuando se le pide, entrega la potencia de manera suave pero inmediata, con mucho empuje sin importar la zona del cuentarrevoluciones en la que se esté. Por ello, facilita una respuesta rápida que hace que el coche sea divertido de conducir.
A esto hay que sumarle que, pese a una altura ligeramente superior a la de un compacto, apenas se balancea y se muestra bastante ágil a la hora de tomar curvas. Parte de la “culpa” de esto la tiene una suspensión firme, que se agradece en la conducción, pero que quizá peque de no filtrar demasiado las irregularidades del terreno. A ella se suma una dirección bastante precisa que permite guiar el SUV sin problemas.
En un vehículo de estas características, y más teniendo un motor de gasóleo, su eficiencia y consumo son aspectos que muchos compradores tienen en cuenta, así que comprobar si los datos homologados se ajustan a la realidad es algo que se antoja clave. Sobre el papel tiene un consumo mixto de 4,2 l/100 km, cifra que como es lógico no llega a alcanzar, pero que no está muy lejos de lo que se puede llegar a conseguir.
En un tramo de unos 50 kilómetros en los que combiné ciudad y carreteras secundarias, yendo a un ritmo ligero y que culminó en una subida a un puerto, el Stonic 1.6 CRDi consumió 6,1 l/100 km. No iba a velocidades excesivamente por encima de la legalidad, pero sí a un ritmo vivo para probar su comportamiento en tramos revirados, por lo que me parece una cifra bastante aceptable.
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El mismo trayecto, de vuelta, lo que implicaba bajadas durante gran parte del camino, lo saldé quedándome con 4,9 l/100 km, y eso a pesar de que el tráfico era mucho más denso y hubo una zona con atasco. En esta situación se nota la actuación del start/stop, que reacciona bastante rápido y ayuda a reducir el gasto.
A destacar |
A mejorar |
Comportamiento dinámico |
Espacio para cinco ocupantes |
Buena respuesta del motor |
Insonorización |
Personalización |
Suspensión un poco dura |
Ficha técnica KIA Stonic 1.6 CRDi 110 CV Drive |
Motor |
Cilindrada |
1.582 cc |
Cilindros |
4 en línea |
Potencia Máxima |
110 CV / 4.000 rpm |
Par Máximo |
260 Nm / 1.500 – 2.750 rpm |
Transmisión |
Caja de Cambios |
Manual, 6 velocidades |
Tracción |
Delantera |
Suspensión |
Delantera |
Tipo McPherson / Resorte helicoidal / Barra Estabilizadora |
Trasera |
Rueda tirada con elemento torsional / resorte helicoidal / Barra estabilizadora |
Dimensiones |
Longitud |
4.140 mm |
Anchura |
1.760 mm |
Altura |
1.520 mm |
Distancia entre Ejes |
2.580 mm |
Alimentación |
Tipo de Alimentación |
Inyección directa, turbo, intercooler |
Peso |
Peso |
1.255 kg |
Prestaciones |
Velocidad Máxima |
175 km/h |
Aceleración 0-100 km/h |
11,3 seg |
Consumos |
Urbano |
4,9 l/100 km |
Extraurbano |
3,8 l/100 km |
Combinado |
4,2 l/100 km |
Emisiones |
Emisión CO2 |
109 g/km (Euro 6) |
Precio |
Precio final |
Desde 14.420 euros |