Hay dos cosas que me sorprenden de EE. UU.: cómo puede el tupé de Trump tener más consistencia que el Empire State y el amor que tienen sus ciudadanos por los pick-up -en el segundo aspecto comparto sorpresa y envidia sana a partes iguales-. De entre las múltiples opciones existentes me quedo, sin lugar a duda, con el mítico F-150 en su versión más bruta, el Raptor. Un bicho que por tamaño sería difícilmente trasladable a las carreteras y ciudades del Viejo Continente. Por ese motivo, la compañía estadounidense ha dado con la fórmula europea y el magnífico resultado es el coche de la prueba, el Ford Ranger Raptor.
Sí, es más pequeño que el F-150, pero con sus 5,37 metros de longitud, sus 2,02 de anchura y sus 1,87 de altura impresiona igualmente, y más si da sombra al turismo que está aparcado a su lado. También lo hace cuando es divisado por el retrovisor, algo dentro de lo común con sus vías ensanchadas 150 mm, sus musculosos pasos de rueda y su altura libre al suelo de 283 mm.
Estéticamente guarda un intencionado parecido con el modelo que se comercializa en el país norteamericano. Lo compruebo en el primer vistazo que le dedico a la parrilla, que es oscura, bien grande y que acoge la palabra Ford en casi toda su extensión. También en los colores exclusivos Gris Conquer y Azul Ford Performance, este último con sobrecoste de 355 euros; en los adhesivos Raptor -el otro extra disponible y que cuesta 639 euros- y en la protección en acero de alta resistencia situada en los bajos del frontal. Asimismo, llaman poderosamente mi atención las estriberas, tanto por su tamaño como por el material en el que están hechas; las llantas de aleación de 17 pulgadas y los neumáticos todoterreno BF Goodrich por sus enormes tacos. Estas cubiertas de competición de la marca que ha ganado el Dakar en las últimas quince ediciones han sido desarrolladas para este modelo y cuentan con medidas 285/70 R17.
Abro la puerta y escalo con facilidad hasta plantarme en sus cómodos asientos tipo bacquet. Sí, se trata de un pick-up, pero la calidad percibida es muy buena. Más de una zona está recubierta con plásticos blandos y pespuntes en color azul. Además, equipa elementos que son una rara avis en este tipo de vehículos como los asientos calefactables de ajuste eléctrico y tapizados en Alcantara y cuero, la función de apertura y arranque sin llave, el climatizador bizona, la pantalla táctil de 8 pulgadas o el sistema SYNC 3 con Android Auto y Apple Car Play. También si te hablo de seguridad, porque equipa asistente de precolisión con sistema de detección de peatones, sistema de aparcamiento asistido o limitador de velocidad inteligente con reconocimiento de señales de tráfico, entre otros. Sin duda es el vehículo comercial más logrado que han visto estos ojos.
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Muevo la banqueta, hago lo propio con el volante, aunque solo en altura, puesto que no da la opción de hacerlo en profundidad, y pulso el botón de encendido. En ese mismo instante el motor biturbo 2.0 de 213 CV me brinda su mejor pieza musical. Buena manera de dar comienzo a la prueba del Ford Ranger Raptor... Para rizar el rizo, la compañía de Detroit ha elegido la caja de cambios que monta el F-150 Raptor y el Ford Mustang: la automática de 10 velocidades, que en su caso equipa unas grandes levas en el volante. Se nota que el fabricante ha producido con mimo esta versión de altas prestaciones.
En marcha, en carretera, gracias al diferencial central programable electrónicamente, elemento que se monta por primera vez en un todoterreno, juego con los modos de conducción Normal y Sport; los otros cuatro, Hierba/Grava/Nieve, Barro/Arena, Roca y Baja, los dejo para el off-road. En los primeros kilómetros me choca lo bien insonorizado que está, pero, sobre todo, la comodidad que brinda a los pasajeros; es más confortable que un gran número de SUV que actualmente se comercializan. Piso el acelerador y su cuatro cilindros con doble turbocompresor emite un sonido deportivo y una respuesta bastante contundente apoyada por los 500 Nm de par máximo, y eso que en la báscula suma 2.585 kilogramos. En curva se mueve bien, sin oscilaciones acusadas. ¡Menudo chasis ha optimizado Ford Performance!
Volantazo a la derecha para salir del asfalto y meterlo en pista, hábitat natural del Raptor. Y es aquí donde más se aprecian sus cambios respecto al Ranger convencional: la suspensión de competición. Está compuesta por unos amortiguadores FOX Pro Racing que tienen un 32% más de recorrido los del eje delantero y un 18% los del trasero. Cuenta con un diámetro de 65.3 mm, torres de amortiguación y brazos de control de aluminio moldeado en el eje anterior y de aluminio forjado en el posterior, además de un nuevo sistema en espiral con un brazo de watt.
Y es que gracias a estas modificaciones se traga todos los obstáculos sin rechistar. No encuentro el tope de sus muelles, es casi imposible dejar una rueda en el aire y el rebote a la hora de coger baches es completamente diferente. Pone su grano de arena el ángulo de ataque, que es de 32 grados, el de salida, de 24, y la profundidad de vadeo, de 850 mm. También los modos específicos para este tipo de conducción. Pero, por su puesto, y como no podía ser de otra forma tratándose de un vehículo de sus características, gran parte de culpa de ese rendimiento la tiene el selector para poder elegir entre circular con propulsión, cuatro ruedas motrices o reductora.
Para poner el broche final a la prueba del Ford Ranger Raptor me dirijo a una pista rápida. El pick-up es capaz de coger un ritmo endiablado, más aún con la confianza que te da saber que llevas protecciones en los bajos en acero de alta resistencia de 2,3 mm de espesor y un 60% más gruesa que la estándar. Da igual que selecciones el modo 4x4 o el 4x2, con el que puedes jugar con la zaga, porque su respuesta es excelente y ofrece diversión a raudales.
Solo 56.250 euros -52.000 con descuentos y 46.350 sin el impuesto de matriculación- pueden separarte de este sueño americano. Bueno, y el beneplácito de tu pareja, también.
Ficha técnica Ford Ranger Raptor |
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Motor | Cilindrada | 1.995 cc |
Cilindros | 4 en línea | |
Potencia máxima | 213 CV / 3.750 rpm | |
Par máximo | 500 Nm / 1.500 - 2.500 rpm | |
Transmisión | Caja de cambios | Automático, 10 velocidades, convertidor de par |
Tracción | Trasera y total | |
Suspensión | Delantera | Sistema independiente SLA con brazos de aluminio / amortiguadores FOX con bypass interno / amortiguación sensible a la posición |
Trasera | Eje trasero rígido multilink con Watt’s Link y amortiguadores FOX con bypass interno / amortiguación sensible a la posición | |
Dimensiones | Longitud | 5.363 mm |
Anchura | 1.860 mm | |
Altura | 1.873 mm | |
Distancia entre ejes | 3.220 mm | |
Alimentación | Tipo de alimentación | Inyección directa. Turbo. Geometría variable |
Peso | Peso | 2.585 kg |
Prestaciones | Velocidad máxima | 170 km/h |
Aceleración 0-100 km/h | 10,5" | |
Consumos | Urbano | 10,6 l/100 km |
Interurbano | 8,0 l/100 km | |
Combinado | 8,9 l/100 km | |
Emisiones | Emisión CO2 | 233 g/km Euro 6 |
Precio | Precio final | Desde 56.250 euros |