PRUEBA: Fiat Grande Panda La Prima

¡Qué gusto volver a verte!

El Fiat Panda es el coche de la marca turinesa más conocido en el mundo. Por ese motivo, por ser un modelo tan icónico, la compañía italiana ha tomado la denominación de la creación de Giorgetto Giugiaro para su vuelta al segmento B. Un retorno bien pensado, puesto que ha comercializado más de 23 millones de unidades en él a lo largo de su historia con vehículos tan importantes como el Uno, Tipo o Grande Punto. Además, es uno de los más vendidos en Europa -en nuestro país es el más demandado-.

Prueba del Fiat Grande Panda La Prima

El Fiat Grande Panda está desarrollado sobre la ‘Smart Car Platform’ de Stellantis, que es la destinada a los automóviles, digamos, multienergía de acceso. Está disponible con una variante de hibridación ligera movida por un motor de tres cilindros de 1,2 litros capaz de rendir 100 CV -74kW- y alimentada por una batería de iones de litio de 48 voltios.  La otra, que es 100% eléctrica, es la de esta prueba, el Fiat Grande Panda Eléctrico. Rinde 113 CV y equipa una batería de 44 kWh con la que puede recorrer hasta 320 kilómetros con una sola carga.

Diseñado en el Centro Stile de Turín, su imagen rinde homenaje a su antepasado, como pone de manifiesto su silueta cuadrada. Lo mismo que sus grupos ópticos, con una forma muy parecida, aunque los delanteros están formados por píxeles, un guiño a los juegos Arcade de los 80; y los traseros, por cubos de ópalo. Los diseñadores han querido que recordasen a las ventanas de las fachadas de la fábrica Lingotto, algo que han conseguido. Por cierto, primer huevo de pascua descubierto, algo a lo que juega Stellantis en sus modelos, independientemente de la marca, y que me encanta.

Otra forma de recordar a su antepasado es poner el logotipo de la parrilla a un lado. O diseñar unas llantas con cuatro agujeros. También tienes las cuatro rayas en diagonal por toda la carrocería; sin olvidar el logotipo FIAT con las letras clásicas en el pilar C, los pasos de rueda o el portón, entre otros muchos.

Me gusta el recuso de bajorrelieve utilizado por la marca, que es tan barato como resultón. Como ejemplo tienes la palabra FIAT en el portón o Panda en el lateral. Esta última palabra también se halla en plástico negro en las barras del techo o la zaga.

Del colorido se encarga una paleta en el que el lema es ‘No grey’ (no gris) y que está formada por: Amarillo Limón, Bronce Lunar, Verde Acqua, Azul Lago, Rojo Pasión, Negro Cinema y Blanco Gelato. Me gusta la elección de los nombres, que como hizo Volkswagen en el T-Cross, son más llamativos y fáciles de recordar. Y, como verás, no hay ningún gris.

A pesar de sus 3,99 metros de longitud, 1,76 de ancho y 1,57 de alto, tiene un habitáculo muy espacioso. Parte de culpa la tiene su batalla, que es de 2,54 metros. Con mi 1,78 metros, son cinco dedos los que separan mi cabeza de rozar con el techo y otros cinco, las rodillas con los respaldos de los asientos delanteros.

Y si hablamos del maletero, este cubica 361 litros, una capacidad de carga que está muy bien. El único 'pero' que le pongo es que la boca de carga es un poco alta. Cierro el portón, y otro Easter Egg me dice ‘Chao!’.

Easter Eggs, o huevos de Pascua, que los fabricantes esconden en sus coches

Seguimos reconociendo el habitáculo. El puesto de mandos es moderno, pero clásico y tecnológico. Me explico. Incorpora dos pantallas, una de 10”, la del cuadro de instrumentos, y otra de 10,25”, la del sistema de infoentretenimiento. Estas forman parte de una estructura ovalada que tiene la forma de la pista de pruebas de la terraza de Lingotto, con coche incluido -por aquí te dejo dos edificios más con pistas de pruebas en sus tejados-. Otro huevo de pascua.

Pero también el salpicadero tiene un diseño que rinde homenaje al Panda de los 80, con líneas rectas y superficies limpias. Destacan los buenos ajustes, algo que no se estila en este segmento, incluso con algún coche de Stellantis. La tapicería a cuadros con el lema ‘Panda Made With Love in FIAT’ (Panda hecho con amor en FIAT) también se ha servido del coche clásico como inspiración.

Asimismo, incorpora detalles en amarillo, aunque la carrocería tenga otro color; huecos portaobjetos que suman 13 litros, una guantera enorme y una que, en esta edición del Fiat Grande Panda a Prima, está hecho con un textil que contiene fibras de bambú reales. ¿Sabes lo que comen los osos panda, no?

Y dos cosas que no quiero dejar de mencionar: botones físicos para las funciones más importantes -menos los del volante, que son hápticos-, y que todo lo que ves en plástico azul, como los paneles de las puertas con la palabra FIAT, es material reciclado creado con un 80% de cartón y un 20% de plásticos no reciclables y aluminio. Bien, Fiat, bien.

En marcha con el Fiat Grande Panda Eléctrico

De moverlo se encarga un motor eléctrico de 113 CV (83 kW). Es capaz de acelerar de 0 a 50 km/h en 4,2 segundos, y hasta los 100 km/h en 11 segundos, mientras que su velocidad máxima es 132 km/h. No es un rayo, pero gracias a sus 1.629 kilogramos, acelera con agilidad. Lo cierto es que la sensación al volante es mayor de lo que declara su ficha técnica.

El coche puede llegar a ser divertido en un tramito de curvas. Pero donde mejor se comporta es en ciudad, sin amilanarse en tramos de autovía o autopista. La carrocería balancea, pero no en exceso. Ese es el peaje que hay que pagar para que el Fiat Grande Panda La Prima de esta prueba sea cómodo, porque su suspensión filtra muy bien las irregularidades de la calzada. Se une una dirección que no es excesivamente ligera, cosa que agradezco.

Tiene modos de regeneración. En una conducción normal, ya de por sí retiene. Pero puedes incrementar esa función seleccionando la C, que ya no es B, en los botones del cambio. No permite hacer una conducción a un pedal, pero sí frena bastante. Echo en falta unas levas para subir o bajar el nivel.

Y como el eléctrico que es, te interesará saber el tiempo de carga. Bien, permíteme hablarte primero de un secreto: el cable retráctil de 4,5 metros de longitud que esconde la parrilla. Me parece una gran idea con la que consigues no mancharte las manos u ocupar espacio en el maletero. Eso sí, es más sencillo sacarlo que meterlo. Quizá hubiera estado bien mejorarlo con un sistema de recogida tipo aspiradora.

FIAT Panda Elettra (1990): el primer coche eléctrico producido en serie

Con él, puede cargar a 7 kW, como en la toma trasera, por lo que en 4 horas y 20 minutos tienes del 20% al 80% de la batería. También, ya solo en la toma posterior, a 11 kW, recuperando el mismo porcentaje en 2 horas y 50 minutos. Pero también puede cargar en CC a 100 kW, completando una carga en solo 27 minutos.

Precio del Fiat Grande Panda RED y La Prima Eléctrico

¿Y qué precio tiene el nuevo Fiat Grande Panda Eléctrico? Pues desde 25.450 euros para el RED, 21.500 euros con descuentos (sin MOVES), y desde 28.450 euros para La Prima, sin descuentos.

Ficha técnica del Fiat Grande Panda La Prima
Motor Tipo Eléctrico
Cambio 1 marcha
Pares de engranajes
Potencia máxima 113 CV / 83 kW
Par máximo 125 Nm
Autonomía Kilómetros 320 km (WLTP en ciclo combinado)
Batería Tipo Acumulador de litio hierro fosfato (LFP)
43,8 kWh (netos)
Tiempo de carga 27 minutos a 100 kW
Suspensión Delantera Tipo McPherson
Resorte helicoidal
Barra estabilizadora
Trasera Rueda tirada con elemento torsional
Resorte helicoidal
Frenos Delanteros Discos ventilados
Traseros Discos
Dimensiones Longitud 3.999 mm
Anchura 1.763 mm
Altura 1.570 mm
Distancia entre ejes 2.540 mm
Maletero Volumen 361 / 1.315 litros
Peso Peso 1.629 kg
Prestaciones Velocidad máxima 132 km/h
Aceleración 0-100 Km/h 5,4 segundos
Consumo Combinado 11 kWh/100 km
Velocidad baja N.D.
Velocidad media N.D
Velocidad alta N.D
Velocidad muy alta N.D
Emisiones Emisiones de CO2 0 g/km - Etiqueta 0
Precio Precio oficial Desde 28.450 euros

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