El lujo no tiene por qué ser incompatible con la deportividad, y menos si de imagen se trata. Es lo que ha querido demostrar la firma más premium del Grupo PSA con el coche de la prueba, el DS 7 Crossback Performance Line 130 HDI. A mí, por lo menos, me ha convencido.
Esta es la versión más racing de la gama. Y lo pongo entre comillas porque, a pesar de su apellido, no es un SUV deportivo, como sí lo es el (pruebas) Porsche Macan o el más modesto, económicamente hablando, (prueba) CUPRA Ateca. No. Y eso a pesar de que su imagen ofrece un aspecto dinámico. Porque las llantas de 19″ beijing son bitono, con un interior negro y un exterior gris. Porque las carcasas de los retrovisores también adoptan una tonalidad oscura. Lo mismo que los marcos de los grupos ópticos traseros. El resto es igual que las diferentes versiones de la gama… ¡Y qué resto!
El DS 7 exhibe una presencia poderosa gracias a su musculado frontal y a su enorme parrilla. También marca la diferencia al equipar los grupos ópticos DS Active LED Visión. Están formados por una serie de módulos que se iluminan de color púrpura y que se giran 180º cuando encendemos el coche, creando un juego de luces único. Lo mismo que los pilotos, que forman un diseño 3D que hasta ahora no he visto en ningún otro modelo.
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Cómo tampoco han visto mis ojos un habitáculo tapizado en Alcantara casi por completo. ¡Qué bien le sienta! Y es que la piel vuelta se encarga de cubrir gran parte del salpicadero, de la consola central y los paneles de las puertas. ¿Y cómo no iba a tapizar este noble elemento los asientos? Unas cómodas banquetas desde las que rápidamente encuentras una muy buena posición de conducción desde las que realizar la prueba del DS 7 Crossback Performance Line 130 HDI. Son cómodos, pero a la vez sujetan el cuerpo en curva de forma correcta.
Desde las plazas delanteras te sientes arropado, puesto que el interior es muy envolvente: el salpicadero por sus extremos es curvo y enlaza con la forma cóncava de los paneles de las puertas. Y ello no quiere decir que falte espacio, porque más que faltar, podría decir que sobra. También en las plazas traseras si hablamos de espacio para las piernas; eso sí, es más justo el reservado a la cabeza y el de los hombros. El coche de la prueba, el DS 7, brinda aún más comodidad a los pasajeros posteriores con sus respaldos reclinables hasta 90°.
Cómo hice en la prueba del DS 7 Crossback Grand Chic Opera, no puedo dejar de mencionar el gusto que la compañía francesa tiene por los detalles. Ha cuidado hasta el más mínimo, otorgándole diseño y diferenciación hasta en el último centímetro. Porque todos o casi todos pueden tener una pantalla de 12″ con una muy buena resolución -aunque es algo lenta cuando ejecuta las órdenes-, pero pocos incorporan tantos y tantos detalles diferenciadores: rombos en multitud de elementos, formas geométricas, y eso que a nuestro coche de pruebas, a diferencia del anteriormente mencionado, le faltaban alguna que otra figura geométrica, como por ejemplo las de la piña del volante.
Y el lujo y la deportividad acaban aquí. Porque la respuesta del vehículo no es nada dinámica. No es un coche para afrontar tramos de curvas en los que divertirte. Puedes hacerlo, porque el DS 7 Crossback Performance Line 130 HDI de la prueba te lo permite, incluso puedes llegar a disfrutar gracias a la buena respuesta de su motor, aunque no es el coche más indicado para ello. Los balanceos de la carrocería, independientemente del modo seleccionado, ‘Normal’, ‘Eco’ o ‘Sport’, así me lo ponen de manifiesto. En cambio, recorrer kilómetros y kilómetros con él es todo un lujo, y nunca mejor dicho.
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A pesar de ser un motor diésel, está muy bien insonorizado. También en carretera, cuando se circula a alta velocidad, no se aprecia apenas ruido. Esa buena insonozacion, tanto mecánica como aerodinámica, y su suspensión, que filtra muy bien las regularidades de la calzada, son tus mejores compañeras de viaje. Sin desmerecer su motor de 130 CV, que tiene un mayor empuje desde las 2.000 rpm -te recomiendo el de 180 que tiene mejores recuperaciones-, ni su cambio manual, que realiza los cambios de forma rápida, aunque los recorridos son más bien largos.
Y si quieres aventurarte fuera del asfalto, ojo, por caminos sin dificultad, también puedes gracias a su altura libre al suelo. Si va a ser habitual hacer ‘excursiones’ fuera del asfalto te recomiendo el ‘Pack Advanced Traction Control’, puesto que incluye cinco modos de adherencia y neumáticos neumáticos M&S.
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El precio del coche que he realizado la prueba, el DS 7 Crossback Performance Line 130 HDI, parte de 34.750 euros, una cifra ajustada si tenemos en cuenta el de la competencia y el equipamiento exclusivo que equipa. Y es que el lujo francés, cómo no, se paga.
A destacar |
A mejorar |
Diseño exterior e interior y máximo cuidado en los detalles |
Respuesta poco deportiva |
Tapizado casi íntegro en Alcantara |
Balanceos en curva |
Confort |
|
Ficha Técnica DS 7 Crossback Performance Line 130 HDI |
Motor |
Cilindrada |
1.499 cc |
Cilindros |
4 en línea |
Potencia máxima |
130 CV / 3.750 rpm |
Par máximo |
300 Nm / 1.750 rpm |
Transmisión |
Caja de cambios |
Manual; 6 velocidades |
Tracción |
Delantera |
Suspensión |
Delantera |
Tipo McPherson, resorte helicoidal, barra estabilizadora |
Trasera |
Paralelogramo deformable, resorte helicoidal, barra estabilizadora |
Dimensiones |
Longitud |
4.570 mm |
Anchura |
1.895 mm |
Altura |
1.620 mm |
Distancia entre ejes |
2.738 mm |
Alimentación |
Tipo de alimentación |
Inyección directa, turbo de geometría variable |
Peso |
Peso |
1.495 kg |
Prestaciones |
Velocidad máxima |
195 km/h |
Aceleración 0-100 km/h |
10,8 seg |
Consumos |
Urbano |
4,6 |
Extraurbano |
3,8 |
Combinado |
4,1 |
Emisiones |
Emisión CO2 |
107 g/km Euro 6 |
Precio |
Precio oficial |
Desde 34.750 euros |
Foto: Álex Aguilar