Los principales caballos de batalla de la industria actual del motor son los coches eléctricos y la tecnología autónoma, pero muchos fabricantes se están interesando por una vía algo menos convencional: los coches voladores o, mejor dicho, los taxis voladores. La próxima marca en apuntarse a la tendencia podría ser Porsche, o al menos eso se extrae de las declaraciones de su jefe de ventas.
Las versiones voladoras de varios deportivos clásicos
Detlev von Platen, en declaraciones al medio alemán Automobilwoche y como recoge Reuters, al ser preguntado por los taxis voladores, comentó que “tendría mucho sentido. Si conduzco desde Zuffenhausen (donde está ubicada la planta de Porsche) hasta el aeropuerto de Stuttgart, necesito como mínimo media, y eso si tengo suerte. Llegar volando solo me llevaría unos tres minutos y medio”.
¿Significa esto que Porsche vaya a entrar en el negocio? La citada publicación alemana apunta a la posibilidad siguiendo el movimiento de su hermana Volkswagen, que mediante Italdesign y en colaboración con Airbus presentó en el pasado Salón de Ginebra un coche volador biplaza, el Pop.Up.
Un artista convierte vehículos en máquinas voladoras postapocalípticas
La industria espera que la proliferación del sector se produzca una vez que estén a punto las tecnologías autónomas que permita que los taxis voladores actúen por su cuenta al estar completamente automatizados. Sin embargo, Automobilwoche explican que en el caso de Porsche los pasajeros podrían tomar el control del vehículo en ciertos aspectos y sin necesidad de tener licencia de piloto ya que todas las funciones principales estarían automatizadas.
Puede que todo esto suene a algo muy lejano, pero actualmente son muchas las compañías que están trabajando en prototipos de este estilo: Terrafugia, eVolo, Volocopter y Lilium Jet, entre otras. Mención aparte para el PAL-V Liberty, que acudirá al Salón de Ginebra 2018 ya como coche de producción, siendo el primero de su tipo. Como es lógico no será barato, y es que la versión de acceso (previa reserva de 2.500 dólares) cuesta al cambio algo más de 320.000 euros.
Fuente: Reuters.