Son muchos los fabricantes que han pasado por épocas difíciles. ¿Sabías que el Porsche 911 casi desaparece a mediados de los 80? Por suerte, muchos de ellos contaron con una fórmula de salvación y el extraño motor W18 que supuso el renacer de Bugatti fue el que constituyó la que hoy conocemos como una de las marcas más importantes del segmento de los superdeportivos.
Las familias que escribieron la historia del automóvil: los Bugatti
Sirvió como base para varios prototipos y se empleó como un sólido comienzo para el desarrollo del motor W16 de cuatro turbos que debutó en el Bugatti Veyron y alcanzó su máximo esplendor en el Bugatti Chiron. Corría el año 1995 cuando Bugatti Automobili tiene que cerrar sus puertas de nuevo por falta de presupuesto bajo el dominio de Romano Artioli. En 1998 aparece Volkswagen y adquiere parte de los derechos de la marca, abriendo una planta en Mosheim, en la región de Alsacia (Francia), y retomando los planes de crear auténticos superdeportivos.
Volkswagen y el motor W18, claves en el futuro de Bugatti
La inyección de nuevo capital supone nuevas fronteras para Bugatti, quien se enfrasca en el desarrollo de un nuevo prototipo en colaboración con Italdesign. Fruto de este acuerdo nace el Bugatti EB 118 que es presentado en el Salón de París de 1998 junto al Volkswagen Lupo, una de las piezas fundamentales en el prototipo, por muy difícil que cueste de creer. Un año más tarde sería presentado el Bugatti EB 218, la versión de cuatro puertas del concept car presentado un año antes.
Sus descomunales cotas con más de cinco metros de longitud y su diseño inspirado por otros modelos de la historia de Bugatti, escondían en su interior un potente motor revolucionario en todos los sentidos, aunque no el primero que se había creado con este principio en mente. Se trataba del motor W18, un propulsor compuesto por tres bancadas de seis cilindros en línea con una separación de 60 grados entre ellas, tres culatas, 72 válvulas (4 por cilindro) y una cilindrada de 6.255 cc.
Esta unidad de aspiración natural lograba entregar 555 CV de potencia y un par motor de 650 Nm disponibles a las 4.000 rpm. Se asociaba a una transmisión automática de cinco relaciones y a un sistema de tracción total que permitían que alcanzar los 100 km/h desde parado en aproximadamente cinco segundos y que llegara a una velocidad máxima teórica de 330 km/h.
Sin embargo, la magnificencia de este motor se veía enturbiada por un problema en la distribución de las tomas de admisión y el escape. En los motores en V, generalmente, la admisión se coloca en el centro y el escape en la parte exterior de la misma para garantizar que el aire llegue lo más frío posible al motor al separar los gases de escape, claramente más calientes, de éstas. Pero el motor W18 no tenía esta particularidad, ya que ambos componentes coincidían, especialmente en la bancada de cilindros central, lo que habría supuesto un gran problema de refrigeración si hubiese llegado finalmente a producción.
Un Volkswagen Lupo tricilíndrico y un motor W18: ¿conexión?
Pensar en un superdeportivo como el Bugatti Chiron y un pequeño urbanita como el Volkswagen Up!, y su posible conexión, parecen actualmente algo inverisímil. Sin embargo, el pequeño Lupo de tres cilindros que se presentó simultáneamente en el Salón de París de 1998 junto al EB 118 guardaban una estrecha relación en cuanto a su propulsor. Volkswagen anunció que el motor W18, un propulsor que decía que “nadie había intentado construir” para coches de pasajeros antes que ellos, guardaba aspectos en común con el pequeño Lupo.
Una característica clave del diseño general del motor de 316 kilogramos y 18 cilindros es el uso de componentes de los motores modulares de Volkswagen. Las culatas de cuatro válvulas, las válvulas de la cámara de combustión, los inyectores y los pistones son todos de motores de producción en serie. El diámetro de 76,5 mm es compartido con el motor de tres cilindros del Volkswagen Lupo.
Desconocemos si Bugatti, que también equipó este motor en los Bugatti EB 18/3 Chiron y Bugatti EB 18/4 Veyron, todos ellos prototipos, alguna vez contempló la posibilidad de llevar a producción este extraño motor W18. Sin embargo, su concepto, y el afán del grupo automotriz alemán de ofrecer un coche de calle con más de 1.000 CV, supuso el nacimiento del motor W16 de cuatro turbos que debutó en el Veyron y adoptó, mejorado, el Chiron.
Fuente: Jalopnik | Fotos: Bugatti