James Bond es un icono del cine. Sea cual sea el actor que lo ha interpretado, siempre ha tenido una serie de señas de identidad inconfundibles: su arrojo, inteligencia, el Martini ‘mezclado pero no agitado’, las chicas Bond… y los coches. El agente secreto siempre ha utilizado auténticos cochazos que, vía MI6, venían cargados de tecnología imposible… que le tiempo ha acabado haciendo realidad.

Roban nueve coches del rodaje de la nueva película de James Bond

Cuando se mostraron al público en su día, los gadgets tecnológicos con los que contaban los vehículos de 007 eran algo futurista, elementos que ninguna cabeza de la época era capaz de imaginar instalados en un coche de calle. Pero no iban nada desencaminados, y es que en estas 7 ocasiones que te traemos adelantaron el futuro del automóvil.

Navegación por satélite (Goldfinger, 1964)

Visto ahora parece arcaico, con un display en blanco y negro que en realidad no era tanto un navegador como un sistema de seguimiento del dispositivo que había pegado al coche del malo, pero la idea está ahí. 40 años después raro es el coche que no tiene uno instalado y, ala malas, se puede utilizar el smartphone para realizar dicha función.

James Bond adelantó el futuro del automóvil en 7 ocasiones

Manos libres (Solo se vive dos veces, 1967)

El coche de Bond contaba con un sistema que permitía realizar videollamadas sin necesidad de soltar el volante. Lógicamente no se detalla cómo funciona, pero casaría perfectamente con el Bluetooth. No estamos seguros de si mostrar vídeo es una buena idea, pero que levante la mano quien no ha utilizado el manos libres alguna vez en el coche.

Head-Up Display (Alta Tensión, 1987)

Es fácil encontrar un HUD en los coches actuales, cuya función es básicamente mostrar información sin que el conductor aparte los ojos de la carretera. Obviamente, James Bond lo utilizaba con una finalidad mucho más entretenida: como sistema de apuntado para los lanzamisiles instalados en el vehículo.

A la venta una réplica del Aston Martin Vanquish de James Bond

Control de tracción (Alta Tensión, 1987)

Dos por uno, aunque esta quizá cogida con pinzas. No explicamos: a finales de los 80 el Aston Martin V8 del espía no tenía un control de tracción electrónico per se, pero la idea subyacía en los neumáticos con clavos que empleaba para poder mejorar la tracción y el control en la nieve y el hielo.

Controles vía smartphone (El mañana nunca muere, 1997)

Encender el sistema de climatización antes de llegar, limitar la velocidad máxima ala que puede circular… son algunas de las posibilidades que otorgan los smartphones en conjunción con los coches modernos, pero palidecen ante el BMW Serie 7 de Pierce Brosnan, que controlaba desde el móvil como si de un videojuego se tratase.

James Bond adelantó el futuro del automóvil en 7 ocasiones

Mover el coche con la llave (El mundo nunca es suficiente, 1999)

Los últimos modelos premium se jactan de sus funciones de aparcamiento remoto solo con pulsar un botón de la llave… algo que ya hacía hace casi 20 años el BMW Z8 de James Bond.

Cámaras térmicas (Muere otro día, 2002)

En esta ocasión no era 007 quien se beneficiaba de la tecnología, sino la víctima: su Aston Martin Vanquish era invisible y el villano del film utilizaba imágenes térmicas para poder seguirle la pista. Actualmente algunos modelos de lujo emplean este tipo de visión para evitar atropellos durante la conducción nocturna.

James Bond adelantó el futuro del automóvil en 7 ocasiones

Fuente: CarThrottle.

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