Fue en 1991. Induráin acababa de ganar su primer Tour, había acabado recientemente la primera Guerra del Golfo y quedaban unos meses para que empezaran la Expo de Sevilla y los Juegos Olímpicos de Barcelona. Para ponerte en contexto. Entonces, conocimos por primera vez aquel utilitario que marcaría en buena medida la década. Y es que el Peugeot 106 celebra sus 30 años en estas fechas.

A pesar de no haber llegado nunca al aura mítica del 205, con el que convivió unos años, del Peugeot 106 (conoce su historia) llegaron a fabricarse casi 2,8 millones de unidades en sus 12 años de vida. Es decir, a razón de casi 250.000 al año. Todo un éxito de ventas, en un segmento que en aquella época estaba muy competido. No en vano, los urbanos representaban el 30% del mercado europeo.

Vídeo: así se creaba el Peugeot 205 T16 del Grupo B

Este pequeño gran coche se desarrolló sobre una evolución de la plataforma del Citroën AX, en un principio solo como tres puertas. Un año más tarde, en el 92, llegó la versión de cinco. Y, desde sus inicios, tuvo una extensa gama de motorizaciones, que iban desde los 45 CV de un propulsor de 1.0 litro hasta los 103 CV que entregaba el 1.6 litros de la versión XSI.

A lo largo de su historia, si por algo se distinguió fue precisamente por la cantidad de variantes y ediciones limitadas que se sacaron. Por ejemplo, la famosa Kid de 1994, con sus asientos en tejido vaquero. O una en colaboración con la marca surfera Quiksilver en 1999 (en los 90 tiraban muchísimo los jeans y el surf).

Peugeot 106 Kid interior
Interior de la edición Kid.

Las hubo lujosas, como la Roland Garros (1993) o creadas junto a personajes famosos, como la modelo Inès de la Fressange (esta llevaba tapicería con estampado príncipe de Gales y una funda para la ropa debajo de la bandeja del maletero). Y también estaba la Cartoon, que no podía ser más noventera, con la tapicería llena de dibujos y los diales del panel de instrumentos en verde chillón.

Pero, dado su pedigrí en rallies, las que más focos se llevaron fueron, claro está, las deportivas: la 106 Rallye de 1993 (de 98 CV y solo 816 kg), con la que muchos pilotos de la época entrenaban; la 106 XSI de 95 CV de 1992 y de 105 CV en 1995 o la 106 GTI de 120 CV en 1996. Justo en ese año se lo sometió a un restyling que lo acercó a los códigos estéticos del Citroën Saxo, con el que compartía arquitectura.

Peugeot 106 Electric carga

Y una curiosidad que tal vez no supieras sobre este modelo: hasta 2010 tuvo el título de eléctrico más vendido del mundo. ¿Por qué? Pues porque (lo has adivinado) también tuvo una edición de cero emisiones, mucho antes de que eso fuera ‘cool’. Ya el AX la había tenido, pero de esta se vendieron 3.542 unidades; la mayoría a empresas y organismos públicos. Lo que sirvió para colocarlo como líder hasta la llegada de Tesla y del Nissan Leaf.

Por cierto, aprovechando que el Peugeot 106 celebra sus 30 años, el Museo de la Aventura Peugeot de Sochaux (Francia) le dedicará una exposición hasta finales de 2021. En ella se exhibirán ocho unidades; entre ellas, un Rallye de 1994, un XSI de 1992 o un Electric de 1996.

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