Un pedacito de historia de la capital mundial del automóvil, un misterio, una cápsula del tiempo... Todo eso es el último hallazgo de Ford. Porque la histórica compañía ha anunciado que, en las obras que está llevando a cabo en la antigua Estación Central de Michigan, en Detroit, ha aparecido un mensaje en una botella escondido en 1913. Hace más de un siglo.
Se trata de una botella de cerveza de la marca Stroh marcada con la fecha 7-19-13 (es decir, 19 de julio de 1913) que contiene un papel enrollado. Al parecer, el mensaje fue dejado ese día por dos de los obreros que construyeron la estación (inaugurada un año más tarde y abandonada en 1995) y encontrado en mayo de este año por otros dos trabajadores de las obras, que convertirán este lugar en un centro de innovación de Ford.
Lukas Nielsen y Leo Kimble, responsables del descubrimiento, estaban trabajando en una cornisa de escayola en el espectacular salón de té de la vieja estación cuando vieron el objeto de vidrio colocado boca abajo en el interior. Se resistieron a abrirlo en el momento (algo tentador pero que podría haber comprometido su integridad) y lo llevaron a sus superiores. Finalmente, fue el equipo especializado en restauración y archivística de Ford el que llevó a cabo la delicada operación y desenrolló el papel de casi 108 años de antigüedad.
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Eso sí, su contenido sigue siendo un pequeño enigma, pues no se ha podido descifrar al 100%. Dice: "Dan Hogan y Leo Smith metieron este ..... de Chicago. Julio de 1913". La palabra que falta es prácticamente ilegible y resulta difícil adivinarla.
Lo que está claro es que la misiva proviene de la era de los pioneros de la automoción en Detroit. Precursores como el propio Henry Ford, desde luego, o los fundadores de General Motors, Dodge o Packard, que marcaron la historia de la ciudad. Todos tenían en ese momento fábricas en la que pronto empezaría a conocerse como Motown. En ese año exacto, Henry Ford estaba creando la primera cadena de montaje del mundo, lo que le permitió fabricar más de 200.000 unidades de su Model T. De hecho, el tiempo para producir un coche se redujo de unas 12 horas a apenas una hora y media.
Ford compró esta estación de tren en 2018 y poco después se inició el proyecto de restauración, que continuará hasta finales de 2022. Este edificio de 18 plantas será el corazón de Michigan Central. Un lugar en el que empleados y proveedores de Ford trabajarán en el desarrollo de soluciones para la movilidad urbana.
El mensaje en una botella, sin embargo, no se quedará aquí. Se trasladará unos pocos kilómetros, hasta el edificio de Dearborn en el que Ford tiene sus archivos. Allí se conservará en una sala con temperatura y humedad controladas, para que no se deteriore.