Sí, lo has leído bien en el título: hay multitud de modelos de coches con nombres de animales. Y como te comento, no son pocos. A lo largo de la historia de la automoción son muchos los fabricantes que han optado por llamar la atención de su público objetivo con nomenclaturas agresivas y que evocan a animales que, en su mayoría, son salvajes. Y en esta lista tienes unos cuantos ejemplos.
Comenzamos: