Hoy, el segmento de los monovolúmenes está de capa caída, debido al auge de los SUV y todoterrenos. Pero, durante muchos años, gozaron de mucha popularidad. Se considera históricamente al Renault Espace como el precursor de este segmento, desde que fue lanzado en 1984. Si bien, muchos antes hubo un prototipo de monovolumen que pudo revolucionar la movilidad: el Citroën Kar-a-Sutra.
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En realidad, la primera marca que planteó un vehículo que combinara las capacidades de una furgoneta con las comodidades de un vehículo fue FIAT, cuando lanzó al mercado, allá por el año 1956, el FIAT Multiplá. Sin embargo, fueron Renault en Europa y Dodge en Estados Unidos (con el Caravan) quienes llevaron a producción un monovolumen amplio con grandes capacidades de modularidad.
Citroën se adelantó unos años antes
Pero la historia habría sido muy diferente si Citroën se hubiera atrevido a producir en serie el prototipo que presentó en el MOMA de Nueva York en 1972, organizado por el arquitecto y diseñador italiano, Mario Bellini. El propio artista italiano fue el encargado de dar forma a una revolucionaria idea concebida en el seno de la marca francesa.
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Que Citroën realice vehículos extravagantes no es una novedad. Pero sí lo era el concepto de automóvil que planteó a principios de los 70: un vehículo con muchas posibilidades de espacio y multi configurable, destinado a un uso colectivo y no privado.
Citroën Kar-a-Sutra: el monovolumen que pudo revolucionar la movilidad
Observando detenidamente el Kar-a-Sutra, sería imposible adivinar que se trata de un Citroën. Solamente los paneles exteriores recuerdan claramente a los del famoso Citroën Mehari, hechos de plásticos y con esas líneas horizontales. Otra característica de este prototipo es su inmensa superficie acristalada, algo que casaba con la idea de la marca de ofrecer una nueva manera de entender la habitabilidad y el entorno.
Citroën podría dejar de fabricar monovolúmenes en el futuro
Desde el interior del monovolumen, se podía disfrutar por completo del exterior. De hecho, el Kar-a-Sutra se puede considerar el primer vehículo que mezcla los conceptos de autocaravana y monovolumen, ofreciendo la posibilidad de acampar. Para ello, contaba con un techo móvil de dos alturas, para viajar o cuando está estacionado. Este planteamiento ponía al coche al servicio del ocio y no de las necesidades diarias de movilidad.
El antecedente del carsharing
Pero Citroën no solo experimentó con la posibilidad de crear un monovolumen amplio, sino que fue más allá al especular también con el futuro de la movilidad y de los vehículos privados. De hecho, el Kar-a-Sutra fue diseñado pensando en un modelo de transporte alternativo, en un contexto en el que ya existía una conciencia medioambiental y una preocupación por el colapso circulatorio en las grandes ciudades.
En este contexto, Citroën, junto con Mario Bellini, ideó un nuevo concepto de movilidad, creando un vehículo no pensado para propietarios, sino para uso colectivo y disponible mediante un sistema de alquiler. Algo parecido a los servicios de carsharing que existen actualmente, aunque, en este caso, con vistas a disfrutar de la naturaleza en compañía.
Sin duda, una idea rompedora y totalmente revolucionaria para la época, entre finales de los 60 y principios de los 70, que está relacionada con los debates que surgieron a raíz del famoso Mayo del 68 que puso en cuestión las costumbres tradicionales de la sociedad burguesa. Sin embargo, ni la marca francesa ni el artista italiano tuvieron nunca la intención de llevar a producción este prototipo.
Fuente: La Escudería
Fotos: The New Domestic Landscape del Museum of Modern Art de Nueva York