Cuando Renault confirmó el regreso del Renault 5 como coche eléctrico, la nostalgia invadió a muchos y la imaginación se apoderó de otros tantos entre los que estaba el diseñador X-Tomi Design. Primero plasmó cómo sería el nuevo Renault 5 Turbo 2 ‘Culo Gordo’ y ahora ha seguido dando rienda suelta a su creatividad. Así podría ser el nuevo Renault 5 Alpine Turbo.

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Sabemos que es una posibilidad remota y más aún teniendo en cuenta que Alpine tiene su propia hoja de ruta dentro del grupo que la lleva por un camino mucho más prestacional, pero es factible. No en vano, X-Tomi Design no ha querido dejar pasar la oportunidad de imaginar cómo sería un nuevo Renault 5 Alpine Turbo adaptado a los tiempos que corren hoy en día en el mundo del motor.

Renault 5 Prototype

¿Cómo sería hoy en día?

En su ejercicio de diseño, la carrocería luce el característico azul de Alpine con el techo negro, el mismo color elegido para las carcasas de espejos laterales: tonos que contrastan con diversos detalles en blanco como las bandas frontales y laterales o el nombre de la marca. Igual que sucede en el Renault 5 Prototype aparece ocupando todo el ancho del parachoques delantero.

En el interior, teóricamente, debería haber un par de asientos de corte deportivo que se ajuste a la estética y colores de la carrocería. A ellos habría que sumar, posiblemente, algunos adornos de fibra de carbono para enfatizar su carácter. A falta de conocer los detalles sobre el motor del Renault 5, lógicamente el Renault 5 Alpine Turbo tendría más potencia y, además, necesitaría otras modificaciones como un chasis reajustado con suspensiones más rígidas, una dirección más aguda y frenos mejorados.

Renault 5 Alpine Turbo

Aquel Renault 5 Alpine Turbo…

Y todo esto respetando la esencia de aquel Renault 5 Alpine Turbo (conocido en España como Copa Turbo), que fue la antesala del Renault 5 Turbo. Aquel modelo estaba equipado con un motor atmosférico de gasolina con 1.397cc y 93 CV que, años más tarde, daría la bienvenida a un turbocompresor Garret T3 para elevar su potencia hasta los 110 CV. Lo que no cambió fue su cambio manual de cinco velocidades que transmitía esa fuerza al tren delantero.

La mecánica no fue la única parte con modificaciones. Renault montó discos de freno traseros de 228 milímetros de diámetro (como los que ya incorporaba en el eje delantero), una suspensión mejorada y neumáticos de 155 milímetros de sección para un coche que no llegaba a los 1.000 kilos de peso.

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