La tradición es uno de los valores principales de Porsche como fabricante de coches. Actualmente, cuando encargas tu nuevo coche, la compañía te ofrece la posibilidad de acudir personalmente a recogerlo a su fábrica para vivir una experiencia única más allá de recibirlo en tu concesionario. Esta tradición lleva 70 años en activo y, hoy día, se sigue realizando. Pero, ¿cómo fue la recogida del primer coche en la fábrica de Porsche? ¿Qué coche tuvo ese honor? ¿Quién era el afortunado comprador?
El libro de pedidos de Ferdinand Porsche: así empieza la historia
Hablamos, por supuesto, de la fábrica central de Porsche en Alemania, la que está ubicada en el distrito de Zuffenhausen, en la localidad de Stuttgart, sede, además, de la compañía y del famoso Museo Porsche. Es en este lugar en concreto donde, el 26 de mayo de 1950, un afortunado comprador tuvo la oportunidad de recoger su coche en la propia planta de producción, donde se le hizo entrega de las llaves junto a un prestigioso piloto de automovilismo alemán.
70 años de la recogida del primer coche en la fábrica de Porsche
Este honor recayó sobre Ottomar Domnick, un especialista en neurología y psiquatría, quien a finales de mayo del año 1950 recogía su nuevo coche en un campo desde donde se veía la Nave 1. Allí fue donde Domnick recibió las llaves de su deportivo, un Porsche 356 de color plata, y donde se colocaba la primera piedra de una tradición que ha perdurado durante las últimas siete décadas.
Antes de la ceremonia de entrega, Ottomar Domnick se subió al asiento del pasajero de su Porsche 356 junto al piloto alemán Herbert Linge, que lo invitó a realizar la prueba final del vehículo. Linge inició su formación en Porsche en abril de 1943 y fue uno de los primeros mecánicos contratados después de que la marca regresara a Gmünd, en Austria, a finales de 1949.
“Tenía 14 años cuando empecé a trabajar en el primer taller de formación de Porsche. En aquellos momentos, éramos seis mecánicos y dos delineantes. Ferdinand Porsche paseaba a menudo por nuestro taller acompañado de invitados importantes. Siempre se paraba a saludarnos mientras sus invitados esperaban brevemente. Es algo que nunca olvidaré”, comenta Linge, ahora con 91 años y una trayectoria en competición excepcional, con once participaciones en las 24 Horas de Le Mans solo con modelos de Porsche.
“Cuando Ottomar Domnick vino a por su Porsche 356 se mostraba entusiasmado, aunque ya había estado yendo antes cada día para ver cómo íbamos con el trabajo. Incluso Ferry Porsche estuvo presente un rato mientras se le daba al médico su deportivo”, añade el expiloto.
La Fundación Domnick, que administra su patrimonio, todavía guarda el formulario del pedido original de Ottomar, con el número 5001. La solicitud se hizo en el concesionario Volkswagen Hahn, porque en aquel momento no había distribuidores Porsche en Alemania. “Volkswagen” fue tachado a mano en el formulario de pedido y se reemplazó por “Porsche-Sport”. El 356 del neurólogo representa el comienzo de la compañía en Alemania y de las recogidas de coches en la factoría de Zuffenhausen.
Las recogidas en fábrica en la actualidad
Todavía hoy, la recogida en fábrica en la sede de Porsche es una experiencia especial que muchos clientes prefieren vivir. “Lo más emocionante de este primer encuentro es que el cliente nunca ha visto antes su coche”, explica Tobias Donnevert, responsable de Personalización de Operaciones de Ventas y Recogida en Fábrica. “El cliente ha configurado el vehículo de su elección en el Centro Porsche o junto con los expertos de Porsche Exclusive Manufaktur, y solo ha visto las combinaciones de colores en fotos o muestras. Por tanto, cuando recoge su propio Porsche lo está viendo por primera vez. El comienzo de la entrega es un momento muy especial y reservado exclusivamente para el cliente”.
Curiosamente, el mismo año en el que se celebra el 70º aniversario de la primera entrega de un coche a un cliente en la fábrica de la compañía en Stuttgart, se ha hecho entrega personalmente a un cliente del primer Porsche Taycan, el que tiene el honor de ser el primer modelo de producción totalmente eléctrico de Porsche. La entrega tuvo lugar el pasado 21 de febrero a un cliente llamado Florian Böhme, quien recibió su Taycan el día de su 43 cumpleaños, la misma edad que tenía Domnick cuando recogió su 356 en Zuffenhausen hace ahora siete décadas.
En la planta alemana, Tobias Donnevert y su equipo dan la bienvenida a unos 20 clientes cada día que van a por sus coches nuevos. En 2019, se realizaron un total de 2.500 entregas en Zuffenhausen y casi 3.000 en Leipzig. El cliente primero realiza una visita a la fábrica donde conoce de primera mano la cadena de montaje del coche que ha comprado, así como una visita al Museo Porsche. Si el coche se recoge en Leipzig, los clientes pueden probar un coche similar al que han comprado en la pista homologada por la FIA que hay en la planta.
Esta es una experiencia única para el cliente que acaba de comprar un Porsche nuevo, y una forma de añadir valor a la marca, tanto para el propio fabricante que revela muchos detalles de su trabajo, como para los clientes que suman una recogida más a este incansable historial de 70 años de antigüedad.
