Actualmente, el segmento A de los utilitarios está bastante generalizado en el mercado europeo. Vehículos pequeños y funcionales, ideales para moverse por las grandes ciudades cada vez más congestionadas de tráfico. Volkswagen cuenta con un representante en esta categoría, el Up! y, anteriormente, tuvo el Lupo, en 1998. Pero el padre de ambos modelos lo encontramos en 1982, con el Volkswagen Student Concept.

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En la década de los 70, el tráfico en las grandes ciudades era ya un problema, además de la dificultad para aparcar. Esto, unido a las consecuencias de la crisis del petróleo, animó a las marcas a producir coches más pequeños que facilitaran la vida de la gente en los entornos urbanos. En 1974 apareció el legendario Volkswagen Golf y, más tarde, la primera generación del Polo. Pero en Wolfsburgo querían tener un coche más pequeño.

Volkswagen Student Concept (1982): el antecedente del Lupo y el Up!

Volkswagen Student Concept

A finales de la década de los 70, la industria del automóvil vivía un momento crucial, debido a la crisis energética. En Volkswagen vieron necesario ampliar su gama de modelos por debajo, con un nuevo vehículo de acceso, pequeño y funcional. Entonces, el equipo de investigación y desarrollo anunció no solo el paso a una nueva década, sino también la penetración en un nuevo segmento de mercado.

Debía ser un coche pequeño, de bajo coste, cuyos posibles clientes serían viajeros, madres, conductores noveles y jóvenes. Así que el nombre apropiado sería ‘Estudiante’. El proyecto se puso en marcha y se presentó en otoño de 1982. El coche rompía con el canon estético de la marca alemana, con unas dimensiones muy contenidas, apenas 3,13 metros de largo, 1,51 de ancho y 1,31 de alto. Comparado con el Volkswagen Polo de la época, medía 50 centímetros menos de largo.

Diseño futurista y… ¡una versión eléctrica!

El prototipo presentaba un diseño futurista, caracterizado por una parrilla delantera sin rejilla, unos paragolpes de plástico que se unían a los pasos de rueda (como haría el Ford Ka décadas después) y un postón trasero de cristal, al estilo de los actuales Citroën C1 o Toyota Aygo.

El interior estaba diseñado para tener el mayor espacio posible. Para lo cual, los ingenieros idearon unos asientos delanteros que permitían liberar el mayor espacio posible en las plazas traseras, mientras que los asientos traseros estaban pegados con velcro y se podían plegar o, incluso, quitar para aumentar el maletero. La instrumentación y la botonería se redujo al mínimo posible para reducir costes y peso.

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En el terreno mecánico, el Student Concept podía tener dos motores: uno heredado del Polo, un 1.1 de cuatro cilindros con 50 CV, unido a un cambio manal de cuatro marchas, que alcanzaba los 158 km/h y aceleraba de 0 a 100 km/h en 14 segundos; y otro que producía 72 CV, alcanzaba los 178 km/h y hacía el 0-100 km/h en 10 segundos. También habría una opción automática con un cambio CVT y, lo más sorprendente, una versión eléctrica, de 7 kW, con 120 kilómetros de autonomía y una velocidad máxima de 80 km/h.

Un prototipo que no vio la luz

A medida que Volkswagen avanzaba en el desarrollo de su utilitario, los responsables empezaron a darse cuenta de que, quizá, no sería tan buena idea llevarlo a producción. Y esto se debió a una extraña paradoja: el coche iba destinado a un público muy concreto, pero, a lo mejor, debía ampliarse a otros nichos para amortizar su producción. Pero la idea de convertir al Student en un vehículo global chocaba con las tendencias en otros mercados.

En estados Unidos, por ejemplo, el Student sería visto como un vehículo de bajo consumo, pero su tamaño tan pequeño sería un problema a nivel comercial. Algo parecido ocurriría en Volkswagen do Brasil, donde sería un coche perfecto para clientes con bajos ingresos, pero demasiado pequeño. Y lo mismo pasaría en México. ¿Y en Alemania? Aquí, la mayoría de los clientes se decantarían por el Polo o el Golf.

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Así que los responsables del proyecto empezaron a pensar que el Student saldría caro y lo abandonaron. Volkswagen se centraría en el Golf, que tan buenos resultados estaba cosechando, sobre todo, desde el lanzamiento de la versión GTI, y del Polo. Tardaría varios años para poner en el mercado su primer modelo del segmento A, sería el Lupo, en 1998.

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