Si pensamos en un coche rápido, polivalente y que enamora a todo amante de los coches por igual tan solo nos viene a la mente el Audi RS6. Y es que Audi lleva desde hace años mejorando un fórmula maravillosa, mediante la cual se permite a sus usuarios disfrutar plácidamente de un viaje por autopista o acudir a Nürburgring y dar rienda suelta a todo su potencial.
Esto mismo ha hecho este periodista que, ni corto ni perezoso, ha decidido acudir al Infierno Verde para ver de qué es capaz el Audi RS6 2020. Y es que no es para menos, puesto que por mucha carrocería familiar que presente el alemán, no deja de contar con una puesta a punto digna de un superdeportivo.
Audi RS6 2020: una bestia disfrazada de familiar
Cierto es que la imponente estética del Audi RS6 2020 deja entrever que no estamos ante un familiar normal y corriente. No, se trata de un auténtico lobo con piel de lobo dispuesto a impulsarte a toda velocidad por circuitos tan exigentes como lo es Nürburgring.
Esto en parte es posible gracias al espectacular esquema mecánico del que goza y presume el Audi RS6. En sus entrañas se esconde un V8 biturbo de 4.0 litros capacitado para desarrollar 600 CV y 800 Nm de par, cifras que lo catapultan hasta los 100 km/h en 3,6 segundos y le permiten alcanzar una velocidad máxima de 250 km/h limitada electrónicamente.
Y es que resulta hasta alucinante decir que el propio Infierno Verde se le queda pequeño al Audi RS6 2020. Dicha conclusión la sacamos después de ver al super-familiar adelantando como si nada a auténticos superdeportivos o trazando curvas a más de 200 km/h con la precisión de un bisturí. Por supuesto mención aparte merecen las manos de su conductor, quien demuestra que sabe muy bien lo que hace.