Hace seis años que Lexus dejó de fabricar coches con motor diésel para centrarse por completo (o casi) en los sistemas de propulsión híbridos. Una estrategia que ha demostrado ser de lo más acertada a tenor de las cifras de ventas cosechadas, pues según la marca, desde que lanzaron su primer híbrido -el RX 400h de 2004-, más de 100.000 personas han experimentado la conducción de uno de sus modelos en España.

Este es el Lexus LX450d, el único modelo con motor diésel que comercializa Lexus en el mundo.

Hoy en día, las ventas de Lexus en nuestro país suponen más del 90% de las matriculaciones de vehículos eficientes dentro del sector de marcas ‘premium’. Pero Lexus es una firma internacional y sus estrategias de producto varían en función del mercado. Digo esto porque seguramente desconozcas que actualmente Lexus fabrica un modelo con motor diésel para países como Australia o Sudáfrica.

PRUEBA: Toyota Land Cruiser 2018

Y no se trata de un motor diésel cualquiera, es el gigantesco bloque 4.5 V8 biturbo con 268 CV y 650 Nm que hace años que dejó de estar disponible en Europa. Porque si haces memoria, tal vez recuerdes que la marca hermana de Lexus, Toyota, ofreció este mismo propulsor durante un tiempo en su buque insignia, el Toyota Land Cruiser 200, antes de que el modelo desapareciera de los concesionarios europeos porque su motor dejó de cumplir con las últimas normas anticontaminación.

Este coche, el Land Cruiser 200, continúa estando disponible en el resto del planeta y es la base que da vida al todavía más lujoso y exclusivo Lexus LX. Este mastodóntico 4×4 hasta hace poco solo se ofrecía ligado a un motor 5.7 V8 de gasolina, una mecánica que aunque es perfecta para mercados como el estadounidense, no resulta muy adecuada para otras regiones debido a su elevado consumo de combustible y limitada autonomía.

Por eso la marca nipona lanzó a finales del pasado mes de marzo el nuevo Lexus LX450d equipado con el mencionado motor diésel 4.5 V8 biturbo. Un vehículo pensado para aquellos clientes australianos o sudáfricanos que exploten verdaderamente las capacidades todoterreno del vehículo en lugares remotos o que lo utilicen para remolcar cargas pesadas, pues no solo ofrece más par motor que la variante de gasolina, es que además logra casi 1.000 km de autonomía con un único depósito gracias a un consumo medio de 9,5 l/100km.

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