Podemos sentirnos afortunados por poder haber subido al Tesla Model 3 antes que muchos de sus orgullosos y futuros propietarios, algunos con reservas desde hace dos años y medio. Y lo hemos hecho en una de las cuatro tiendas que tiene Tesla en España, la de Madrid (Calle Serrano 3).
La primera sensación frente a frente ha sido muy buena. En fotos me parecía un coche atractivo; en vivo, mucho más. Es un modelo Tesla 100%, reconocible desde todos sus ángulos. Y eso que carece de parrilla, no como sus hermanos. Suman las llantas de aleación de 10 radios y 19", la línea de techo descendente, la de cintura ascendente, las molduras cromadas, las puertas sin marco y las manetas enrasadas, como el (prueba) Range Rover Velar, dándole más pureza a su perfil. Precisamente una de ésta es la que toco para conocer el interior: pulso, aparece y abro.
Antes de subirme al Tesla Model 3 quiero ver el espacio de carga. Y es que el 'pequeño' de la gama tiene dos maleteros, uno delante y otro detrás. El frontal es bastante amplio y adopta dos apliques para, por ejemplo, colgar las bolsas de la compra. El de la zaga, es muy profundo, de formas regulares, tiene la boca de carga bastante baja y esconde bajo el piso otro gran hueco.
Pegado al espacio de carga se encuentra la toma de corriente, que aparece al tocar una trampilla. La unidad que hemos podido ver del Tesla Model 3 es norteamericana, por lo que no es el CCS COMBO que sí montará en Europa -tipo de cargadores que mayoritariamente se están instalando en el Viejo Continente-.
Ahora sí es hora de subirse al Tesla Model 3. El interior es superminimalista, algo que me esperaba. Ha desaparecido hasta la pantalla que hacía la labor de cuadro de instrumentos -el velocímetro aparece en la parte superior izquierda de la pantalla-. La central vertical de 17" de los otros dos modelos pasa a ser horizontal de 15". También se suprimen uno de los dos botones que adoptaban el Tesla Model S y Model X, el de la guantera, y se mantiene uno solo, el de las luces de emergencia, que se sitúa en el techo.
La calidad percibida es muy buena; al tacto también lo es. Todos los plásticos son blandos o gomosos, incluidos los de la guantera y los de los paneles de las puertas, algo que pone de manifiesto el caché del vehículo. Además, combina molduras en aluminio, madera y en color negro brillante que son acompañadas de cuero, material noble que tapiza los asientos y el volante. Éste es grueso y adopta dos mandos desde los que se controlan la gran mayoría de funciones del vehículo -por ejemplo, mover los retrovisores-. Detrás de él, los satélites, que ya son propios y no los adopta de Mercedes.
Me acomodo en las plazas traseras y me sorprende el espacio que hay reservado para la cabeza. Son cinco dedos (mido 1,78 metros) los que me separan del techo, y eso a pesar de tener caída. En otros vehículos que equipan techo panorámico resta hueco; en el Tesla Model 3 no lo hace porque se une con la luna posterior sin ningún montante superior. Para las rodillas el espacio también es notable y para los hombros, menos, como en todos los vehículos de su segmento. Lo bueno que el pasajero del asiento central dispone de una banqueta mullida -no su respaldo al ser un apoyabrazos con reposavasos- y de un piso totalmente plano.
De nuevo me desplazo al asiento del conductor para 'tocar' su cerebro, pero antes pulso el botón que abre las puertas -no existe tirador en ninguna de las cuatro-, puertas, que, por cierto, tienen huecos porta objetos. En su gran pantalla horizontal -la Policía la ha llegado a confundir con un ordenador-, ese cerebro que te comentaba, puedo ver el gasto de energía, el navegador, música, teléfono, apertura de puertas y maleteros, cámara trasera...
Y respecto a la climatización, no existen las típicas toberas, por lo menos a la vista. Lo bueno es que, también desde la pantalla, se puede controlar la intensidad, el ángulo, la altura... Y todo con los dedos.
Antes de que acabe el año, Tesla se pondrán en contacto con las personas que pusieron el depósito de reserva de 1.000 euros para poder configurar su Tesla Model 3 final, del que se desconoce aún el precio para España. Las primeras unidades llegarán en el primer semestre de 2019.
La verdad es que el coche me ha dejado un muy buen sabor de boca. Y eso en parado. Si sumamos unas prestaciones parecidas a las de sus hermanos mayores y la amplia autonomía, los 50.000 euros que con facilidad alcanzará creo que están justificados.