Aunque SEAT no ofrece ninguna berlina al uso actualmente, más allá de un SEAT Toledo (prueba) de cuarta generación evolucionado que, en algún momento de su vida fue un monovolumen, la historia de amor del fabricante español con los sedanes se remonta a los años 60 con los 1430 y 124 en adelante. Esta gran relación permitió que, a finales de los 80 y principios de los 90, la compañía se aliara con ItalDesign Giugiaro para desarrollar el SEAT Proto TL, el cual se convertiría en la antesala del primer Toledo.

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En 1983, el Grupo Volkswagen entra en la dirección de SEAT de manera oficial tras varios acuerdos y la salida de la compañía española de Fiat. Un año más tarde se lanza el SEAT Málaga, que estaría en activo hasta 1991 con un éxito considerable tras vender casi 232.000 unidades en siete años. Sin embargo, el Málaga comenzaba a mostrar los achaques de un modelo longevo, lo que llevó a SEAT a comenzar el desarrollo de su sucesor.

SEAT Proto T, un prototipo de madera sólida

SEAT Proto T
SEAT Proto T

De esta necesidad de crear un sucesor para el Málaga, en el Salón del Automóvil de Frankurt de 1989, SEAT, junto a ItalDesign Giugiaro, presentan el Proto T, el primer automóvil conceptual de una saga de dos coches que traerían consigo la entrada en producción del primer Toledo. El Proto T estaba hecho de madera sólida, no era funcional y no contaba con un interior, por lo que los diseñadores decidieron equipar las ventanas de color negro para que no se pudiera ver el habitáculo.

Se trataba de un sedán de cinco puertas dotado de grandes ventanales. Sus formas, especialmente en el frontal, anticipaban ya el diseño del nuevo Toledo, incluyendo el grupo óptico trasero de gran tamaño que recalaría en el modelo de producción. Sin tiradores para las puertas, ni espejos retrovisores, el Proto T estaba acompañado de unas llantas de diseño característico y superficies limpias.

SEAT Proto T
SEAT Proto T

Tan solo unos meses después, coincidiendo con el Salón de Ginebra de 1990, debuta una evolución mucho más completa del primer prototipo, el cual es bautizado como SEAT Proto TL. Esta evolución ya integraba un interior completo y era funcional, lo que lo acercaba un paso más a un coche que finalmente llegaría al mercado en la primavera de 1991.

SEAT Proto TL, un año antes de la llegada del Toledo

El Proto TL ya ofrecía una visión más elaborada y, en cierta medida, terminada, del modelo definitivo. Los parachoques fueron acompañados con secciones plásticas de color negro, las llantas de diseño prototípico fueron reemplazadas por unas más habituales, y las ventanas negras se aclararon para que todos pudieran presenciar el nuevo habitáculo. Incluso se instalaron tiradores para abrir las puertas.

SEAT Proto TL

Este nuevo sedán mostraba una imagen más deportiva y elegante, con un coeficiente aerodinámico de solo 0,243, lo que lo hacía algo inédito tres décadas atrás. Aunque el Toledo de 1991 ofrecía una carrocería más cuadrada y clásica, el Proto TL apostaba por una caída de techo más sutil, premisa que había sido dada a los diseñadores, ya que el modelo debía ser una mezcla entre un hatchback y un MPV.

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Las ventanas estaban al ras con la carrocería, mientras que los parachoques se integraban como parte de unos voladizos compactos. Las taloneras integraban dos entradas de aire para enfriar los discos de freno, acentuando así su carácter deportivo, mientras que techo panorámico de cristal ofrecía niveles de transparencia variable en función de la luminosidad exterior. Además, el SEAT Proto TL también era un portento tecnológico, equipado con dos cámaras en lugar de espejos retrovisores que proyectaban sus imágenes en el cuadro de instrumentos, y dos sondas instaladas a cada lado de los faros antiniebla que recopilaban información del tráfico y las condiciones climatológicas.

SEAT Proto TL

En el interior desarrollado específicamente para el Proto TL, SEAT e ItalDesign apostaron por un habitáculo tecnológico. Sus asientos con tapicería de piel, su salpicadero con formas suaves y redondeadas, y los tonos grises pasaban desapercibidos gracias a su volante multifunción. Este volante integraba los controles para el sistema de sonido y una pantalla de cristal líquido en el centro del mismo. El interruptor de los intermitentes de emergencia también se integraría en la sección superior del centro del volante.

Un tercer prototipo que no llegó a ser revelado

Según fuentes consultadas, esta saga de prototipos estaba compuesta inicialmente por tres vehículos diferentes: Proto T, Proto TL y Proto TLD. El último, el Proto TLD, jamás llegó a ser presentado públicamente. Se dice que este último ejemplar, que ya revelaba el nombre para el nuevo sedán de SEAT, fue presentado por Giugiaro a SEAT en privado y mostraba una imagen muy próxima al modelo de producción.

SEAT Proto TL

Este primer Toledo, que estaría en activo hasta 1998, se convirtió rápidamente en uno de los mayores éxitos comerciales de la compañía alemana, pese a que renunció a muchos de los avances tecnológicos y de diseño de los prototipos presentados anteriormente. Estos vehículos fueron tan avanzados para su época que, no solo sirvieron para mostrar al mundo lo que SEAT era capaz de hacer, sino que la segunda generación del Toledo fue diseñada en base a estos prototipos, pese a que habían sido presentados casi una década antes.

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