Apenas dos días después de los atentados de las Torres Gemelas de Nueva York, SEAT presentó dos interesantes prototipos en el Salón de Frankfurt, basados en el Arosa, el utilitario que tenía en catálogo en aquel momento. Uno fue el SEAT Arosa Racer, del que ya te hablamos aquí. El segundo, este SEAT Arosa City Cruiser, más enfocado al lujo.
Mientras el Arosa Racer era la versión española del Volkswagen Lupo GTI, el Arosa City Cruiser representaba una variante más lujosa para el ámbito urbano. En cualquier caso, ambos prototipos significaban mucho más que simples ejercicios de estilo. Respondían a la idea de vehículo pequeño, dinámico y funcional, “sólo para dos”, una de las tendencias del área de Diseño del Centro Técnico de SEAT en aquella época.
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Con ellos, SEAT buscó afirmar no sólo la versatilidad de su utilitario, sino también el espíritu innovador y vanguardista que siempre ha caracterizado a la casa española.
SEAT Arosa City Cruiser: la propuesta más lujosa de SEAT para la ciudad

Con el Arosa City Cruiser, SEAT planteó un producto que daba un nuevo significado al concepto de coche urbano, dirigido a un cliente que priorizaba la estética lujosa. Nacido en el Centro Técnico de SEAT, se distinguía externamente por el exclusivo color gris sombra de la carrocería.
En su interior, contaba con un interior de diseño modular que permitía múltiples configuraciones, desde el conductor solo hasta familias compuestas por una pareja y un pequeño copiloto. El listado de opciones incluía un asiento especial para niño que podía ser anclado a la izquierda del acompañante, cuya silla estaba desplazada hacia atrás para mejorar el confort y la accesibilidad.

Los anclajes de seguridad del suelo aceptaban múltiples combinaciones para una larga lista de accesorios, como nevera-termo con calienta-biberones, un pequeño arcón de carga con asa retráctil de arrastre y ruedas, un desktop para ordenador y hasta una máquina de masaje para los pies.
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En el montante central derecho, donde normalmente iría el anclaje superior del cinturón, se ubicó un teléfono móvil con sistema manos libres para uso exclusivo del acompañante, mientras que, en el panel lateral trasero izquierdo, donde el Arosa de serie llevaba un apoyabrazos, el City Cruiser disponía de un espacio portaobjetos con bandejas y estanterías de múltiple utilización.
Ambiente agradable

El acabado interior del SEAT Arosa City Cruiser buscaba crear un ambiente agradable. Los asientos y paneles estaban tapizados en cuero de color arena con ribetes en azul claro. El volante estaba tapizado en cuero e incluía secciones en madera lacada con matices azulados.
Las puertas, en lugar de una red portaobjetos, tenían bolsas de cuero elásticas. También el salpicadero lucía la combinación bitono: la sección superior era negra, con la visera de instrumentos tapizada en el mismo material que los asientos, mientras que, en la parte inferior, la consola y las bandejas portaobjetos era de plástico beige.

En cuanto a la mecánica, el Arosa City Cruiser recurría a un motor que, seguramente, te resultará familiar: se trataba del 1.4 litros diésel de tres cilindros que producía Volkswagen en aquellos años, alimentado por inyección directa con inyector bomba, turbocompresor e intercooler, y que desarrollaba 75 CV. Combinado con un cambio manual de cinco relaciones, aceleraba de 0 a 100 km/h en 12,1 segundos y alcanzaba los 170 km/h.
El SEAT Arosa City Cruiser jamás llegó a producción, pero fue mucho más que un simple ejercicio de estilo. Junto con el Arosa Racer, SEAT quiso reafirmar no sólo la versatilidad de su modelo más pequeño, sino también el espíritu innovador que caracterizó al equipo de diseñadores y creativos del Centro Técnico de Martorell.