Los primeros Golf eléctricos ya han empezado a salir de la cadena de montaje de la fábrica de Wolfsburgo, pero hasta el verano no veremos los primeros Volkswagen e-Golf por nuestras carreteras. De esta forma, la firma alemana cierra el círculo y se convierte en el primer fabricante de automóviles que reúne, en un mismo modelo, los sistemas de propulsión más variados: gasolina, diésel, gas natural, híbrido enchufable –Golf GTE– y por último, el eléctrico puro, que es el que hoy nos ocupa. El comprador potencial lo tiene complicado para elegir por la amplia y variada oferta, aunque es posible que el peor parado sea el nuevo eléctrico, puesto que su precio 35.500 euros -25.200 euros con todas las ayudas- y la falta de infraestructura y puestos de recarga pueden desmotivar al comprador.
Y eso a pesar de que el eléctrico resulta muy eficiente -homologa 12,7 kWh por cada 100 km-, lo que ayuda a reducir enormemente los costes de utilización, aliviando la cartera del usuario. Recorrer 100 kilómetros supone un gasto de poco más de un euros si escogemos las tarifas eléctricas adecuadas -valle o supervalle-. Según Volkswagen, el e-Golf que hemos puesto a prueba logra estos resultados gracias al empleo de una tecnología particularmente innovadora, a la aerodinámica mejorada y también, gracias a que la resistencia a la rodadura es un 15% menor que la de sus competidores más directos.
Conducir por carretera el Volkswagen e-Golf es divertido. A pesar de sus peculiares características y de su orientación pro medioambiental, el coche tiene un comportamiento casi deportivo. Gracias a su bajo centro de gravedad, la conducción se vuelve muy interesante. Sin duda una agradable e inesperada sorpresa, sobre todo si tenemos en cuenta que pesa 1.585 kilogramos, 234 Kg más que un Golf GTI (Prueba Volkswagen Golf GTI Mk7).
El rendimiento y las prestaciones del Volkswgaen e-Golf de la prueba están a la altura de lo que ofrecen otros coches eléctricos: el motor, que destaca por su silencioso funcionamiento, proporciona un arranque más propio de vehículos con una potencia superior. Y es que, aunque la potencia máxima sea de ‘sólo’ 115 CV, lo cierto es que la forma en la que entrega el par máximo de 270 Nm es lo que marca diferencias, pues está disponible desde el momento en el que pisemos el acelerador. Esto asegura un excelente rendimiento, como demuestran los 4,2 segundos que emplea para alcanzar los 60 Km/h o los 10,4 segundos que necesita para llegar a los 100 Km/h. Eso sí, es más lento que el eléctrico de BMW (Prueba BMW i3).
Pero el e-Golf no es sólo un coche urbano. En carreteras secundarias reviradas, el coche invita a ‘pisar’ el acelerador y en las autopistas se mueve con suficiente soltura, aunque su velocidad máxima esté limitada electrónicamente a 140 Km/h. En cualquier caso, conviene saber en todo momento dónde se encuentra la estación de carga más próxima, ya que el alcance máximo de 190 kilómetros que especifica la marca es sólo teórico. Además, en función del punto de recarga que utilicemos, tendremos que esperar 30 minutos para disponer de un 80% de carga en el mejor de los casos -en un enchufe doméstico son necesarias más de 10 horas para realizar una carga completa-.
Por lo demás, el Volkswagen e-Golf es como cualquier otro Golf. Mismo funcionamiento y mismo confort de conducción, así como una generosa cantidad de espacio; todos los aspectos que han sido muy valorados por los más de 30 millones de usuarios del modelo a lo largo de las cuatro últimas décadas. Viene muy bien equipado de serie, cuenta con cuatro puertas, un sistema de radio y navegación de alta gama ‘Discover Pro’ -que integra una aplicación de Smartphone llamada Car-Net, que permite la comunicación con el vehículo con funciones como la de visualización del estado de la recarga o de climatización del vehículo antes del viaje-, parabrisas calefactable, climatizador automático, calefacción estacionaria, volante de cuero, llantas de aleación con diseño aerodinámico de tipo ‘Astana’ e incluye, por primera vez en la historia del Golf, faros de LED en todas sus funciones.Son precisamente los faros de iluminación diurna los que nos permitirán identificar, fácilmente y a distancia, a la versión eléctrica del Golf gracias a su forma de ‘c’.
En conclusión, el Volkswagen e-Golf se presentaría como una opción atractiva si no fuera por su elevado precio, aunque hay que reconocer que con las ayudas actuales tampoco resulta tan caro. A diferencia de lo que ocurre en Alemania, donde los usuarios podrán disfrutar de un vehículo convencional, de forma totalmente gratuita, para realizar desplazamientos más largos -alquiler gratuito de un mes al año los tres primeros años-, en España la marca ofrece descuentos con Europcar en el alquiler de coches convencionales para realizar viajes.
Ficha técnica Volkswagen e-Golf |
Motor |
Tipo de corriente |
Alterna |
Ubicación |
Delantera, transversal |
Potencia Máxima |
116 CV / 12.000 rpm |
Par Máximo |
270 Nm |
Transmisión |
Caja de Cambios |
Automático, 1 velocidad |
Tracción |
Delantera |
Suspensión |
Delantera |
Tipo McPherson / Resorte helicoidal / Barra estabilizadora |
Trasera |
Paralelogramo deformable / Resorte helicoidal / Barra estabilizadora |
Dimensiones |
Longitud |
4.254 mm |
Anchura |
1.799 mm |
Altura |
1.453 mm |
Distancia entre Ejes |
2.632 mm |
Alimentación |
Baterías |
Acumulador de iones de litio / 24,2 kWh de capacidad |
Peso |
Peso |
1.585 Kg |
Prestaciones |
Velocidad Máxima |
140 km/h |
Aceleración 0-100 Km/h |
10,4 seg |
Carga |
Carga rápida |
80% en 30 minutos |
Enchufe doméstico 230V 10A |
13 horas |
Con adaptador doméstico |
8 horas |
Emisiones |
Emisión CO2 |
0 g/km |
Precio |
Precio Oficial |
35.500 euros |
Texto: Hans H. Grassmann
Fotos : Dpp-AutoReporter