Cómo se iba a imaginar Ben Pon que su idea iba a llegar a nuestros días como uno de los vehículos más queridos. El boceto que dibujó este importador holandés en su libreta tras ver el Plattenwagen, un vehículo de carga basado en el Beetle, en la planta de Wolfsburg ha evolucionado, perfeccionándose generación tras generación para erigirse como el rey de los vehículos camperizados. Un mito tan adictivo que cuando lo pruebas, como en mi caso con la Volkswagen California T6 Ocean 2.0 TDI 198 CV, quieres repetir.
Y es que ser el orgulloso propietario de este automóvil que ha logrado vender más de 11 millones de unidades significa sumergirte en una nueva filosofía de vida. Que no te extrañe si te preguntan sobre él. Tampoco si te piden retratarlo en foto o ver su interior. Causa más admiración que un deportivo. Palabra de periodista del motor.
Pero estas peticiones no se realizan por su atractivo exterior, que podría ser gracias a una pintura bicolor que recuerda a las dos primeras generaciones, a unas llantas de aleación multirradio 'Palmerston' de 18 pulgadas o a la firma de luces LED de sus grupos ópticos. No. Son efectuadas porque es un objeto de deseo de alguien que sueña con realizar viajes a bordo de esta 'furgo', de vivir experiencias que contar en ella, de ser un nómada que puede moverse sin que nada le ate... excepto el carburante.
Una vez echa la ronda por el exterior, toca dar un paseo por su amplio interior. Al abrirse la puerta corredera eléctrica lateral descubro un mundo nuevo. Un mundo con todas las facilidades que puedo pedir para vivir una temporada en él: cocina, fregadero, nevera de compresor 'Waeco' con una capacidad de 42 litros, mesita, asientos delanteros giratorios, múltiples armarios de cocina, ropero con un pequeño espejo, tomas de corriente de 230V, ducha. Eso es lo perceptible, porque a mis ojos se les escapan el depósito de agua de 30 litros, las dos baterías adicionales, otra con relé separador (una es para la nevera, otra para el sistema de luces y el techo y la otra para arrancar el motor), alternador trifásico 180 A y la calefacción independiente programable con mando a distancia y calefactor adicional. Se me pasan, pero estar, están. Como está la cama superior con lamas y medidas 2,00 x 1,20 m que aparece a golpe de botón. Ésta se pliega y despliega con rapidez y facilidad, sin que tenga que mover más que un solo dedo. Montar la de abajo es más laboriosa, pero no deja de ser algo sencillo que se resuelve en dos sencillos pasos: correr la banqueta y tirar de la cinta situada en la zona inferior de los asientos para que los respaldos se abatan: voilà! Una cama de 1,83 x 1,50 m.
Sin esta cama, la California tiene un saloncito compuesto por un banco de tres plazas, por los asientos giratorios de la primera fila y por una mesa que se despliega.
Como hace un excelente día primaveral, decido salir fuera para que el astro rey bronceé mi piel. Abro el portón, que por su tamaño podría hacer de Puerta Grande de Las Ventas, y extraigo las sillas que esconde. De la puerta corredera hago lo propio con la mesa. Es hora de poner el toldo... Ya solo me queda sacar una cerveza de la nevera. ¡Cómo me gusta el fin de semana!
Llega la noche y con ella, el fresco. Mi pareja y yo nos metemos dentro. Enchufamos la calefacción independiente, sacamos de nuevo la mesita interior y nos pegamos una cena como nos merecemos. Podríamos haber cocinado gracias a los dos fogones con camping gas que equipa, pero somos más de tortilla de mamá. Hubiese sido una cena romántica si no fuese por los múltiples puntos de luz distribuidos por todo el habitáculo, con los que el interior está perfectamente iluminado.
Hora de finalizar la prueba de la Volkswagen California T6 Ocean 2.0 TDI 198 CV... por hoy. Corro las cortinas de las ventanas y el parabrisas. Finalmente nos decantamos por la cama inferior. Bajamos el colchón de la superior, colocamos las almohadas y nos enfundamos la manta. Dejo el mando de la calefacción a mano por si acaso lo necesitamos y a dormir...
Amanecemos con las pilas cargadas tras haber dormido plácida y cómodamente; la batería lo está al 90%. Excelente, porque luego se recargará con el alternador.
Una vez ventilada, devuelvo las banquetas a su estado original y me acomodo en el asiento del conductor. He recorrido más de 1.000 kilómetros en él y no le pongo ninguna pega. Además, cuenta con apoyabrazos regulables que hacen que me olvide del duro panel de la puerta. Es obvio, deriva de un vehículo comercial. Aunque esos plásticos consistentes son contrarrestados con los muebles decorados en 'Dark Wood' -Madera Oscura-, ganando en elegancia.
Es hora de partir y probar el motor 2.0 TDI de 198 CV de nuestra Volkswagen California T6 Ocean. Me llama la atención lo bien insonorizada que está, aunque más el empuje de su propulsor, incluso con la palanca en D, que mueve con mucha, mucha alegría, sobre todo desde las 2.000 rpm, esta 'mole' de más de dos toneladas y media. Juega un papel muy importante el cambio automático de doble embrague, rápido y eficaz, aunque sin levas en el volante. Lo sé, no es un vehículo deportivo, pero una vez que me he acostumbrado a conducir coches automáticos con levas, siempre que cojo uno sin ellas, las echo en falta.
¿Qué más puedo pedir? Pues una suspensión que filtra bien las irregularidades de la calzada, que parezca que en carretera vaya flotando. Que no te engañe el sonido al pasar por los badenes, que puede parecer que es seca, porque son los múltiples elementos que lleva a bordo. Volkswagen ha cumplido mis demandas. Y digo demandas porque también deseaba un consumo bajo para poder moverme con la casa a cuestas.
Durante la prueba por carretera de la Volkswagen California T6 Ocean 2.0 TDI 198 CV he obtenido un consumo de 7,2 litros, excelente cifra para el peso, la altura y la verticalidad de su parte frontal. La culpa la tienen unas relaciones largas que consiguen que a 120 km/h el motor gire a menos de 2.000 vueltas y, sobre todo, la conducción a vela que se activa cuando no está puesta la velocidad de crucero.
Han pasado muchos años desde que naciese la primera 'Bulli', por lo que la competencia ha podido ponerse al día para superarla, pero sigue siendo la reina de las Camper, y no porque su nevera me dé cerveza muy, muy fría, que también, si no porque te brinda muchísimas facilidades para independizarte de tu casa, ¡qué ya eres mayor!
A destacar | A mejorar |
Independencia gracias a sus múltiples complementos | Sin levas en el volante |
Motor por empuje y bajo consumo | Mecanismo manual para cerrar la cama inferior |
La nevera enfría la cerveza como Dios manda |
Ficha técnica Volkswagen California T6 Ocean 2.0 TDI 198 CV DSG |
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Motor | Cilindrada | 1.968 cc |
Cilindros | 4 en línea | |
Potencia Máxima | 198 CV / 2.400 rpm | |
Par Máximo | 400 Nm / 1.400-2.400 rpm | |
Transmisión | Caja de Cambios | Automático, 7 velocidades, doble embrague |
Tracción | Delantera | |
Suspensión | Delantera | McPherson / resorte helicoidal / Barra estabilizadora |
Trasera | Rueda tirada con brazos independientes / Resorte helicoidal / Barra estabilizadora | |
Dimensiones | Longitud | 4.904 mm |
Anchura | 1.904 mm | |
Altura | 1.990 mm | |
Distancia entre Ejes | 3.000 mm | |
Alimentación | Tipo de Alimentación | Inyección directa por conducto común. Turbo. Geometría variable. |
Peso | Peso | 2.578 kg |
Prestaciones | Velocidad Máxima | 199 km/h |
Aceleración 0-100 km/h | N.D. | |
Consumos | Urbano | 8,4 l/100 km |
Interurbano | 6,5 l/100 km | |
Combinado | 7,3 l/100 km | |
Emisiones | Emisión CO2 | 191 g/km |
Precio | Precio final | Desde 71.005 euros |
Fotos: Álex Aguilar