Sufrir un reventón con el coche no es solo ya una faena porque conlleva cambiar el neumático, perdiendo el tiempo, etc.; también entraña un peligro ya que si ocurre a partir de cierta velocidad o con determinada violencia puede desembocar en un accidente con el coche. Para evitar pasar por ese mal trago, aquí tenéis ocho formas de prevenir un reventón.

Estalla el neumático de un Porsche 911 GT2 RS a 300 km/h en Monza

La presión de los neumáticos

Es indispensable mantener la presión de los neumáticos dentro de los parámetros que indica el fabricante y hacerlo con relativa asiduidad, comprobando su estado cada 15 días como mucho. Es importante, también, no olvidarse de la rueda de repuesto, en caso de que el vehículo la lleve.

El dibujo

También es imprescindible comprobar cuál es la profundidad del dibujo de las ruedas, que ser como mínimo de 1,6 mm. Convinene estar atento también a los degastes irregulares que aparezcan en los neumáticos, puesto que pueden deberse al mal estado de la suspensión o a una alineación incorrecta de las ruedas.

No sobrecargues el coche

Todo vehículo tiene una capacidad de carga máxima que no conviene sobrepasar, puesto que afectará al estado de muchos componentes del mismo, además de que afectará negativamente al comportamiento del automóvil. Por lo que respecta a las ruedas, estarán sometidas a una mayor presión de la que deberían.

Las llantas

También debes echar un ojo a las llantas ya que, si debido a un golpe o un “bordillazo” sufren desperfectos en su circunferencia exterior, pueden sobresalir esquirlas afiladas que hagan que el neumático sufra un reventón.

Neumáticos de segunda mano: ventajas e inconvenientes

Cuidado con los bordillos

Además de afectar a las llantas, golpes fuertes contra bordillos a la hora de aparcar o circulando pueden ocasionar daños internos no visibles en el neumático, que son todavía más peligrosos porque no hay manera de detectarlos hasta que es demasiado tarde.

Neumáticos en pareja

Es conveniente que en cada eje vayan montados neumáticos de la misma marca, modelo y especificaciones, para que no se produzca un desgaste desigual entre ellos.

No hagas rotaciones diagonales

Esta práctica resulta contraproducente ya que, al invertir el sentido del giro del neumático, estos sufrirán un deterioro más rápido y acusado, aumentando el riesgo de sufrir un reventón.

Los años pesan

Aunque no hagas muchos kilómetros con ellos, el paso de los años afecta a las propiedades del caucho que forma los neumáticos, reduciendo tanto su elasticidad como su adherencia. Deberías cambiarlos entre cada cuatro y seis años.

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