Este es uno de los coches compactos deportivos más recordados de la historia. Toda una leyenda que rivalizó con grandes de su época como el Volkswagen Golf MK.2, el Renault Supercinco o incluso el Peugeot 205. Y es que hace poco tiempo tuve la oportunidad de disfrutar la prueba del Opel Corsa A GSi, el de primera generación.

Recientemente se han cumplido ni más ni menos que 40 años de la aparición de este pequeñín que muchos recordamos entre los coches de nuestra infancia. Aunque jamás pensé que a conducir uno. Y menos en unas condiciones tan fantásticas.

tres cuartos delantero del Opel Corsa A GSi (1988)

Aquel Opel Corsa A en su versión deportiva se presentó a finales de la década de 1980 con una potencia comedida, pero una relación de peso sensacional. Analógico, vintage, retro… Llámalo como quieras. Pero es indiscutible que se trata de todo un clásico. Muy cotizado hoy en día, por cierto.

Un diseño histórico

Opel me sorprendió en su sede de Rüsselsheim, cerca de Frankfurt, con una unidad del Corsa GSi en rojo brillante y otra en negro. Seguramente los colores más icónicos del modelo. Dos vehículos sacados directamente del museo de la marca y con menos de 40.000 kilómetros. El rojo, de hecho, lo compraron en España. Curiosidades de la vida.

Se trata de un vehículo muy pequeño. Con unas medidas de 3.625 mm de largo, 1.535 mm de ancho 1.365 mm de alto. Su capacidad de maletero era de apenas 225 litros y contaba con cinco asientos donde… Sí, llegaron a viajar familias. ¿Cómo? No lo sé, de la misma manera en la que viajaban en los (prueba) Seat 600. Una batalla contra las leyes de la física.

logo GSI del Opel Corsa A GSi de primera generación

Posee formas cuadradas y aristas duras, con dos grandes faros al frente y una pequeña parrilla con el logo de GSi. La parte trasera, muy vertical y con unas aletas que esconden parte de las ruedas posteriores. Recuerda, inevitablemente, a un coche de rallyes de la época.

En el interior, asientos de tela y poquísimo espacio. Con mis 1,89 metros de altura apenas podía caber en el asiento del conductor. Al menos la palanca de cambios se eleva sustancialmente y queda muy a mano. Los pedales, duros. Sin dirección asistida, indicadores de voltaje y presión de aceite… Un coche de verdad.

Un motor atómico para 865 kg de peso

Efectivamente, ese es su punto fuerte. Un motor de 4 cilindros en línea de 1,6 litros atmosférico de inyección con 2 válvulas por cilindro (SOHC) que producía 100 CV y 135 Nm de par máximo hasta casi las 6.000 rpm. Compresión de cilindros de 10:1 y 63 CV por litro. Nada mal.

Aunque hay gente que se ha arriesgado a montar culatas de 16 válvulas o incluso la del motor 1.4 del Corsa GT, con colector de admisión modificado y doble carburador. Un follón interesante que, sin embargo, puede llegar a elevar su potencia con una buena puesta a punto. Pero esto son historias de las calles, más allá del coche de serie.

prueba del Opel Corsa A GSi primera generación

El Corsa A GSi podía acelerar de 0 a 100 km/h en 9,8 segundos y alcanzar 186 km/h de velocidad máxima. Unas buenas cifras para la época. Desarrolló 8,62 kg/CV y un consumo que superaba ligeramente los 7,0 litros a los 100 kilómetros.

Yo decidí exprimirlo al máximo por autovía y las curvas de Alemania. Y hay que decir que son coches que necesitan ser conducidos con aplomo y sin miedo. Sorprendentemente, agarra muy bien a gran velocidad y no da síntomas de subviraje pese a ser un tracción delantera. Aunque la ausencia de controles electrónicos los hace derrapar en las salidas de curva a baja velocidad.

El balanceo es notable. Se nota que las suspensiones de la época son de otra pasta, pero sus pocos kilogramos no agudizan esa transferencia de pesos y le da brío sobre el asfalto. De hecho, impresiona bastante su velocidad. Es carne de modificaciones y subidas de rallye.

PRUEBA: Audi RS2 Avant

Cinco marchas con un recorrido notable en la palanca que, quizá, es su punto negativo. Pero el sonido del escape sin catalizar a más de 5.000 rpm y la dificultad de llevarlo al límite te envuelve tan grácilmente que te olvidas de todo lo demás. Es un coche para disfrutar del aroma a otros tiempos. A tiempos mejores, sin ninguna duda.

¿Te pica la curiosidad de la insignia del Opel GSi, eh? Pues siento decirte que no están nada baratos. Una buena unidad oscila fácilmente los 7.000 euros de precio en el mercado de segunda mano actual. Y si quieres dar el salto a un Kadett GSi 16V y 150 CV… Ya puedes preparar más de 8.000 euros.

tres cuartos trasero del Opel Corsa A GSi (1988)

A destacar A mejorar
Simpleza mecánica y ligereza Un espacio interior muy escaso
Estética deportiva Palanca de cambios
demasiado larga
Gran paso por curva Regulación del asiento
delantero prácticamente
inexistente
Ficha técnica Opel Corsa A GSi (1988)
Motor Cilindrada 1.598 cc
Cilindros
Disposición
Gasolina
4 cilindros en línea
Potencia máxima 100 CV a 5.600 rpm
Par máximo 135 Nm de 3.400 rpm
Alimentación Tipo Inyección MPI Bosch L3 Jetronic
Transmisión Caja de Cambios Manual, 5 velocidades
Tracción Delantera
Suspensión Delantera Independiente tipo McPherson
con barra estabilizadora
Trasera Independiente con muelles
integrados en el cuerpo del
amortiguador
Frenos Delanteros Discos ventilados
Traseros Tambores
Dimensiones Longitud 3.650 mm
Anchura 1.540 mm
Altura 1.360 mm
Distancia entre ejes 2.340 mm
Maletero Capacidad 225 litros
Peso Peso 830 kg
Prestaciones Velocidad máxima 186 km/h
Aceleración 0-100 Km/h 9,8 segundos
Consumo Medio 7,2 l/100 km
Ciudad 9,0 l/100 km
Carretera 5,6 l/100 km
Producción Años 1988-1993
Precio Precio en la época 1.483.000 pesetas (1988)

Fotos: Rodrigo García Vita, Opel

Valoración
Opel Corsa A GSi
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Rodrigo García Vita
Crecí viendo luchar a Schumacher y Alonso, con las grandes victorias de Le Mans y rodeado de clásicos. Ahora me gusta conducir y escribir sobre automóviles por el día mientras que paso alguna noche bajo el capó de viejas glorias
prueba-opel-corsa-a-gsi-1988El Opel Corsa A GSi, el de primera generación, no es tecnológico, ni cómodo. Seguramente, no es tampoco especialmente bonito. Pero es uno de esos coches que transmiten, que te ponen una sonrisa en la cara por su manejo y su sonido. Un coche que nos recuerda a otros tiempos, el de los compactos deportivos. Más rudos, pero no por ello, menos sensacionales.

1 COMENTARIO

  1. Fue mi primer coche a los 18 y me encantaba, estuvo con nosotros casi 30 años sin ningún problema, al verlo me invade la melancolía

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