Soy más de motores turbo que de atmosféricos. Soy más de familiares que de berlinas. Soy más de monovolúmenes como el de esta prueba, el Mercedes B 200 d 8G-DCT, que de SUV. Lo sé, me pueden caer palos por reconocer todo esto, soy consciente, pero me podrán quitar los propulsores de combustión y sustituirlos por eléctricos, pero no la libertad, como juraría que dijo alguien cercano a William Wallace…
Y es que he de reconocerte que si hace tiempo hubiese tenido que comprarme un coche de holgado espacio, el Clase B con paquete AMG de la generación anterior hubiera sido mi opción número 1. Eso hasta la aparición de la segunda, hace escasos meses. Como podrás ver en las fotografías, su imagen suma aún más puntos positivos. La forma de sus faros, más afilados, y la ubicación de estos, en una posición más baja, hacen que el frontal sea más dinámico. También lo consigue la línea de techo con una caída más pronunciada. Tampoco pasan desapercibidas un par de importantes novedades: el difusor posterior, que ahora está más cerca del suelo, y las ópticas más delgadas.
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Dentro hallo las diferencias más notables respecto a la generación anterior. El Mercedes B 200 d 8G-DCT de la prueba adopta un diseño top, donde las pantallas son las auténticas protagonistas. Las dos son de 10,25 pulgadas (26 cm) y tienen unos gráficos de alta calidad creados por la empresa NVIDIA -si te van los videojuegos seguro que te suena-. Una de ellas hace de cuadro de instrumentos digital, mientras que desde la otra se controlan, de forma sencilla, todas las funciones del sistema de infoentretenimiento. Hay algunos plásticos mejorables, pero en general la calidad percibida es muy buena, en gran parte debido a las pantallas, pero también a las toberas de ventilación tipo turbina y a la conseguida iluminación ambiente.
Salgo del asiento del piloto para desplazarme a las plazas traseras y comprobar el hueco existente en las mismas. Se respira amplitud, mucha amplitud, tanto para las piernas como para la cabeza, ventajas de que la batalla haya crecido 30 mm y de que el techo no tenga una caída muy pronunciada. Más justo es el de los hombros si viajan tres personas, algo que no me sorprende tratándose del segmento al que pertenece. Eso sí, tampoco hace que un pasajero viaje de forma confortable un túnel de transmisión alto y una plaza con una butaca y un respaldo duro, este debido al reposabrazos que esconde.
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Respecto al maletero, cúbica menos que la generación anterior, siempre y cuando no tenga la fila trasera móvil (705 litros): 455 frente a 488 litros, una cifra más justa que la que ofrece la competencia. Aunque también tiene puntos a destacar: una boca de carga baja, piso con doble altura y formas regulares bien aprovechables.
La versión de la prueba, el Mercedes B 200 d 8G-DCT, equipa un motor 2.0 de cuatro cilindros capaz de rendir 150 CV. Es energético y más que suficiente como para optar por el 220d, de 180 CV. Su garra se ve incrementada cuando pasa de las 2.000 rpm, ofreciendo una considerable patada que te pega al asiento cuando la aguja, digital, pasa de las 2.500 vueltas. Funciona realmente bien con el cambio automático de doble embrague, que en el caso de este motor es de ocho velocidades y no de siete. Asimismo, está bien insonorizado y en carretera se agradece su transmisión porque el motor va muy desahogado y, por lo tanto, la rumorosidad es menor. Lo que no me ha hecho tanta gracia del cambio es al iniciar la marcha desde parado, que es demasiado brusco, por lo que hay que andar con tiento a la hora de pisar el pedal derecho. Si a ello se suma un detector de obstáculos con parada demasiado intrusivo que detiene el coche con bastante distancia… Aparcar en cuesta puede ser algo molesto. ¿Lo bueno de esta asociación motor-cambio? Que su consumo medio puede mantenerse sin problemas en los 5,5 l/100 km.
En curva se mantiene firme, sin excesivos balanceos, ventajas de tener varios modos de conducción, y los asientos, además de ser cómodos, cumplen agarrando excelentemente mi cuerpo, sobre todo en la parte de los costados. Al conjunto se suma una dirección rápida.
Y dados los tiempos que corren no podía faltar la tecnología, mucha tecnología. El coche de la prueba, el Mercedes B 200 d equipa el sistema MBUX, que es el que destacaría por encima de todos. Al decir «Hola Mercedes», el coche se convierte en una especie de asistente que obedece y ejecuta órdenes. Es cierto que todavía hay que pulirlo, pero el de la competencia, el de BMW, que es más nuevo, también.
Asimismo, puede equipar el Active Distance Assist DISTRONIC, que mantiene la distancia con el coche que le precede, aumentado o reduciendo la velocidad; el de frenada de emergencia o el asistente de mantenimiento y cambio de carril, que en más de una ocasión ha frenado de forma brusca, sin un motivo muy evidente de peligro, como ya me pasó con el Clase A.
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Para hacerte un resumen, que sé que tú tiempo vale oro: si quieres espacio, tecnología, buen comportamiento y un diseño acertado y deportivo, el Clase B se posiciona como la mejor opción. Y no oro, pero sí 32.025 euros son los que cuesta este coche con el motor de acceso. Si quieres el de la prueba tendrás que soltar 34.775 euros.
A destacar |
A mejorar |
Diseño exterior e interior |
Maletero respecto a la competencia |
Respuesta de su motor |
Cambio automático en ocasiones algo brusco |
Espacio para los pasajeros |
Asistentes demasiado intrusivos |
Ficha técnica Mercedes B 200 d 8G-DCT |
Motor |
Cilindrada |
1.950 cc |
Cilindros |
4 en línea |
Potencia Máxima |
150 CV / 3.400 – 4.400 rpm |
Par Máximo |
320 Nm / 1.400 – 3.200 rpm |
Transmisión |
Caja de Cambios |
Automático, 8 velocidades, doble embrague |
Tracción |
Delantera |
Suspensión |
Delantera |
Tipo McPherson / Resorte helicoidal / Barra estabilizadora |
Trasera |
Paralelogramo deformable / Resorte helicoidal / Barra estabilizadora |
Dimensiones |
Longitud |
4.419 mm |
Anchura |
1.796 mm |
Altura |
1.562 mm |
Distancia entre Ejes |
2.729 mm |
Alimentación |
Tipo de Alimentación |
Turbo de geometría variable. |
Peso |
Peso |
1.535 kg |
Prestaciones |
Velocidad Máxima |
219 km/h |
Aceleración 0-100 Km/h |
8,3 seg |
Consumos |
Urbano |
N.D. |
Extraurbano |
N.D. |
Combinado WLTP |
5,1 l/100 km |
Emisiones |
Emisión CO2 |
115 g/km Euro 6 |
Precio |
Precio Oficial |
34.775 € |
Fotografías: Álex Aguilar